Molle Verde, el restaurante de cinco pasos e identidad chubutense que le pone sabor a Kilómetro 3
En la zona norte del barrio General Mosconi se encuentra Molle Verde, una propuesta que impulsa Pablo Soto, el chef que llevó los sabores de Comodoro por el mundo y que hace unos años comenzó a pensar la identidad gastronómica de la región junto a un escuadrón de profesionales. Molle Verde es la invitación a un mundo de sabores gourmet con productos e ingredientes bien patagónicos, cinco pasos para viajar por toda la región en un solo lugar.
En una vieja casa ypefeana, de esas que evocan el pasado de la petrolera estatal cuando la ciudad todavía estaba dividida en campamentos, se encuentra Molle Verde, una experiencia visual y sensorial de sabores que abrió sus puertas en el barrio General Mosconi.
Pablo Soto, es el chef impulsor de esta propuesta de cinco pasos y recetas bien patagónicas que invita a viajar por distintos sabores de la región.
Por estos días, Molle está en su etapa de preapertura, con cenas con invitación previa para conocer su propuesta. Por ejemplo, el viernes previo al temporal, el menú de cinco pasos ofreció un recorrido por sabores de mar y campo, un verdadero viaje por los gustos de la zona.
CINCO PASOS
- El primer paso fue Niguiris de Langostinos: un plato con langostinos frescos con una pasta de porotos y una salsa de vinagreta, acompañado por un vino.
- El segundo, lenguas de Cordero ensebichadas
- El tercero llevó por el lado de las pastas con un Spaguetti / Botarga hecho con huevos de truchas arcoíris.
- Y el cuarto a la carne, con mollejas con una base de acelga y puré de zanahorias.
Cada uno de los pasos fue acompañado por un vino diferente de bodegas Schroeder, un varietal que aportó el toque justo para acompañar la propuesta. Para luego culminar con un exquisito Tiramisú.
Molle Verde comenzó a gestarse en la pandemia, cuando Pablo, quien fue chef ejecutivo del Tunet Austral, compró una casa en Kilómetro 3, aquella zona dónde pasó gran parte de su infancia junto a Luis y Rosa, sus abuelos maternos.
Durante mucho tiempo trabajó en la ambientación del lugar, pensándolo como una casa de comidas y bebidas. Así, ideó un lugar que permite disfrutar de cada paso dentro del salón, pero también en el exterior, con un hermoso patio característico de esta zona verde de Comodoro Rivadavia.
En lo gastronómico su propuesta, como contó a ADNSUR, invita a una gastronomía natural que respeta el producto elaborado con esfuerzo y amor y evita desvirtuar sus sabores.
Molle cuenta con un total de 27 cubiertos, divididos entre mesas y lugares en barra, donde siete comensales pueden degustar cada uno de los pasos interactuando con el chef, la receta ideal para quien gusta saber más sobre los productos de la zona.
El proyecto apunta a tener tres ejes: un obrador de cocina que funciona como fábrica de elaboración, la casa de comidas, y a futuro un mini mercado donde venderá productos propios y otros de identidad patagónica.
Sus platos, por supuesto, incluyen esa fusión. Así se puede saborear las pizcas de sal marina producida en Cabo Raso, como también probar un fernet elaborado en Sarmiento, entre otros productos de la región. Además del exquisito pan casero que realiza el maestro panadero.
Es como dice el chef, precisamente en esos sabores está la motivación de esta propuesta pensada para el público comodorense pero también para los visitantes y turistas, quienes pueden apreciar los productos del sur de la Patagonia en una experiencial sensorial de primer nivel.