La carta de la batalla cultural
Milei centra su estrategia política en la polarización con Cristina Kirchner, y sus discursos tienen como finalidad la batalla cultural.
Javier Milei fue a Estados Unidos y, ante la cumbre de inversores de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), convidó su plato fuerte: un discurso que lo deja como abanderado de la batalla cultural.
Desde esos estrados, Milei, construye una dicotomía ideológica donde “el socialismo” se presenta como una amenaza a la libertad, una "infección" que se propaga por las instituciones. La diatriba analizada por el consultor Federico González, puntualiza que, la alocución, genera un sentido de urgencia ante la avanzada de sus potenciales enemigos.
“La izquierda ante el resentimiento y la frustración que generó en términos políticos el éxito del capitalismo, comenzó a librar una batalla cultural para apropiarse del sentido común de los ciudadanos” dijo Javier Milei.
¿Quiénes conforman la izquierda para Milei? ¿Miriam Bregman, Cristina Kirchner, Axel Kicillof? ¿Será también Mauricio Macri que le pide beneficios para sus gobernadores y, hasta ahora, solo le dieron milanesas?
Más allá de los enemigos, otro de los interrogantes que surgen de la insistencia oficial en la batalla cultural, es la necesidad de aliados. Parece que en Argentina no hay ninguno. Todos están en el exterior. Incluso podrían reducirse a uno solo: Donald Trump. Según el estudio nombrado: “El presidente Javier Milei destaca la importancia de la colaboración entre las naciones que valoran la libertad para alcanzar un futuro de paz y prosperidad global. La idea central es que solo a través de la unión y el esfuerzo conjunto de estas naciones libres se puede construir una esperanza real y duradera para el mundo. La cooperación internacional es vista como la clave para superar desafíos globales y asegurar un futuro mejor para todos”.
¿Alcanzará el discurso para ganar la batalla cultural que pretende? Por las dudas de quedarse corto, le echa mano a otro recurso: poner enfrente a Cristina Kirchner, la líder de la oposición que se puso a caminar distritos bonaerenses.
Las aguas están muy divididas en el análisis de subir al ring a la ex vicepresidenta. Incluso dentro del gobierno, hay diferencias sobre si conviene o no. En esas dos vertientes hay quienes creen que la aparición de Cristina refuerza el enojo y rechazo hacia los últimos gobiernos en los que fue figura. Muchos otros tienen miedo de la habilidad de Cristina para copar la escena y mantener centralidad.
Es una línea muy delgada y azarosa apostar a la polarización. Es un riesgo importante a pocos días de cumplir un año de mandato. Fin de año viene con la inercia de los balances. Lo bueno. Lo malo. Lo conseguido, lo concreto. ¿Como será el balance de la sociedad? ¿Qué resultado tendrá la polarización y la batalla cultural? ¿El balance será en puntos concretos o sentimental?