"Bendita lluvia": llegó el agua a los incendios del Valle Magdalena
Las precipitaciones trajeron esperanza a los brigadistas, pero el fuego sigue arrasando miles de hectáreas.
"Llegó la lluvia", fue el grito de alivio que recorrió el campamento de brigadistas en la zona de Tromen. Tras días de lucha incesante contra el incendio en Valle Magdalena, el agua trajo un respiro a quienes trabajan sin descanso para contener el avance del fuego.
Las primeras gotas comenzaron a caer este viernes al mediodía, mientras algunas zonas de la provincia permanecen bajo alerta por tormentas y posible caída de granizo. Aunque la lluvia es un alivio, el incendio sigue activo y ya arrasó 23.844 hectáreas de bosque y pastizales, convirtiéndose en una de las emergencias ambientales más graves del último tiempo en la región.
Según el último parte de Parque Nacional Lanín, las precipitaciones fueron escasas. "Anoche llovió 1 mm en la estación meteorológica del ICE Lanín situada en Tromen", señalaron. Sin embargo, explicaron que esto solo ayuda a humedecer el combustible fino, evitando focos secundarios, pero no logra extinguir el incendio.
Durante las últimas 24 horas, las llamas se intensificaron en los cañadones perpendiculares al Cañadón Grande y en el Valle de las Yeguadas, donde se formaron dos grandes columnas convectivas. Ante este escenario y la presencia de vientos de más de 70 km/h, las autoridades tomaron la decisión de limitar la acción de los brigadistas en tierra y apostar por el ataque con cinco medios aéreos.
“Las condiciones continúan siendo complejas, por lo que no se desplegará personal en el territorio. La operación se basa en una planificación que prioriza la seguridad de los brigadistas", indicaron desde el Comando Unificado del PN Lanín y la Provincia de Neuquén.
