El financiamiento de la obra pública se convirtió en los últimos tiempos en un enorme desafío para todas las administraciones, y son incesantes las negociaciones entre la provincia del Chubut y el gobierno nacional para buscar vías alternativas ante la falta de presupuesto, que incluyen el canje de deuda, la iniciativa mixta o el crédito internacional.

En medio de todo el entramado de proyectos en danza, hay tres obras centrales -que se destacan por su magnitud- que la gestión de Ignacio Torres está tramitando con Nación, especialmente a través de dos funcionarios como el ministro de Economía, Luis Caputo, y su par de Interior, Guillermo Francos.

De esas tres iniciativas, el dato más novedoso tiene que ver con el proyecto para la pavimentación de la ruta 37 -también conocida como la “circunvalación”- que solucionaría el histórico caos que provoca el flujo de tránsito pesado entre el norte y el sur del país por el centro de Comodoro Rivadavia.

Una obra reclamada durante décadas por la comunidad, que además es un camino esperado por la industria petrolera, por lo que existen charlas avanzadas con varias empresas que están dispuestas a aportar fondos para que el problema del tránsito se solucione de una vez, para de este modo aumentar la eficiencia acortando los tiempos actuales y cuidando a los vehículos.

El proyecto ejecutivo ya está listo y lo tiene en sus manos la Administración de Vialidad Provincial: abarca en total 40 kilómetros, con un acceso desde el norte por Cañadón Ferrays, que retoma por el sur a la altura de la ruta 26 en Pampa del Castillo.

Está dividida en cuatro tramos, que tienen costos estimados: el primero, de 10.747 millones; el segundo, de 11.252 millones; el tercero, de 15.4040 millones; y el cuarto, de 7.962 millones. En total el presupuesto ronda los 45.365 millones de pesos a valores de febrero, es decir, unos 45 millones de dólares.

Segundo tramo proyectado en la ruta 37.

La única manera de obtener esta magnitud de fondos para encarar una obra de esta envergadura, es el financiamiento externo, y para ello, los cañones de la gestión de Ignacio Torres están apuntados a la CAF, como se conocía a la Corporación Andina de Fomento y que actualmente se denomina Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, que tiene como misión impulsar el desarrollo sostenible y la integración regional mediante el financiamiento de proyectos de los sectores público y privado.

La pata política

Los trámites están muy avanzados en lo técnico, pero dependen de un detalle muy importante, que es político: para acceder a crédito internacional, es necesaria una firma del estado soberano, que es la Nación Argentina, como garantía del préstamo que va a solicitar la provincia del Chubut.

Es decir que el proyecto ideado por la gestión de Ignacio Torres depende de la aprobación de la administración de Javier Milei para poder avanzar. Los interlocutores por el momento -en esta y en todas las obras- son el gobernador chubutense y los ministros de Economía, Luis Caputo y del Interior, Guillermo Francos.

Luis Caputo y Guillermo Francos, los interlocutores del gobierno nacional con Chubut.

Al parecer, hay visto bueno de Nación para que estas negociaciones arriben a buen puerto porque en realidad, es quitarse un problema de encima: como ocurre con los otros dos proyectos más avanzados, que son las plantas compresoras de gas y la doble trocha Trelew-Madryn, la propuesta de Chubut trae una solución para terminar obras que la gestión nacional no quiere o no puede finalizar.

Hay quienes sospechan que Milei podría poner como condición para destrabar todo este engranaje, que Chubut aporte los votos para la Ley Bases y el capítulo fiscal que incluye el Impuesto a las Ganancias. Y otros dudan de si incluso depende sólo de Chubut, porque las leyes podrían caerse por falta de votos de otras provincias, y haber una reacción negativa para todos en general.

Es una incógnita cómo reaccionaria el presidente, quien de todos modos tiene su atención centrada en la marcha de la macroeconomía y es probable que su cabeza no registre demasiado las obras en las rutas del interior. Los funcionarios que son interlocutores dentro del gabinete ven con buenos ojos la chance de un acuerdo y en Chubut hay expectativa de que todo pueda culminar de manera exitosa.

El mantenimiento

Más allá de la inversión necesaria para la ruta 37, anunciada ya por el gobernador Ignacio Torres en su discurso a la Legislatura del primero de marzo, y de los trámites necesarios para obtener 45 millones de dólares ante el CAF, el otro punto interesante -y por qué no, polémico- del proyecto, es cómo se va a mantener esta obra.

Como se sabe, la experiencia en Chubut marca que la falta de controles y balanzas ha destruido las rutas. Lo sufre la ruta 40, donde se proyecta colocar una báscula para los camiones chilenos, y también la ruta 3 entre Madryn y Trelew, con enormes huellones producto del peso del transporte.

Para la ruta 37, ya se está previendo cómo será el sistema, e incluso hay charlas avanzadas con las empresas privadas que van a usar el camino de manera habitual, como por ejemplo las de la industria petrolera: hay consenso en que debe pagarse un costo para evitar los daños del uso diario de la cinta asfáltica.

La cabinas de peaje, una foto que no se ha visto hasta aquí en rutas de Chubut.

La idea más concreta pasa por el cobro de un peaje para el mantenimiento, algo que -de concretarse- instalaría por primera vez en Chubut un sistema que es habitual en todo el mundo, pero que requiere toda una serie de condiciones, como por ejemplo caminos alternativos, que aún deben preverse.

En la etapa previa, el cobro de mantenimiento ya tiene defensores y detractores, y promete generar un debate en la región sur, entre los usuarios. ¿Lo pagarán sólo los camiones o todos los vehículos? ¿Será estatal, privado o mixto?

La enorme grieta en ruta 3 que sufrió la ciudad el año pasado marca la urgencia de una solución.

Lo cierto es que Comodoro Rivadavia necesita de una vez una solución al problema del tránsito y los caminos, y esta muy cerca el recuerdo del último desprendimiento que rajó la ruta 3 y que mantuvo casi cortada en dos a la ciudad durante tres semanas.

Las otras obras

Además de la ruta 37, en el gobierno chubutense aguardan con expectativa dos obras concretas: la más adelantada consiste en dos plantas de compresión de gas natural en gobernador Costa y Río Senguer, necesarias para toda la región, y que contarán con inversión conjunta de los gobiernos de Río Negro y Neuquén.

Se trata de una inversión de 7 mil millones de pesos que se necesita urgente, porque es un cuello de botella que impide que se habiliten nuevas conexiones domiciliarias de gas en la cordillera, no sólo en Chubut, sino en las provincias vecinas. En este caso, Nación ya autorizó el traspaso de la obra y está todo listo para que puedan concretarse.

Ignacio Torres visitó hace un mes en Gobernador Costa el lugar donde se hará una de las plantas compresoras de gas.

La otra obra en la que existen negociaciones avanzadas es la doble trocha entre Puerto Madryn y Trelew, comenzada hace 18 años y aún sin final de obra con varios tramos pendientes. Para esto, lo que se necesita es cerrar un acuerdo de intercambio de deudas cruzadas entre Provincia y Nación.

Por ejemplo, si la deuda de Anses con la caja de jubilaciones del ISSyS asciende a 40 mil millones, y la deuda total de Chubut con el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial es de 140 mil millones, esa diferencia de 100 mil millones podría aportarla el estado provincial en obras que corresponden a Nación, a cuenta de la cancelación del préstamo.

Para ello, Vialidad Nacional debería ceder a la provincia la obra y el Ministerio de Economía acceder a que la inversión en terminar la ruta sea tomada como pago de la deuda con el Estado Nacional. Una decisión que hoy es potestad de Luis Caputo y que hay muchas chances que se concrete.

Finalizar la doble trocha en ruta 3, entre Puerto Madryn y Trelew, es una obra prioritaria para el gobierno provincial.

En último lugar mencionamos la ansiada y reclamada obra del acueducto, la menos concreta de todas porque todavía está en etapa de evaluación. Por ahora es una idea base que están trabajando equipos técnicos de Provincia, Municipio de Comodoro y del gobierno nacional.

Aún no están calculados los valores, pero se debe determinar previamente cuál es el costo de cambiar absolutamente toda la cañería del acueducto desde Sarmiento hasta Caleta Olivia (por eso también tiene participación el gobernador santacruceño Claudio Vidal) y, por otro lado, cuál es el monto global del pasivo ambiental que dejaría YPF en la región.

El objetivo es que la firma petrolera nacional termine financiando la nueva obra en compensación por la explotación de los suelos comodorense durante más de un siglo. Se trata de una idea interesante pero aún en ciernes: falta mucho para que algo así se concrete, por lo que simplemente lo mencionamos como ejemplo de todas las alternativas que se buscan a obras de una magnitud enorme y fuera del alcance de un estado provincial.  

Las gestiones están en marcha, hay mucho trabajo técnico pero gran parte depende de la negociación política: dos rutas fundamentales, como la 3 en zona norte y la 37 en zona sur, así como la provisión de gas domiciliario, dependen de que la Casa Rosada entienda las necesidades de la gente que vive en el interior. Como ya se sabe, Dios está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires.

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