Arrancó la temporada de pesca de langostino en aguas nacionales y no salió ningún barco: quejas por las retenciones y otro duro conflicto salarial
Las cámaras empresarias afirman que las retenciones y el derrumbe de los precios internacionales vuelven inviable la actividad, que lleva diez días paralizada.
La pesca de langostino en aguas nacionales se habilitó formalmente el 17 de marzo. Casi diez días después, unos 100 barcos siguen amarrados en los muelles, en medio de un conflicto que incluye reclamos al Gobierno nacional y una álgida discusión entre empresarios y trabajadores.
La situación no parece tener una solución en puerta. El gobernador Ignacio “Nacho” Torres aseguró que “es imprescindible la intervención de Nación" y advirtió que “no se trata solo de pesca, se trata del sustento de muchas familias”.
Una cuenta rápida brinda panorama de la dimensión del conflicto: en cada uno de los barcos trabajan 29 personas, por lo que la paralización de la actividad afecta directamente a 2.900 trabajadores. A eso hay que sumar los empleos indirectos, como quienes realizan tareas en los puertos.
El reclamo al gobierno de Javier Milei no es nuevo, pero en los últimos días adquirió otra temperatura. Desde hace tiempo, los empresarios del sector piden revisar los derechos de exportación, nombre formal de las retenciones, como se hizo en sectores con el sector agropecuario y las economías regionales. Actualmente, el langostino congelado paga el 6% sobre el precio de venta.
“Vivimos entre indiferencia y discriminación por parte del Gobierno nacional. No le hemos pedido ni más ni menos de lo que han hecho con otras actividades productivas, como el campo, la industria láctea, la industria automotriz y las economías regionales, donde excluyeron a la pesca, como si no lo fuera”, remarcó Raúl “Tato” Cereseto, empresario referente del sector, en diálogo con Infobae.
Según Cereseto, la industria pesquera sufre una “tormenta perfecta” donde se combinan tres factores: los derechos a la exportación, la eliminación de la exención del impuesto a las ganancias al personal embarcado, que sumó presión a la negociación paritaria; y el derrumbe de los precios internacionales.
“Hoy tenés un precio de venta de la tonelada de entre US$5.700 y US$6.000 y tenés un costo productivo de US$6.700. No se puede salir a pescar”, afirmó el empresario. Y lamento: “Lo que no se pesca no se recupera”.
La situación contrasta con lo ocurrido en la temporada de pesca en aguas provinciales, donde la pesca de langostino marcó una nueva marca histórica de captura, con más de 106.000 toneladas.
Al tratarse de productos frescos, explican las empresas, los costos son más bajos a la operatoria que requiere el langostino congelado a bordo. “Nadie tiene la obligación de sacar los barcos para perder dinero”, afirmó Fernando Álvarez, presidente de Conarpesa.
TENSA NEGOCIACIÓN SALARIAL
Mientras los barcos no salen, el conflicto entre los trabajadores y los empresarios crece. “No somos la variable de ajuste”, advirtió esta semana Oscar Bravo, secretario general de la seccional Mar del Plata del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), luego de realizar una asamblea de emergencia.
En esa asamblea, el SOMU rechazó el planteo de las cámaras que nucléan a la flota de tangoneros congeladores, que lejos de ofrecer un aumento paritario, buscan reducir un 30% los valores de referencia del Convenio Colectivo de Trabajo. Ese convenio fija el precio de la tonelada en U$S 5.800, cifra que luego se utiliza para el cálculo de los haberes a la producción.
Según un comunicado emitido por el sindicato, esa rebaja del 30% impactaría directamente en los salarios básicos del personal embarcado.
“Ellos deben respetar el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT). Si no lo hacen, no hay nada que discutir. Tenemos que seguir trabajando con ese convenio. Buscan reducir nuestro salario en un 30% porque dicen que ganamos mucha plata, pero acá nadie gana de más, a nadie le sobra nada”, aseguró Bravo durante la asamblea realizada el martes 26, según informó el sitio especializado Pescare.
En Puerto Madryn, un grupo de marineros realizó una movilización para reclamar el inicio de la temporada. “Nosotros necesitamos salir a trabajar. Llevamos siete meses sin actividad, y ahora quieren recortar un 30% nuestro salario”, cuestionó Claudio Ruso, referente de la Agrupación Marítima 10 de Julio.
