Nación estima que perderá US$ 800 millones por la reducción de retenciones al campo
Así lo indicaron tras la medida temporal anunciada en las últimas horas. ¿Qué pasará con el déficit fiscal?
El pasado jueves 23 de enero, el Gobierno anunció la decisión de reducir temporalmente las retenciones a las exportaciones de productos agropecuarios.
La medida, que comenzará a regir desde este lunes 27 de enero, se extenderá hasta finales de junio y tiene como objetivo aliviar las dificultades del sector agrícola, especialmente en medio de la sequía que afecta al país.
No obstante, esta decisión de reducir los derechos a la exportación implicará una pérdida fiscal de aproximadamente US$ 800 millones durante los próximos seis meses, estima el Ministerio de Economía.
Pese a esta disminución de ingresos, las autoridades insisten en que el superávit fiscal no se verá comprometido y que se compensará con los recursos ya obtenidos o mediante ajustes en otras partidas del gasto público.
“Con el objetivo de colaborar con la situación del campo en este contexto de bajos precios internacionales y condiciones climáticas adversas, el Gobierno Nacional decidió bajar las retenciones de manera temporaria en un 20%”, indicó la Secretaría de Industria y Comercio.
Por su parte, Luis Caputo, ministro de Economía, explicó que “producto del desastre heredado y de nuestro mal historial crediticio, Argentina necesita superávit fiscal para bajar impuestos y constantemente estamos revisando la situación financiera para ver hasta dónde podemos bajarlos. Hemos trabajado en esto en los últimos dos meses y medio”.
“Entendemos la situación del campo respecto a la sequía y la baja del precio de los commodities. Por eso, me encantaría eliminar las retenciones de manera permanente y a cero, pero eso implicaría tener un superávit de US$ 8.000 millones que hoy no tenemos”, agregó.
A QUÉ PRODUCTOS AFECTA LA REDUCCIÓN DE RETENCIONES
La reducción de las retenciones afecta a productos clave como la soja, cuyos derechos de exportación bajan del 33% al 26%; los derivados de la soja (aceite y harina), que pasarán del 31% al 24,5%; y otros cultivos como el trigo, la cebada, el maíz y el girasol. Además, se eliminan las retenciones para economías regionales y productos específicos como el azúcar, el algodón y el tabaco.
Por otra parte, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, destacó que esta medida fue posible gracias a una política de reducción de gastos, advirtiendo que el enfoque debe centrarse no solo en la baja de impuestos, sino en la racionalización del gasto público para no comprometer el equilibrio fiscal.
Desde el Gobierno aseguran que este gesto tiene también un componente simbólico, como una forma de mostrar al sector agropecuario que su situación está siendo atendida, aunque reconocen que la reducción no es suficiente para cubrir todas las necesidades del sector. “Es una muestra de solidaridad y justicia”, concluyó Caputo.
Con información de TN, intervenida por IA, bajo supervisión y edición de ADNSUR
