Cierre de listas en Chubut: cómo bajan los acuerdos de cúpula, internas inevitables y el cambio de fecha "anti ambulancia"
Lograda la unidad a nivel provincial, los líderes ahora tienen que replicar lo acordado hacia abajo en cada localidad. Hay dos estrategias diferentes: una presiona con avales y la otra prefiere algunas internas. Por qué el cambio de fecha de cierre en el justicialismo.
Hasta aquí, muy lindas y cuidadas las fotos de los acuerdos en los cargos provinciales, con anuncio de fórmulas de unidad y futuras listas consensuadas de diputados. Pero ahora viene un tramo todavía más difícil para cada uno de los frentes de “Arriba Chubut” y de Juntos por el Cambio: deberán lograr que esa unidad de la postal sea replicada en cada localidad, donde los “infiernos de pueblo chico” hacen que no sea tan sencillo que todos se sienten a la misma mesa.
A ese trabajo están abocados por estas horas los principales referentes de cada espacio, pero especialmente Ignacio Torres y Juan Pablo Luque, porque los candidatos a gobernador son los grandes ordenadores, los que tienen la última palabra que todos esperan escuchar antes de tomar una definición.
Ambos protagonizan una intensa recorrida -pueblo por pueblo- para terminar de cerrar los acuerdos en el o los candidatos a la intendencia de cada ciudad o comuna, y los nombres de quiénes integran cada lista de concejales representando a la mayor cantidad de sectores de la alianza.
Se trata de un juego de ajedrez, donde uno espera la movida del otro para después hacer la suya. Y la mejor muestra, fue el cambio aplicado por Arriba Chubut ante la ventaja que estaba dando a Juntos por el Cambio en la fecha de cierre de listas.
De acuerdo a los cronogramas que estaban armados, la UCR y el PRO habían decidido estratégicamente poner una fecha de 8 días más tarde que Arriba Chubut porque tenían la ambulancia lista con gomas nuevas y tanque lleno: esperaban que el cierre del justicialismo inevitablemente dejara heridos en las localidades del interior, y los iban a ir a buscar a último momento.
La estrategia de Juntos por el Cambio, además de cerrar los acuerdos internos, buscaba captar a los “enojados” en el frente de Luque y Sastre. Pero ni lerdos ni perezosos, en el peronismo se “avivaron” y cambiaron el cronograma inicial. Lo corrieron 8 días y ahora los dos van el mismo día: el jueves 25 de mayo.
Tanto juego de gato y ratón se debe a que una elección provincial, al final de cuentas, se gana o pierde por un voto. No alcanza con mirar solamente a los grandes padrones de las principales ciudades: los errores en el interior se pueden pagar caro en el conteo final.
Por supuesto que esto lo sabe la dirigencia justicialista, que trabaja para evitarlo, pero que además apostó a una estrategia de cierre local diferente a la de Juntos por el Cambio, ya que UCR y PRO buscan la unidad a cualquier costo, por lo que en algunos casos va a aplicar el “fórceps” de los avales: quien no tenga la firma de los dos partidos no podrá presentar lista a intendente.
En cambio, en Arriba Chubut se bajaron los requisitos en los pueblos para “contener” a la tropa. Se van a permitir algunas internas donde sea imposible acordar, es decir que no se va a impedir la participación, por lo que se exigirá tener apenas el 2 % de avales de cada padrón. Así se cerró el acuerdo con José Arrechea para bajar la postulación de Exequiel Villagra, con el compromiso de no coartar el derecho de los “compañeros”.
Pero además esa es la estrategia para contrarrestar la ambulancia de Cambiemos: si no te dejan afuera a la fuerza y te permiten participar, y luego quedás eliminado por el voto de los afiliados, no hay derecho a protestar, porque “el que gana conduce y el que pierde acompaña”.
CONTRA RELOJ
Como dijimos, el trabajo de armado es enorme para presentar las listas en la fórmula provincial, diputados y 25 municipios (todos adhirieron a nivel local a excepción de Corcovado y el caso de Trelew que ya votó). Esto significa que el tiempo apremia y no hay margen para demasiada negociación, porque la cuenta regresiva no da tregua.
Todos los protagonistas aseguran que, en la previa dentro de Arriba Chubut, está garantizada la unidad en los principales municipios, y todo indica que también en aquellos donde los intendentes del frente son gobierno. Ocurre que, aquel que quiera ir por la reelección, debe “permitir abrir su lista para contener a los que quedan afuera”.
Y eso está ocurriendo en algunos casos, y en otros no tanto. Dos ejemplos, en Sarmiento, Sebastián Balochi va por otro mandato, pero abrió el juego para que se postulen ediles de otras fuerzas del frente electoral, lo que hace más fácil el acuerdo. En cambio, en Dolavon, Dante Bowen está plantado en la negativa de no permitir el ingreso de gente que no sea de su riñón, porque “después son los que me termina haciendo oposición y no me dejan gobernar”, según sus palabras.
Ante situaciones de este tipo, es más difícil llegar a un acuerdo, y en todo caso, queda un tendal de heridos afuera que son caldo de cultivo para la oposición. Allí es donde el espacio de Arrechea “Reconstruir Chubut” afirmó que tratará de aportar la estructura para que ninguna línea representativa del PJ quede afuera sin posibilidad de participar.
Más allá de la búsqueda de la unidad, hay varios municipios donde se considera que una interna puede ser beneficiosa: por ejemplo, en Lago Puelo -noveno municipio más grande- donde no va a repetir Augusto Sánchez, las tres ramas del PJ local coincidieron en la candidatura de Carola Salguero, pero probablemente se enfrente en las urnas con Iván Fernández, en el regreso a la política del ex chofer de ambulancia que fue intendente por el Pach y luego fue del Provech.
Otros municipios donde hasta ahora están las posturas de enfrentarse en internas son por ejemplo Cholila y Esquel, donde está firme la candidatura de Santiago Igón y, si bien se bajó de su postulación Valeria Saunders, aún se mantenía vigente la propuesta de Juan Manuel Peralta. En esos casos se intenta hasta el final llegar a un consenso, y ante la encrucijada, se permitirá una interna, “pero no más de dos listas por localidad”, aseguran los armadores provinciales.
COMODORO Y DIPUTADOS
En el caso de Comodoro Rivadavia, nadie duda que la fórmula saldrá entre dos nombres: Othar Macharashvilli y Maximiliano Samapoli. Pero aún falta cerrar el acuerdo con el nombre de quién encabeza y quien acompaña. Las negociaciones son intensas hasta último momento, e incluyen los nombres de las listas de concejales y los lugares de un futuro gabinete.
En el medio, operativos de anuncios por doquier y desmentidas por redes sociales. Versiones sobre actos de lanzamientos que no se concretan y una tensa espera. No es para menos, lo que se juega Arriba Chubut en la principal ciudad de la provincia, que tiene el 40 % del padrón, es gran parte del resultado final.
Esta en juego no sólo la continuidad de la gestión municipal, sino quizás el resultado provincial, ya que en esa boleta local Luque apuesta todas sus fichas a sacar una diferencia de miles de votos sobre Torres que sea decisiva para una victoria general. Un mal cierre en Comodoro sería lapidario, y si bien el acuerdo se demora mucho más de lo esperado, hay quienes creen que forma parte de una estrategia: no mostrar las cartas hasta el final, para no dar lugar a segundas jugadas o saltos de vereda.
Gran parte de la cabeza de Luque está en este cierre comodorense y en la lista de diputados, que dejará para el final. Dicen que se lo notó “aliviado” con la fórmula de Juntos por el Cambio, porque temía que en vez de Gustavo Menna -a quien no le atribuye poder de tracción- junto a Nacho Torres estuviera como candidato a vicegobernador Luis Juncos.
En Arriba Chubut consideran que la elección de Rada Tilly -donde está confirmado el anticipo de que llevarán como candidato a Martín Cerdá- puede ser clave. Allí -al igual que en Comodoro- enfrentarán a una candidata mujer como Mariel Peralta, en este caso en una lista unificada como la cara renovada de las gestiones ganadoras desde 1983 hasta aquí.
Respecto a la lista para la Legislatura, Luque sabe que más allá de respetar los acuerdos hablados en la mesa chica con Sastre y Arcioni, un buen cierre allí es clave para la pelea en Trelew, donde el peronismo no la tiene fácil. El objetivo es incluir a los principales sectores que estuvieron divididos en la elección del 16 de abril, con excepción del madernismo, que está afuera.
La prioridad la tiene el nombre de Emanuel Coliñir, y si bien no se descarta que pueda haber alguien del mackarthysmo, sería muy atrás en la lista, haciendo pagar el costo de haber jugado “por afuera” en las municipales. El nombre de Florencia Papaiani sigue seduciendo, pero en caso de ingresar, sería al fondo de los 16.
En todo caso, lo que sigue obsesionando a Luque es su idea de que, descartada Adriana Casanovas por decisión propia, la cabeza de lista tiene que responder a su conducción y reunir dos condiciones: ser mujer, del valle y en lo posible de Trelew. Luque está buscando ese nombre, que puede provenir incluso no de la política, sino de algún ámbito vinculado a sectores claves como salud o educación. La idea es que sea una figura novedosa, de renovación.
VISITAS Y ACUERDOS
En Juntos por el Cambio se vive la adrenalina propia de los cierres, pero en un clima más relajado. Los resultados que ordenaron la lista de unidad detrás de la fórmula Torres-Menna dan un marco de confianza, que se nota en las declaraciones del senador, que promete desactivar la “bomba de tiempo” que el gobierno dejará con las cuotas del endeudamiento, e incluso ya mantuvo reuniones con acreedores externos para empezar a renegociar.
En una semana de anuncios de listas desde Comodoro, ciudad que se convirtió en epicentro de las reuniones, sumando luego la presencia de una figura nacional como Horacio Rodríguez Larreta, en Juntos por el Cambio se preparan para la etapa final de cierres, con bajada de línea de unidad en cada pueblo.
Se buscará evitar internas en la mayor cantidad de ciudades, y la postura es la clásica “por las buenas o por las malas”. Esto significa que habrá muchas reuniones en estos días tratando de priorizar a los candidatos que se considera mejor posicionados y que otros aspirantes depongan sus actitudes.
Si no se entiende de esa manera, y alguien quiere presentar lista igual, incluso contra algún municipio que está en manos de Juntos por el Cambio, el acuerdo es que deberá presentar avales de ambas fuerzas políticas, PRO y UCR.
En el PRO, la bajada de línea es más directa y se acata el mandato de Torres, quien da la autorización para los avales. Es decir que, si un nombre no fue consensuado con Biss o Menna, no tendrá los papeles necesarios para que la Junta Electoral oficialice su lista. En ese caso, sería una unidad “con fórceps”, y no hay dudas que en este espacio también habrá heridos, es algo inevitable.
En la lista de diputados, donde ya adelantamos varios nombres que están confirmados, los cierres municipales van dando más idea del resto de la lista. Por ejemplo, al no ir por la reelección, tanto Luis Juncos (Rada Tilly) como Fabián Gandón (Puerto Pirámides) tendrían un lugar asegurado para la Legislatura.
En el mismo sentido, tiene altas chances de estar el presidente del PRO, Daniel Hollman, aunque está en duda el nombre del secretario de la UCR, Dulio Monti, quien es pedido por los radicales pero no tendría el aval de Torres hasta el momento. Seguramente será una de las pujas de la jornada de cierre, el 25 de mayo.
EL CIERRE DE ROMERO
Ana Clara Romero fue gran protagonista de las negociaciones de cierre de la zona sur que hubo entre la noche del lunes y la mañana del martes. Por un lado, lo que habíamos anunciado aquí: la unidad en Comodoro ante algo que era inminente, la decisión de Tomás Buffa de bajarse de su candidatura para sumarse a la lista de concejales, previo llamado del edil a Romero para “hacer las paces”.
Además de Buffa, se acordó que habrá otro radical entre los primeros 5 lugares de esa futura lista de concejales, que también tendría a Luciana Ferreira y Martín Gómez, quien en ambos casos son autoridades del PRO en zona sur.
Ahora la expectativa está puesta en el anuncio del compañero de fórmula de Romero, quien deberá resolver primero el perfil: la primera alternativa es alguien ajeno al ambiente político, más bien vinculado al sector comercial o empresarial. Cuentan que la diputada ya está manteniendo algunas conversaciones, pero no quiere exponer ningún nombre.
La otra alternativa es que Romero elija a una figura política de trayectoria en la búsqueda de atraer votos de otros sectores, y allí suena fuerte el nombre del dirigente justicialista Guillermo Almirón, quien se sabe, está en las antípodas del armado provincial con Luque a la cabeza. Con amplio curriculum en cargos municipales y provinciales, Almirón viene de hacer una excelente elección en las PASO de 2019, y trata de mantener un capital político respetado en la zona sur.
El dirigente está alejado del peronismo y armó su propio partido municipal. Trascendió que en su momento mantuvo conversaciones con armadores del PLICH de César Treffinger, pero al parecer esos contactos se enfriaron. En cambio, con Ana Clara Romero mantienen un diálogo fluido, una relación de respeto mutuo, y ambos responden a quienes los consultan que “nada está descartado” sobre una posible fórmula en Comodoro.
Lo otro que hay que contar del cierre de Juntos por el Cambio, es un excelente ejemplo de cómo funciona el rompecabezas de armado, con piezas que encastran en toda la provincia. Y esto es así, porque la unidad en Rada Tilly estuvo íntimamente vinculada a un compromiso de unidad en Esquel.
Lo que se habló sobre la mesa de negociaciones, convenció a Ana Clara Romero de no armar una lista radatyllense para enfrentar a Mariel Peralta, ante el compromiso de autoridades de la UCR de que lo propio ocurrirá en Esquel, donde se juró que no habrá listas que entorpezcan la candidatura a la intendencia de Matías Taccetta.
“Quid pro quo” es el término en latín que mejor ejemplifica este tipo de acuerdos, que habrá que ver ahora en la práctica si se concretan. Pero en esa tesitura vienen cerrando la mayoría de candidaturas a intendente en este espacio: algunos nombres serán de Torres, otros de Menna y la UCR, pero -quizás con la excepción de Puerto Madryn y alguna otra comuna- el objetivo es mostrar a la sociedad la menor volatilidad posible hasta el 30 de julio.
Cómo ya hemos dicho, en estos días se juega buena parte del reparto de poder por los próximos cuatro años en Chubut. La adrenalina está al máximo nivel, los teléfonos arden, y el cruce de información -de la buena y de la otra- está a la orden del día. Se trata de un juego donde el más hábil para negociar -el que sabe vender un as de espadas cuando tiene un cuatro de copas- muchas veces se termina imponiendo contra los que creían tener un lugar asegurado. Habrá por supuesto, más capítulos de esta saga.