El boleto de colectivo a 700 pesos y obras fundamentales que se caen en Comodoro
Tras el anuncio del paquete de 10 medidas económicas por parte del ministro Luis Caputo, la incertidumbre se apodera del panorama económico en general, y particularmente en el municipio de Comodoro Rivadavia y la provincia de Chubut. Los gobiernos, encabezados por Othar Macharashvili e Ignacio Torres, han iniciado gestiones para que el gobierno nacional considere el impacto que estas medidas tendrán en la región. La suba del transporte público de pasajeros y la paralización de obras de envergadura, son los temas que más preocupan en el Ejecutivo.
Luego del anuncio del paquete de 10 medidas económicas, efectuado el martes por el ministro Luis Caputo, el panorama para la economía en general es incierto pero lo es más para el municipio y provincia. Los gobiernos de Othar Macharashvili y de Ignacio Torres activaron de inmediato gestiones para que el gobierno nacional tome en cuenta, si es que no lo hizo antes, el impacto que tendrán en Chubut algunas de las medidas que se dieron a conocer a través de un mensaje televisivo, grabado al menos en dos ocasiones.
En el aniversario del Día del Petróleo, Ignacio Torres, adelantó a la prensa las acciones políticas y los reclamos institucionales que realizará junto con los gobernadores de Juntos por el Cambio y que, personalmente, planteó el miércoles en las reuniones que ya tenía acordadas de ante mano con responsables del ministerio de Infraestructura, que absorbe la obra pública, que el gobierno nacional no concretará, ya que solo se llevará adelante aquella que tenga financiamiento privado.
En el municipio de Comodoro la preocupación central, además de la situación de los jubilados a nivel nacional, es el futuro boleto de colectivo y también qué pasará con aquellas obras que habían sido anunciadas, convenidas, y hasta licitadas pero que no llegaron a cristalizarse. Esas obras son las que, con precisión, Caputo dijo que no se efectuarán.
LAS OBRAS DE COMODORO QUE NO SE REALIZARÁN
En el caso de Comodoro Rivadavia, las obras que se anunciaron con bombos y platillos y que no se concretarán son el Camino de Circunvalación, referenciado como el petrolero, y la esperada pavimentación en los barrios Quirno Costa, Abel Amaya, Don Bosco y Barrio Industrial. Estos trabajos contaban con el apoyo del gobierno nacional saliente, algo que incluía financiación, que ahora fue bajada de plano por el entrante de Javier Milei.
El ex intendente Juan Pablo Luque, tras el acuerdo con el entonces ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis había señalado que, en caso de no contar con el financiamiento nacional previendo, tal vez el triunfo de La Libertad Avanza, podrían sostenerse con presupuesto municipal.
La actual gestión de Othar Macharashvili, aún no realizó declaraciones específicas sobre el tema, pero ya se había adelantado que pensaban revisar el plan de obra pública en general que, entienden, si bien es necesario “se anunció con fines o electoralistas o de despedida triunfal”, aseguran en confianza desde la propia administración comodorense.
El proyecto del camino de circunvalación petrolera, con un presupuesto de $1.754.902.725, representa una importante obra de infraestructura que, según expertos, resulta crucial para asegurar una vía alternativa eficiente tras el colapso del tramo de la ruta 3 el pasado 30 de agosto. Este ambicioso plan, que claramente supera las posibilidades de financiamiento con fondos propios, ha despertado gran interés y debate en la comunidad, ya que se busca evitar el ingreso de camiones al centro de la ciudad. La necesidad de una solución efectiva y sostenible para el transporte de carga ha puesto de manifiesto la importancia estratégica de esta iniciativa.
AUMENTO DEL BOLETO DE COLECTIVO
El municipio se encuentra ante una encrucijada de decisiones que impactarán directamente en la vida cotidiana de los habitantes de Comodoro Rivadavia. Si bien las obras de infraestructura son de vital importancia, la atención se centra en el quite de los subsidios en tarifas y servicios, especialmente en lo que respecta al transporte de pasajeros.
Tras el anuncio de la finalización de los subsidios por parte de Caputo, se generó un cálculo inicial que estimaba que el boleto de colectivo en Comodoro Rivadavia podría llegar a costar 700 pesos. Durante la campaña electoral, Milei había prometido y al mismo tiempo negado esta medida. Ante esta situación, la gestión de Othar Macharashvili se propone mantener el aporte municipal para evitar que el boleto resulte tan gravoso para los usuarios. Sin embargo, la retirada del aporte por parte del gobierno nacional ha generado incertidumbre en torno a esta política social.
El debate sobre el uso de casi 3100 millones de pesos al año para evitar un aumento significativo en las tarifas de transporte público ha generado incertidumbre. Existe la preocupación de que este monto no sea suficiente para aliviar la difícil situación de aquellos que dependen del colectivo para ir y volver del trabajo, y que podrían verse afectados por posibles aumentos.
CHISPORROTEOS EN LA ASUNCIÓN
En función al duro panorama económico que se viene, todo lo que pasó el lunes en el acto de asunción de Othar Macharashvili es menor, pero también sirve para ratificar lo difícil que fue la transición entre Luque y la nueva gestión. Algo que, de manera velada, el nuevo jefe comunal certificó en su discurso de asunción.
Lo primero que salió a la luz fue el inesperado cambio del logo de gestión. Se trata de una nítida señal de no continuidad, algo que también había dejado en claro Luque en su momento, y de diferenciación, que se consideró imprescindible establecer desde el primer minuto.
Desde la nueva administración explicaron que se mantendrá el logo municipal en carterlería y membrete. Lo mismo sucederá con el trabajado Alma Patagónica, en el que tanto se invirtió y trabajó, y que continuará siendo la identificación turística de la ciudad. Pese a que se comenzó desde el primer minuto, el nuevo logo de gestión buscará ir imponiéndolo de manera gradual pero solo para los actos oficiales/institucionales no en detrimento escudo municipal.
En el acto, además de la falta de sillas para invitados y familiares, el propio intendente sufrió un inconveniente cuando, al tomar la jura del primer secretario, le acercaron para que lea la fórmula del secretario general de Comunicación Andrés Blanco, cuando tenía frente suyo a Sergio Bohe, quien asumía como titular de Gobierno.
Posiblemente por los nervios lógicos o por confiar en lo que le acercaron, Macharashvili no reparó en el error. Fue el propio Bohe quien, con soltura y experiencia acumulada, dejó en claro que juraba “como Secretario de Gobierno Administración y Transparencia…por la memoria de Mario Morejón, Rosa María Suárez, Lito Gioino, José Esperón y la ciudad que soñaron nuestros pioneros”.
Para el equipo de mayor confianza de Macharashvili no fue un error o uno de esos detalles que pueden darse en cualquier acto. Lo que sostienen es que “hubo una mano negra” y hasta estaban dispuestos a sancionar a la presunta responsable, algo que finalmente se desestimó para no comenzar la gestión con inconvenientes.
Lo más significativo de la diferenciación entre gestión saliente y entrante no fue el logo ni estos errores o mano negra, sino el propio discurso del flamante intendente. En varias ocasiones, Othar Macharashvili afirmó que empezaba algo nuevo y hasta cuestionó, siempre por debajo de cuerda, la forma de conducción de Luque. Uno de los puntos más claros fue cuando, siguiendo la línea de Sergio Massa, aseguró palabras más palabras menos que “conmigo se terminó la grieta: trabajaré para y con todos”.
Macharashvili también aprovechó su discurso para tomar nota del reproche del senador Carlos Linares por la no continuidad de Marcelo Rey en Desarrollo Humano. Apartándose del texto, el intendente destacó la labor de Rey, que fue reemplazado por el abogado Angel Rivera, y sin dar mayores precisiones dijo “seguiremos trabajando juntos. Gracias por todo Marcelo”.
SE COMPLETA EL GABINETE
Finalmente, también hay que señalar que en el acto de jura del gabinete sorprendió la elección de Jorge Espíndola como nuevo secretario de Salud, nombre que no había trascendido porque sencillamente no se lo tenía claro hasta horas antes de la asunción, y la ausencia por el momento de responsable de Obra Pública que, como dijimos, será central en esta gestión y sobre todo luego de lo anunciado por el gobierno nacional.
No se sabe si por falta de acuerdos o por búsqueda de otros nombres de consenso, el lunes no se anunció ni juró ningún titular del área que hasta el 10 de diciembre condujo Maximiliano López. En cuestión de horas se anunciará un nuevo diagrama de trabajo, por el que vuelve a unificarse Obras y Servicios Públicos. Esa supercartera será conducida por Luis Romero, que viene también desempeñándose en lugares estratégicos de esa área durante la pasada gestión.
Por último hay que señalar que, salvo que se necesite un pase por el Concejo Deliberante para ajustar ese organigrama de gabinete, la sesión prevista para el 18 de diciembre no se utilizaría para el envío de ninguna normativa de urgencia. El Ejecutivo prefiere esperar, terminar de auditar números y realidades, ver que pasa a nivel nacional y provincial. Luego de eso, si es necesario, se convocaría a sesiones extraordinarias.
Con este panorama, gabinete completo, logo de diferenciación y una realidad más cruda de lo que se esperaba, Othar Machrashvili tiene en claro que no puede dudar ni esperar un segundo para poner en marcha su gestión desde el primer día.