117 años después, la producción no convencional marca el pulso energético argentino desde Vaca Muerta
Con la cuenca neuquina marcando el camino, Argentina celebró un nuevo Día del Petróleo con los mejores números de producción en más de dos décadas. Río Negro y Chubut se suman al desarrollo no convencional.
Este viernes 13 de diciembre Argentina celebró el Día Nacional del Petróleo en conmemoración del descubrimiento del primer pozo de este hidrocarburo en el país en 1907, en Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut. Este hallazgo, originado en la búsqueda de agua para abastecer a la región, culminó con el descubrimiento de un recurso -desde aquel momento- central para la industria y la economía argentina.
El entonces presidente José Figueroa Alcorta decretó la reserva fiscal de cinco leguas alrededor del pozo para proteger el recurso. Más tarde, en 1922, el general Enrique Mosconi impulsó la creación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), una empresa pionera en la explotación, refinación y comercialización de petróleo, que posicionó a la Argentina como referente en la industria energética regional.
De Comodoro a Vaca Muerta
Después de una historia con Chubut liderando la producción, el no convencional de Vaca Muerta puso a la cuenca Neuquina como la punta de lanza de la producción hidrocarburífera nacional. Esta formación geológica, con una extensión aproximada de 30.000 kilómetros cuadrados, alberga la segunda reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo no convencional.
Desde la apuesta política por su desarrollo, Vaca Muerta se consolidó como una de las principales productoras mundiales de hidrocarburos no convencionales. Ubicada en la cuenca neuquina, esta formación geológica colocó a Argentina entre los países con mayor potencial de producción de shale oil y shale gas, atrayendo inversiones multimillonarias y convirtiéndose en un eje clave de su política energética.
Los números de Vaca Muerta
Según un informe de la U.S. Energy Information Administration (EIA) desde enero de 2021 a septiembre del 2024, la producción de petróleo creció un 50% y la de gas un 27% en la Argentina, impulsado por la formación de Vaca Muerta. Estas cifras sitúan al país cerca de sus récords históricos alcanzados a principios de la década de 2000.
En septiembre de 2024, la producción promedio de petróleo llegó a 738.000 barriles por día (b/d), un 15% más que en el mismo mes de 2023. Un número que no se observaba desde 2003. En septiembre, el 58% del petróleo y el 74% del gas producidos en el país provinieron de Vaca Muerta.
En este contexto, el desarrollo del crudo y gas no convencional encuentra en el transporte, uno de sus principales cuellos de botella. Un crecimiento en infraestructura en esta materia permitirá un aumento en las exportaciones del recurso, mejorando la balanza energética del país. En este sentido, hay varios proyectos en marcha que prometen poner a Argentina en el centro de la discusión de acá a algunos años.
El futuro es no convencional
Con la producción de los yacimientos convencionales en declive y el ejemplo de Vaca Muerta fácilmente palpable, las empresas productoras comienzan a apostar por el fracking. Río Negro ya tiene dos pozos operando que representan el 20% de la producción de la provincia y licitó un tercero. Chubut, en tanto, dio paso formal a la primera perforación de este tipo el viernes 13 de diciembre en el marco del Día del Petróleo.
En este marco, las empresas de punta y sus principales socios internacionales buscan reducir costos operativos de producción y, ante la exigencia de los gremios, mejorar la seguridad en los yacimientos. La incorporación de inteligencia artificial y big data en las operaciones optimizó la identificación de reservorios y mejoró los rendimientos. Por ejemplo, la digitalización de procesos permite monitorear en tiempo real las actividades de extracción, minimizando riesgos y aumentando la eficiencia.
La exportación de los recursos producidos en la cuenca neuquina empiezan a encontrar puerta de salida con la reactivación del Oleoducto Trasandino, que permite exportar a Chile, la culminación del Gasoducto Norte, una pieza importante para la salida hacia Bolivia y Brasil, el Oleoducto Vaca Muerta Sur y el proyecto duplicar de Oldelval, hacia la costa atlántica rionegrina y bonaerense, respectivamente. Recientemente, se sumó el proyecto del buque licuefactor de GNL y la firma de casi dos decenas de contratos para la exportación del gas argentino en los próximos años.
Con información de Revista Forbes, mase, Energy Report y fuentes propias de adnsur. Redactado y editado por un periodista de adnsur.