La senadora por Neuquén, Lucila Crexell, se encuentra en el ojo de la tormenta tras apoyar la controvertida Ley Bases. Su voto positivo provocó un fuerte rechazo y una denuncia por cohecho, presentada por el abogado Federico Paruolo. Este caso fue asignado al juez Ariel Lijo, quien está en la mira de Javier Milei para formar parte de la Corte Suprema.
Crexell, conocida por su voto en contra del primer proyecto de Ley Ómnibus en abril y su apoyo al DNU 70/23, generó desconcierto y críticas con su reciente decisión. Su trayectoria política fue variada: originalmente del MPN, luego pasó por Juntos por el Cambio y actualmente se alinea con Rolando Figueroa en el Senado. Su cambio de postura suscitó cuestionamientos tanto en el ámbito político como en su círculo familiar.
Gustavo Costas expuso a Morena Beltrán ante el Pollo Vignolo y reveló su máximo secreto: “Vos sos..."
La senadora tuvo que aclarar que su respaldo a la Ley Bases estaba vinculado a un acuerdo previo para ocupar la embajada de la UNESCO en París, un compromiso que, según ella, se había establecido al menos 12 meses antes. Crexell desestimó las acusaciones como una "operación política" en su contra.
Además, afirmó que su decisión de apoyar la apertura del debate en general fue consensuada con el gobernador Figueroa, pero subrayó que no respaldaba el paquete fiscal, especialmente la reinstalación del Impuesto a las Ganancias, un tema que enfrenta fuerte oposición de los gremios tanto a nivel nacional como provincial.
La postura de Crexell llevó a Neuquén a ser vista como una "aliada" del Gobierno nacional, lo cual generó tensiones en la política provincial. Esta situación provocó reacciones adversas y alejamiento de importantes aliados, como Marcelo Rucci (Petroleros Privados), Carlos Quintriqueo (ATE) y Juan Carlos Levi (UOCRA).