A pesar de caer en diciembre, Vaca Muerta creció un 20% en 2024
El desarrollo de la formación alcanzó un récord histórico de 17.796 etapas de fractura. Sin embargo, diciembre mostró una caída significativa en la actividad. Para 2025, se espera un crecimiento aún mayor del 37%.
El fracking en Vaca Muerta cerró el 2024 con números récord, registrando 17.796 etapas de fractura, lo que representa un crecimiento del 20% en comparación con las 14.722 punciones realizadas durante 2023. Según el informe elaborado por Luciano Fucello, country manager de NCS Multistage y presidente de la Fundación Contactos Energéticos, estos resultados confirman las proyecciones realizadas en octubre del año pasado, que estimaban alcanzar cerca de las 18.000 operaciones en la formación shale de la Cuenca Neuquina.
El análisis mensual del informe muestra un crecimiento constante en la primera mitad del año, con un pico de 1.703 fracturas en junio, marcando el máximo histórico. Sin embargo, en la segunda mitad de 2024, la actividad experimentó una caída paulatina, alcanzando un mínimo anual de 1.226 etapas en octubre. Diciembre cerró con 1.227 punciones, un 21% menos que en noviembre, aunque consolidando un año de máximos históricos.
YPF lideró la actividad en Vaca Muerta, siendo responsable de casi el 60% de las fracturas realizadas durante diciembre, con 711 operaciones. Le siguieron Tecpetrol y Pan American Energy (PAE), ambas con 162 etapas cada una. Otras operadoras destacadas fueron Phoenix Global Resources (100 fracturas), Pluspetrol (83 fracturas) y Vista, que cerró el mes con solo 9 punciones.
El sector anticipa un crecimiento aún más pronunciado para 2025, con una proyección de 24.000 etapas de fractura, lo que implicaría un incremento del 37% respecto al 2024. Este aumento se vincula a la continuidad de los desarrollos en Vaca Muerta y la expectativa de nuevos proyectos que potenciarán la actividad en la formación.
Aunque el 2024 marcó un récord en etapas de fractura, los datos de diciembre reflejan una desaceleración en la actividad que deberá ser monitoreada. A medida que se proyecta un crecimiento significativo para el próximo año, el desafío estará en mantener el ritmo sostenido y superar las fluctuaciones estacionales que afectaron el desempeño durante la segunda mitad de este año.
Con información de Mase, redactado por un periodista de adnsur.
