El GPS en modo recalculando: Torres avanza con la Mesa de Gobernadores mientras diseña su propio partido provincial
Ante la implosión de Juntos por el Cambio, el gobernador electo de Chubut se movió rápidamente y activó a sus pares de 10 provincias para asegurar gobernabilidad y abroquelar votos en el Congreso. Su presencia en la mesa chica fue confirmada por el mismo Mauricio Macri. Con el PRO en crisis, se viene una marca provincial con identidad propia.
Fue una semana de un altísimo voltaje político, que expuso de manera descarnada un abrupto reacomodamiento de piezas a nivel nacional luego del resultado electoral del domingo 22 de octubre, que otorgó el triunfo del candidato oficialista Sergio Massa, quien tendrá que definir mano a mano con el libertario Javier Milei en un balotaje quién será el próximo presidente de los argentinos.
La movida inconsulta de Mauricio Macri y Patricia Bullrich de salir a anunciar un acuerdo para apoyar a Milei, generó un cimbronazo de dimensiones astronómicas en Juntos por el Cambio que no vamos a repasar aquí. Sólo mencionar que la principal coalición opositora cruje como nunca y no son pocos los que avizoran su inminente desaparición.
Es inevitable analizar la realidad de Chubut en este contexto al que no puede escapar, ya que si bien el actual gobernador Mariano Arcioni está enrolado como pocos en las filas del massismo, desde diciembre asumirá las riendas de la provincia Ignacio Torres, quien hace tres meses fue votado dentro de una alianza que hoy está en crisis.
Torres fue gobernador en la boleta de Juntos por el Cambio, acompañado por un vicegobernador radical, como Gustavo Menna, y las listas en Chubut a nivel provincial y municipal muestran este armado. Tres meses después de aquel triunfo, este espacio político salió tercero en la provincia y en el país, por lo que quedó en un lugar de segunda minoría opositora.
Si bien hay quienes podrían pensar que este escenario es el menos favorable para Torres, los que conocen bien al futuro mandatario afirman que los próximos pasos van en la dirección de mostrar todo lo contrario: por su manera pragmática de pensar y analizar la realidad política, entiende este momento como algo “ideal” desde lo político.
Si bien suena ilógico y contradictorio que un gobernador cuyo espacio político salió tercero y quedó afuera de la pelea presidencial vea esto como una oportunidad, hay que entender cómo piensa Torres, quien está alejado de todo dogma y rigidez ideológica, y -producto de su formación y de su joven edad- sabe moverse en los terrenos volátiles.
El joven mandatario chubutense no sólo impulsó la reunión de gobernadores electos de su espacio, sino que ahora va a poner más nafta y acelerar una idea que ya tenía dando vueltas en la cabeza: salirse del corsé nacional de un partido como el PRO, y buscar una identidad propia con un partido provincial que tendrá un ADN chubutense. Algo que logró en su momento el MPN en Neuquén, y que intentó Mario Das Neves con Chubut Somos Todos.
Reconfiguración del poder
Luego del encuentro de los 10 gobernadores electos de Juntos por el Cambio del último miércoles, en el entorno de Torres hablan de un balance en el que fue “todo ganancia” ante una crisis de representatividad que afecta a los dirigentes históricos del PRO y la UCR, como Mauricio Macri, Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales, Ernesto Sanz, y Martín Lousteau, por nombrar sólo algunos.
Incluso en ese mismo sentido se expresó este jueves el vicegobernador electo, Gustavo Menna: la lectura es que hay una reconfiguración del poder, y que en vez de prestar atención a la palabra de dirigentes nacionales que van a los programas de tv, ahora la agenda de la gobernabilidad la manejarán los gobernadores que tienen respaldo en las urnas, de la mano de los legisladores en el Congreso.
Gane Massa o Milei el 19 de noviembre, los mandatarios electos apuestan a que tengan que negociar con ellos la agenda legislativa, tal como se acordó con el interbloque de senadores y diputados el último jueves: aseguran que la mayoría (salvo unos 30 miembros del PRO que responden a Macri y Bullrich) está de acuerdo en “correr el eje” hacia un reparto de poder más federal.
Creen que incluso, de acuerdo al escenario próximo, podrían sumarse otros gobernadores electos como el santacruceño Claudio Vidal o el cordobés Martín Llaryora, para dar todavía más volumen político a una presión legislativa que sería clave para lograr mayorías en leyes clave.
Están convencidos de que -por el momento- el alineamiento de los gobernadores es total y además de Ignacio Torres, tiene un peso significativo el entrerriano Rogelio Frigerio, y dos radicales como el correntino Gustavo Valdés y el mendocino Alfredo Cornejo. Incluso destacan que a último momento se sumó al grupo Jorge Macri, una vez que se confirmó su elección en CABA por la decisión de Leandro Santoro de no presentarse al balotaje.
De acuerdo a lo que han expresado a través de un documento, el objetivo de los gobernadores -además de impulsar un eje de gobernabilidad más federal- es mantener la unidad de Juntos por el Cambio, tal como el mismo Ignacio Torres se lo comunicó a Patricia Bullrich antes del anuncio que hizo junto a Luis Petri el miércoles.
La presencia del chubutense en esa “mesa chica” donde se analizaron en las últimas horas los pasos más importantes a tomar, es todo un dato en sí mismo, que marca el acceso de Torres a los lugares de peso a los que acceden sólo algunos exclusivos, y fue confirmada por el mismo Mauricio Macri en una entrevista con Radio Mitre el último viernes.
Los gobernadores electos -entre ellos el chubutense- eligieron no entrar en la pelea de dirigentes, y abroquelarse con el interbloque de legisladores para dar la pelea en el Congreso. Por ahora, el nombre de Juntos por el Cambio se seguirá manteniendo. Dependerá de quién sea presidente y si alguno de los partidos como el PRO o la UCR termina alienándose y cogobernando.
Pero el escenario es muy volátil y va cambiando minuto a minuto. Por lo pronto, Torres tiene un plan también a nivel local, en su provincia: un partido propio.
El partido de Torres
El dato que manejamos desde hace un tiempo sale ahora a la luz porque el resultado de las elecciones presidenciales aceleró todo, pero hay que dejar en claro que no es una idea reciente y trasnochada: Ignacio Torres ya encargó hace meses a sus más estrechos colaboradores que trabajen en la conformación de un partido provincial, y los trámites están en muy avanzados.
En el círculo íntimo aseguran que ya están los avales listos y hasta las fichas preparadas, para terminar de conformar en los papeles ante la justicia electoral que nace un nuevo espacio político chubutense, que muy probablemente pueda tener un nombre parecido al que se usó en la campaña, como Despierta Chubut.
La primera idea en un momento fue reflotar el MID, el Movimiento de Integración y Desarrollo fundado a mediados de los 60 por Arturo Frondizi y Rogelio Frigerio. Pero luego el objetivo viró hacia un partido provincial con impronta chubutense, una marca local.
El objetivo es involucrar a actores provinciales, porque “no queremos depender de nadie de afuera y que nos puedan intervenir el partido por intereses de dirigentes de otros puntos del país” dijo uno de los armadores. Claramente se buscará una independencia que asegure a Ignacio Torres una plataforma política propia para lo que viene.
Incluso hay quienes aventuran como otra posibilidad, el lanzamiento de una confederación de partidos, en los que no se obligue a quienes ya están afiliados a una fuerza a tener que desafiliarse.
El proyecto está muy avanzado y es un dato fuertísimo en el actual contexto: marca la mirada ambiciosa de Torres de no querer depender de nadie y tener su propia estructura que le de libertad de movimiento para manejarse en un contexto de “transversalidad”. Basta mirar como ejemplo más cercano -para no ir hasta el MPN neuquino o al Chusoto de Das Neves- al partido SER (Somos Energía para Renovar Santas Cruz) fundado por el petrolero Claudio Vidal.
Este adelanto de ADNSUR es todo un dato que va a marcar un punto de inflexión en el tablero político de Chubut, porque Torres llegó por una alianza entre PRO, UCR y Pach, pero ahora buscará trascender ese encorsetamiento y buscar algo distinto, tal como ya adelantamos que se observa en el armado de su gabinete.
Asistimos a un escenario impensado hace unos meses atrás, cambiante al extremo, producto de la vida política de un país convulsionado y de una provincia complicada como Chubut, donde el electorado votó hace tres meses a una alianza que enfrenta un panorama crítico.
En el andar del gobierno de Torres se verá cómo funciona el matrimonio electoral con el que llegó al poder junto a los radicales, e incluso ya se observan algunos cortocircuitos con ciertas figuras del PRO chubutense, como Ana Clara Romero, que se despegó de la estrategia de neutralidad y apoyará a Milei.
Por las dudas, el futuro gobernador ya tiene armada su propia herramienta electoral, porque no está dispuesto a estar esperando definiciones de afuera: por más que seguramente no le gustará el término, estamos en las puertas del nacimiento del “nachismo” o “torrismo”, una corriente que se vinculará con su liderazgo.