Un grupo de nueve ladrones cometió un robo comando en una escuela de cocina patagónica
Los delicuentes destruyeron cámaras de seguridad y sustrajeron información valiosa almacenada en un servidor. A pesar de los daños materiales, el efectivo robado fue escaso. La policía investiga el hecho.
Un grupo de delincuentes cometió un robo comando en la Escuela de Cocineros Patagónicos, situada en el barrio Villa Farrel de Neuquén capital, sobre la calle Juan XXIII entre José Hernández y Avellaneda.
El ataque fue captado por las cámaras de seguridad, aunque los autores, al pasar por el lugar, destruyeron casi todo lo que tocaron. Según la directora de la institución, Adriana Benzadon, los delincuentes actuaron como un grupo comando con hasta nueve personas involucradas, incluyendo a quienes se quedaron fuera, en dos vehículos.
Además, usaron radios portátiles para comunicarse y tomaron precauciones para no ser identificados, ingresando con gorras, barbijos y hasta un paraguas que utilizaron para cubrirse frente a las cámaras antes de destruirlas.

“Era muy poco efectivo, casi nada. No entiendo cuál era el objetivo del robo”, explicó la mujer, confirmando que los ladrones se llevaron poco dinero.
Aun así, la escuela se encuentra en la búsqueda de recuperar el servidor que almacenaba toda la información con la que han trabajado a lo largo de los años. La descripción del equipo, similar a un CPU pero sin el frente, fue compartida en diferentes plataformas.
La alerta sobre movimientos sospechosos en la escuela llegó a través del sistema de cámaras conectado al celular de la directora, quien no se encontraba en la ciudad. Al observar que varias cámaras habían dejado de funcionar, se dirigió al establecimiento y al llegar, constató el daño a la propiedad.

Según la información publicada por La Mañana Neuquén, los delincuentes ingresaron con una moladora inalámbrica, rompieron un vidrio y un laminado, y luego accedieron a una puerta lateral que conduce a las oficinas ubicadas en el primer piso. Según Benzadon, estuvieron en el lugar durante unos quince minutos y lograron evitar que sonaran las alarmas, incluso arrastrándose por el piso.
El edificio de tres pisos sufrió destrozos en cada nivel, desde la destrucción de cámaras hasta el corte de electricidad. "Rompieron una cámara en el techo, violentaron las puertas de las oficinas y los depósitos", comentó la directora. En un primer momento, pensó que se trataba de un robo armado, pero pronto descubrió que los delincuentes habían llevado inhibidores de señal, lo cual fue confirmado por la policía.
Al finalizar su recorrido por el edificio, el grupo de jóvenes se dirigió hacia el sistema de cámaras para borrar las grabaciones, pero terminaron cometiendo un daño mayor al llevarse el servidor que contenía años de trabajo:
"Fueron directamente a buscar el DVR de las cámaras y terminaron llevándose el servidor con toda la información de nuestra escuela". A pesar de que la alarma de una empresa de seguridad sonó durante el robo, hasta el momento no se han comunicado con la directora.
