El triunfo de Treffinger no se explica sólo por el “arrastre Milei”: tercera elección exitosa de un nuevo espacio que llegó para quedarse

La primera lectura rápida de los datos provisorios del resultado de las PASO en Chubut, marca la sorpresa por la contundencia del triunfo del espacio de Javier Milei, en una ola nacional que por supuesto tiene explicaciones. Pero evitando caer solamente en una interpretación de un efecto arrastre del voto bronca en todo el país, hay que saber leer entre líneas que en Chubut hay particularidades que no pueden ser pasadas por alto, y que están vinculadas a la novedosa figura de César Treffinger.

El emprendedor comodorense de 48 años irrumpió en el escenario político como una figura totalmente nueva hace dos años, como un “outsider” que nunca había tenido vinculación alguna con otro espacio o partido, ni presencia en algún cargo público.

Su discurso ya sabía leer el descontento de la gente con el sistema, y se plantaba ante las grandes estructurales nacionales del justicialismo y Juntos por el cambio, con un anclaje en la agenda provincial, apoyado en la estructura del Pich y creando desde cero un partido nuevo, como Ciudadanos por Chubut.

Con una campaña austera de pocos recursos y un colectivo ploteado, recorrió toda la provincia como candidato a senador, y logró un excelente resultado. No llegó al Congreso, pero se instaló como nuevo espacio, alcanzando 44.053 votos en octubre de 2021, con el 15,1 % de apoyo de los chubutenses.

En aquella elección legislativa, Treffinger salió en tercer lugar detrás de Ignacio Torres y Carlos Linares, y logró superar con holgura a la lista que impulsaba el gobierno de Mariano Arcioni, que llevaba como candidato a una figura ultra conocida por la sociedad chubutense, como Federico Massoni.

El desafío era mantener ese caudal dos años después, en un 2023 con un calendario cargado de elecciones, con armados de candidaturas locales y provinciales. Treffinger pudo conformar un espacio que tuvo candidatos en la mitad de los municipios, donde logró varias bancas de concejales, y a nivel provincial, su fórmula a gobernador con Laura Mirantes obtuvo 43.096 votos, alcanzando el 13,1%.

No sólo logró mantener su caudal de dos años antes, sino que alcanzó algo histórico: se convirtió en la tercera fuerza en la Legislatura, con tres diputados provinciales que asumirán en diciembre, arrebatando incluso una octava banca al frente del justicialismo. De este modo, se afirmó como un espacio opositor a tener en cuenta y que no pasa desapercibido.

Anticipación

Treffinger tuvo además una lectura de anticipación correcta, y mostró visión política hace 10 meses. Hoy es fácil, a la luz de los resultados, decir que se “colgó” del saco de Milei. Pero es cometer un anacronismo. Porque hay que situarse un año atrás, para entender que hubo una apuesta por un proyecto que hasta ese momento era sólo una promesa.

Mientras los frentes con las sociedades del PRO y la UCR, por un lado, y todo el arco del peronismo por el otro, se desgastaban en negociaciones por dirimir quién iba a encabezar las fórmulas por la provincia, y elucubraban estrategias con Ley de Lemas o eliminación de las PASO -más la disputa por fecha de convocatoria-, Treffinger se aseguró una alianza con el sector de los libertarios, que aún no tenía siquiera un partido con estructura nacional.

La foto Treffinger-Milei fue todo un dato en su momento, pero parecía pincharse cuando las elecciones en cada provincia mostraban que los votos del espacio no eran importantes, y daba la sensación de que se desinflaba el globo del “fenómeno peluca”.

Sin embargo, una vez más las encuestadoras equivocaron los pronósticos, y nadie vio venir semejante nivel de respuesta popular en las urnas de este domingo. A la base de votos que ya había demostrado Treffinger, se le sumó el aluvión de votos de Milei, llevando la lista de diputados a 117 mil votos, por encima incluso de la cifra alcanzada por Ignacio Torres en la última elección a gobernador.

Estructura propia

Todo lo anterior se logró dentro de un espacio nuevo provincial, que se apoyó al comienzo en un partido como el Pich que nunca había tenido gran desempeño en las urnas y carecía de estructura territorial.

El último domingo, las elecciones fueron fiscalizadas en casi toda la provincia con el entusiasmo de fiscales recién acercados al ruedo político, que de manera voluntaria se ofrecieron a cuidar los votos frente a los pulpos de los partidos nacionales. Luego del desgaste de la elección de hace dos semanas, que mostró cansancio en otras fuerzas, el 13 de agosto los libertarios pusieron toda la energía y la confianza en una boleta que sentían ganadora.

Milei tenía muy poca base propia en Chubut -existe un grupo dirigente de sesenta personas que Treffinger mantuvo del equipo original del líder libertario nacional en las cinco principales ciudades-. Y para obtener el 40 % en esta provincia, se apoyó en toda la estructura montada por el emprendedor con Ciudadanos por Chubut y el Pich en los últimos dos años, sacando frutos a la alianza que ambos sellaron el año pasado.

Habrá que ver el resultado de octubre, pero está claro que este espacio es lo “nuevo” en Chubut que desbancó antiguas estructuras como el Provech, o el Chusoto. Ya tiene representantes en la Legislatura, y muy probablemente tenga voces en el Congreso, que volverán a armar una propuesta para la gobernación dentro de cuatro años. Como Milei, afrontaron un “ninguneo” de sus pares, y hoy son los más votados por los chubutenses.