La transición a Milei
Los primeros días de Milei como presidente electo y un camino con idas y vuelta, dudas, y algunas certezas.
Hace una semana, si solo hace una semana, los argentinos estábamos votando. Por la noche, a menos de dos horas del cierre del comicio, el entonces ya ex candidato presidencial por Unión por la Patria, Sergio Massa, confirmó el triunfo del, desde ese minuto, presidente electo de la República Argentina, Javier Milei.
En ese mismo momento, más allá de que la reunión del presidente en funciones, Alberto Fernández, y el futuro se concretó el martes, comenzó la transición.
De todos modos hay que decir que en el proceso electoral que finalizó el 19 de noviembre hubo otra transición y que también está en marcha otra entre los nuevos socios de la alianza que, para ganar las elecciones, conformaron La Libertad Avanza, Macri y una parte de Juntos por el Cambio.
La primera transición previa a la segunda vuelta fue aquella que, vertiginosamente, comenzó y terminó el 22 de octubre a la madrugada. En esa reunión, a la que Macri convocó a su casa a Milei, le ofreció apoyo para no bajarse y llegar en pie (formalmente ya estaba) y con chances al balotaje.
El centro de escena
Macri, que primero no pudo ser candidato presidencial porque su imagen seguía siendo muy negativa, después limó a Horacio Rodríguez Larreta en las PASO con Patricia Bullrich, a quien posteriormente restó o demoró apoyo en la campaña, volvió al centro de escena con esta jugada en la que, además confirmó su definición de Milei y de La Libertad Avanza, aquella en la que en lenguaje ajeno a las negociaciones democráticas expresó que se trataba “de una agrupación fácilmente infiltrable”.
El ex presidente, desde esa reunión y con la consecuente profunda ruptura en Juntos por el Cambio, dejó su campaña a escondidas por Javier Milei y se transformó, al menos en lo mediático, en un virtual candidato a presidente. El real, tras primero resguardarse algunos días de las declaraciones y apariciones públicas, siguió su consejo y regresó a la campaña activa sin gritos ni motosierras.
La última
La última transición que estamos viviendo, con algunos detalles que conoceremos y otros que jamás nos enteraremos, es la que se da en el armado del futuro gabinete presidencial.
Horas después de que el propio Milei confirmase algunos nombres del equipo que lo acompañará desde el próximo 10 de diciembre, mediante comunicado de La Libertad Avanza aseguró que los futuros ministros y colaboradores se conocerán oficialmente cuando se inicie la gestión.
El comunicado debió emitirse porque trascendieron algunos de los nombres que Milei ratificó, como el de Carolina Píparo en ANSES y Emilio Ocampo en el Banco Central de la República Argentina, ese que el presidente electo sigue sosteniendo que va a eliminar.
El armado de gabinete, en esta última transición hasta el 10 de diciembre, está sujeto primero a una fuerte puja dentro de la propia La Libertad Avanza. Se trata de un tironeo menor, porque allí quienes deciden son los Milei (Javier y Karina), pero hay otro más intenso y con paridad de fuerzas que es el que se disputa con el ex presidente Mauricio Macri.
Las caídas
Los pasos en falso de Píparo y Emilio Ocampo no fueron directamente por presiones de Macri, como tampoco y aunque se da por hecho la confirmación de Patricia Bullrich, al ministerio de Seguridad.
A la ex candidata a la gobernación de Buenos Aires de La Libertad Avanza, la bajó la futura ministra de la nueva cartera de Capital Humano (así la promovió Milei en su plataforma y campaña) Sandra Pettovello, que puso sus reparos para dejar en un lugar clave a una inexperta, para no entrar en otros detalles que, a juicio de la Licenciada en Familia y para gran parte de la sociedad, la desacreditaban.
Emilio Ocampo se bajó del cargo al confirmar internamente la futura designación de Luis Caputo como ministro de Economía que, considera, va a contramano de la propuesta electoral de La Libertad Avanza de demoler el Banco Central de la República Argentina.
Otro que no está más en el equipo de la futura gestión es Carlos Rodríguez, el principal asesor y vocero de las ideas económicas de Milei. El nunca nombrado jefe de asesores económicos no solo no llegó a ese cargo por la probable designación de Caputo, también colaboraron mucho sus declaraciones homofóbicas y en tono de superado en el en el programa de Luis Novaresio en La Nación + , en las que dijo no tener nada contra los gays pero que si veía a dos hombres besándose le dolía la barriga.
Los que vienen
El propio Milei archivó mental y discursivamente sus fuertes objeciones, no solo a Macri y Patricia Bullrich, también lo hizo con las que tenía para con Caputo y Federico Sturzenegger (otro que llegaría de la mano del expresidente) en Modernización. A estos dos expertos financieros, en campaña, enfáticamente los responsabilizó de la fuga de capitales y endeudamiento externo sin otros fines que no sean la especulación, la bicicleta financiera y el beneficio propio.
La mencionada Pettovello, que se rodeará de dirigentes y técnicos del PRO, Mariano Cúneo Libarona y Diana Mondino, que será Canciller y no diputada nacional, siguen en carrera.
También estarían, el potencial es indispensable en esta transición tan particular de armado de gabinete, confirmados Nicolas Posse como futuro jefe de gobierno, Guillermo Francos en el ministerio del Interior. Ambos trabajaron con Milei en la Corporación América de Eduardo Eurnekian, con quien también tiene directa relación el futuro ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.
Guillermo Ferraro sería el futuro ministro de Infraestructura, Leonardo Cifelli secretario de Cultura, Horacio Marín titular de YPF, Omar Yassin y Gustavo Morón en Trabajo (que dejará de ser ministerio) , Damian Reidel presidente Banco Central de la República Argentina, y Luis Petri podría llegar a Defensa.
La tensión entre Milei y Villarruel
El nombre del ex acompañante de Bullrich en la fórmula de Juntos por el Cambio no es del agrado de la vicepresidenta electa, Victoria Villlarruel, cuyo objetivo era designar personalmente a quien ocupase Seguridad y Defensa, algo que claramente no pudo hacer.
Esta poca injerencia de Villarruel en el armado del gabinete, y sobre todo en los únicos puestos que le interesaba, aumenta las tensiones entre la fórmula que hace solo una semana recibió un contundente respaldo en las urnas, con propuestas tan discutibles pero claras (en el enunciado, no en la eventual implementación) como la dolarización, la eliminación del Banco Central de la República Argentina, y el “fin de la casta” que ya están reconociendo, en los hechos, algunas declaraciones y designaciones que no se llevarán a cabo.