Aseguran que las ballenas ayudan a combatir el cambio climático
Es porque tienen la capacidad de capturar CO2, uno de los gases responsables del efecto invernadero, y de reponer nutrientes al mar, por lo que su rol es clave en el medio ambiente. Qué dicen los especialistas.
Un grupo de especialistas puso de relieve el rol fundamental de las ballenas en el medio ambiente. Y es que estos cetáceos tienen la capacidad de capturar CO2 -uno de los gases responsables del efecto invernadero- y de reponer nutrientes al mar, por lo que tienen una función clave frente al cambio climático, según publicó Télam-Confiar, una plataforma de la agencia de noticias con información especializada en ciencia, salud, ambiente y tecnología.
"Las ballenas son guardianas de los océanos y de la vida misma", afirmó en esta línea Roxana Schteinbarg, co-fundadora y coordinadora de Programas de Comunicación del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB). "Con sus enormes cuerpos, tienen la capacidad de capturar CO2 (dióxido de carbono) de origen antropogénico, mucho más que un árbol: 33 toneladas a lo largo de su vida, que puede superar los 100 años. Cuando mueren y sus cuerpos llegan al fondo del mar, este gas queda retenido en el lecho oceánico, reduciendo el stock de CO2 en la atmósfera, y contribuyendo como si fueran bosques, a la mitigación del cambio climático", explicó la especialista.
Según consignan los expertos ésta no es su única función ecosistémica. Las ballenas son también grandes fertilizadoras de los océanos: al alimentarse de krill y defecar, van reponiendo nutrientes que permiten el crecimiento de algas y otros microorganismos que son a su vez alimento del krill, en un ciclo perfecto de economía circular.
Por otro lado, a partir de actividades de avistaje, al desarrollo del turismo en muchas regiones del mundo, como Península Valdés. Paradójicamente, y pese a sus enormes contribuciones al ecosistema, las ballenas son una de las especies más amenazadas por los desequilibrios ambientales generados o agravados por la actividad humana: el cambio climático, la basura plástica y la contaminación de los océanos y mares.
CAMBIO CLIMÁTICO
Un estudio de investigadores del ICB y de Ocean Alliance, describe Télam, mostró los efectos del cambio climático sobre la supervivencia de las hembras de ballena franca austral. De acuerdo a este trabajo, que fue publicado en la revista científica Science Advances, la mortalidad de las hembras aumenta luego de eventos de El Niño, y esto puede retrasar o incluso impedir el nacimiento de nuevos ejemplares.
El Niño, -un fenómeno caracterizado por la fluctuación de las temperaturas del océano- provoca un calentamiento de la superficie del mar, reduciendo la abundancia del krill. Esto disminuye las posibilidades de alimentación y afecta especialmente a las hembras en etapa reproductiva. Las ballenas tienen un año de gestación seguido por otro año de lactancia, lo cual implica un sobre-esfuerzo para su organismo que las hace perder masa corporal, según mostró el estudio a partir de foto-identificación y comparación de imágenes de las ballenas a lo largo de los años.
El cambio climático también genera una mayor frecuencia e intensidad de fenómenos como la marea roja que ocurrió en la zona de Península Valdés entre fines de septiembre y principios de octubre y provocó la muerte de al menos 30 ballenas.
"Hay evidencias que muestran que los cambios en las corrientes marinas y en la intensidad de los vientos, el aumento de la temperatura del mar y de la cantidad de materia orgánica en el agua, favorecen las floraciones algales que provocan la marea roja", explicó el biólogo Mariano Sironi, co-fundador y director de investigaciones del ICB.
"Lo que sucedió es que este año las floraciones algales tuvieron niveles récord de toxinas. Y si bien las ballenas no se alimentan de algas sino de zooplancton y krill; filtran el agua con algas y al filtrarla, ingirieron las toxinas letales", detalló.