Este lunes por la mañana, el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos de Rosario Gastón Ávila brindó una conferencia de prensa en el Centro de Justicia Penal de Rosario refiriéndose al hallazgo del cuerpo de Érica Romero (37) calcinado adentro de un auto Audi incendiado tras el ataque a tiros en el que fue asesinada su beba, Elena, y su pareja, Maximiliano Giménez (33).

Según dijo, un joven de 19 años que fue como invitado al casamiento tras el cual fue asesinada a balazos una pareja y su beba de un año y medio en Ibarlucea, cerca de Rosario, admitió ante la Justicia que él fue quien quemó el auto de las víctimas con la mujer adentro cuando intentó llevarla a hospital herida tras la balacera, ya que se "asustó" ante la posibilidad de ser interceptado por la policía, informaron este lunes fuentes judiciales.

En tanto, al ser consultado sobre el hecho, el secretario de Seguridad de la provincia de Santa Fe, Jorge Bortolozzi, dijo que la fiesta de casamiento no era un evento "inocente" sino algo similar a "una película de El Padrino", a la que asistieron al menos "cuatro personas condenadas por narcotráfico en libertad condicional". Además, el funcionario reclamó más colaboración entre la Justicia Federal y la Justicia provincial, ya que esas personas "no debían estar en libertad".

El fiscal Ávila explicó que el joven de 19 años se presentó el domingo en fiscalía y relató su versión de los hechos en los instantes posteriores al ataque del que fue víctima la familia.

Según el funcionario judicial, ese joven era un invitado que salió de la fiesta al escuchar las detonaciones producto del ataque y ayudó a desenterrar el auto de las víctimas que había caído a un zanjón en un desesperado intento del conductor cuando quiso escapar de los atacantes.

El chico contó que los presentes lograron sacar del auto a Giménez y a la beba pero no a la mujer, por lo que le pidieron a él que la trasladara a bordo del vehículo al Hospital Escuela Eva Perón de Ibarlucea para que fuera asistida.

"En la desesperación tomó para el otro lado, para Ibarlucea", dijo el fiscal, quien añadió que "el chico declaró que estaba ebrio, desesperado porque vio un patrullero y tenía miedo de que lo siguieran, que no sabía qué hacer hasta que paró y decidió prenderle fuego al auto".

Sobre la mecánica del triple crimen, el funcionario judicial dijo que cerca de las 4 del sábado último, tras la fiesta de casamiento realizada en un predio llamado "Campos de Ibarlucea", Romero, Gutiérrez y la beba se retiraron del lugar en su Audi y tomaron la autopista Rosario-Santa Fe rumbo a Rosario, momento en que fueron emboscados por una camioneta Volkswagen Amarok.

El conductor realizó una maniobra de escape y retomó la ruta rumbo al predio donde se realizaba la fiesta, aunque cayó en un zanjón de la ruta, situado frente a la entrada.

Fue allí donde los ocupantes de la camioneta realizaron una veintena de disparos que impactaron en los tres integrantes de la familia, tras lo cual escaparon, según el relato del fiscal.

Giménez murió en el lugar, la beba fue llevada al Hospital Eva Perón, donde falleció, y a la mujer no la lograron sacar del asiento y decidieron que fuera trasladada en ese auto, aunque aparentemente ya estaba sin vida. Más tarde su cuerpo calcinado fue encontrado en el interior del Audi prendido fuego.

El joven conductor no está detenido y según el fiscal aún no va a ser imputado, ya que no puede utilizar como único elemento de cargo su declaración. "No veo que haya intención de encubrir a los homicidas ni de una participación", advirtió.

Con respecto al posible móvil del triple crimen, el fiscal dijo que Giménez y Romero figuraban investigados por la Justicia federal de Rosario por "tráfico de estupefacientes". "Se encargaban de la distribución a mediana escala. Mantengo en reserva para quién", se excusó.

Sobre los novios que se casaron, en tanto, manifestó: "Recibí declaración de ambos. No sospecho de ellos ni los involucro. No parece lógico que planeen un homicidio en su casamiento. Había niños, personas mayores. Es poco probable".

El fiscal se refirió así a Esteban Enrique "Pinky" Rocha y Brisa Milagros Leguizamón Ferreyra, una mujer que cumplía prisión domiciliaria por narcotráfico.

Ambos habían sido procesados acusados de "integrar una organización dedicada al traslado, acopio, fraccionamiento y comercialización de estupefacientes" cuya principal zona de influencia es el barrio La Cerámica, dijeron fuentes de la pesquisa.

Esta mañana, el secretario Bortolozzi consideró que lo sucedido "no es solamente una cuestión de quienes se dedican a traficar".

"El corazón de todo este entramado es el lavado de activos, la obtención de recursos económicos de manera ilícita y después la inversión. Para eso hay mucha gente que no va a esas fiestas, que tiene otra pertenencia social, económica, educativa y son los que realmente están detrás de todos estos crímenes", agregó el funcionario en declaraciones a la emisora rosarina LT8.

Para el secretario, lo ocurrido fue "una radiografía de la debilidad " que existe ante los delincuentes: "No hay ninguna duda de que esto no puede repetirse. El rol del Estado tiene que ser diferente, sino de entrada perdemos la guerra. Estamos siempre corriendo detrás de los acontecimientos", concluyó.

Con información de Télam

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