"Las mujeres existimos en obra": los desafíos de romper las barreras en el mundo de la construcción y arquitectura

Filandia Elisa Pizzul fue la primera mujer en la Argentina que se graduó como arquitecta en 1928. Pasaron casi 100 años de este hecho histórico y las mujeres en este ámbito todavía son vistas como “cosa rara”.

El número de arquitectas recibidas y en ejercicio aumenta cada año, pero son pocas las que se desarrollan en la dirección de obra específicamente. Es posible que uno de los factores determinantes sea el ambiente tan masculino de la construcción y que en ocasiones es hostil para las mujeres.

Verónica Hirtz es arquitecta en Comodoro Rivadavia y no es ajena a las dificultades que encuentran las mujeres aún hoy en el Siglo XXI al ejercer ciertas profesiones. En una entrevista con ADNSUR habló sobre su experiencia personal pero no trajo consigo una lista de “dramas” insorteables y dejó en evidencia que la persistencia y el trabajo son las mejores herramientas de lucha.

“Las mujeres en la construcción existimos y tenemos que saber llegar. Nuestra presencia no tiene que ser un impedimento para trabajar”,  afirmó Verónica.

El día pintaba frío y el gris del cemento se mezclaba con el del cielo. Era temprano en la obra y los trabajadores comenzaban a llegar. De a poco cada uno se ocupó de sus tareas y Verónica en su cuaderno comenzó a tomar nota y a controlar cada etapa terminada. Por momentos los muchachos demandaban su presencia: “arquitecta de acá, arquitecta de allá”. Ella le prestaba puntual atención a cada uno y así la lista de pendientes a resolver se engrosó. Los materiales se revolvían en la mezcladora y esperaban su destino final en la pared. Llegó la hora de realizar otras tareas y la arquitecta guardó el casco en su mochila y se retiró. Un día más que pasaba y así de a poco, la obra avanzaba.

MUJERES EN OBRA

El 45% de los colegiados en el CACH (Colegio de Arquitectos del Chubut) son mujeres, pero son pocas las que pueden encontrarse en dirección de obra, entonces ¿dónde desarrollan sus tareas estas mujeres profesionales?

A Verónica no le llevó mucho tiempo encontrar una respuesta por lo menos desde su experiencia y perspectiva personal. Recordó que en su época de estudiante, en la carrera de arquitectura la mayoría eran mujeres, y ahí sumó otro dato más para la estadística.

“Muchas profesionales realizan labores administrativas, diseños de proyectos, planos, anteproyectos, diseño de interiores, y nada de esto requiere estar en obra”, reconoció la arquitecta.

La mujer tiene en esta sociedad una tarea de la que no se desprende fácilmente y es la de los cuidados en el hogar y si a esto se le suman las dificultades con las que se encuentran a la hora de incorporarse en el ambiente de la construcción, el ejercicio de la profesión en campo se torna más complicado.

En algunas ocasiones en las obras los trabajadores tienen conflictos entre sí y la invitación a la pelea es una manera de resolverlos.

 El acoso hacia las mujeres también ocurre: “He sufrido acoso verbal y por mi parte trato de que el diálogo siempre sea un camino”, comentó Verónica, que también reconoció que si esa persona fuera alguien contratada por ella dejaría de pertenecer al equipo inmediatamente ante un hecho de estas características.

Dentro del CACH hay una comisión de género y hace un tiempo atrás realizaron una reunión a donde asistieron unas 50 mujeres de UOCRA. Muchas de ellas realizan tareas de maestranza, pero también ocupan roles como instaladoras eléctricas, camioneras, pintura y gas.

“Las mujeres existimos en obra”, fue una frase de la que Verónica no se desprendió durante toda la entrevista. Esta arquitecta disfruta de su profesión y hasta de sus luchas podría apreciarse y así es que se apoya en su trabajo y el área que se especializa: el diseño bioclimático.

EL BIENESTAR EN EL DISEÑO

 El confort en un hogar debe ser uno de los ejes principales a la hora de diseñar una vivienda familiar y es aquí donde la arquitecta despliega sus conocimientos.

¿La urbanización en Comodoro Rivadavia tiene coherencia con su clima y su geografía?

“Creo que aquí no se urbanizó pensando en el bienestar de las personas”, dijo Verónica.

La ciudad tiene mar y desde allí sale el sol y la luz natural siempre hay que aprovecharla. Destacó que los espacios habitables deberían tener siempre apertura hacia el norte o el este. Del oeste hay que protegerse del viento.

Hay que tratar de aprovechar la energía natural: la luz y el calor y depende de cómo se oriente la vivienda y los materiales que se utilicen para la construcción.

Los materiales de construcción también colaboran para este aprovechamiento. El adobe y la madera son ideales para estos climas, aunque existen tecnologías modernas que favorecen y se adaptan a los requerimientos del diseño bioclimático.

Para quienes vayan a construir en un terreno la recomendación importante y básica es orientación y microclima y esto último se obtiene con vegetación y cortinas de árboles.

ARUCA ESTUDIO DE ARQUITECTURA

 Aruca se llama el estudio de Verónica y el nombre proviene de un juego de palabras: Ruca significa casa en mapuche y la A es de arquitectura.

 “En mi estudio trabajo con mucha conciencia y de forma  personalizada y eso destaca mi servicio”,  señaló Hirtz.

Los trabajos van desde las asesorías, remodelaciones, diseño de proyectos y dirección de obra y allí cada cliente es un nuevo desafío.

Ya eran casi las 6 de la tarde y el horario de laboral  había finalizado. El día  estaba muy fresco y era momento de volver a calor del hogar para descansar del cemento, el  hierro y los  golpes secos de los materiales. Verónica subió el cierre de su campera gruesa, se protegió las manos en los bolsillos y dio otro día más de trabajo por terminado.