Bailar tango con libertad de roles es posible
Loreley Hernández y Mariana Nieva, las bailarinas de tango en Comodoro Rivadavia que proponen en su taller un aprendizaje libre de roles predeterminados. Para milonguear ya no hacen falta parejas de hombres y mujeres. ¿Y vos qué esperás? Ya no te quedan excusas para comenzar a bailar.
“Con Mariana queríamos bailar y no teníamos con quién, y por eso formamos una pareja de baile entre nosotras, no nos íbamos a quedar con las ganas solo porque éramos dps mujeres”, comentó Loreley, profesora de danzas y bailarina de tango en la ciudad.
Las milongas en Comodoro se multiplican y los bares y salones son el punto de encuentro para que los amantes del tango se reúnan. Allí se acercan los fines de semana con los zapatos lustrados y la mejor “pilcha” que algunos guardan especialmente para esos días.
Mariana y Loreley se conocieron en una milonga y allí sellaron su amistad y el amor por el tango.
Actualmente son las coordinadoras de un taller que promueve el aprendizaje de esta danza sin limitaciones. Mujeres y hombres pueden aprender los dos roles que están previstos en el tango: líder y seguidor, interpretados según la tradición por el hombre y la mujer.
El bandoneón descargaba sus notas musicales en el aire y las parejas en un abrazo se disponían firmes, las manos y los brazos hablaban palabras invisibles y la música los envolvía en el lamento de otros. Los pies se mecían y recibían el peso del cuerpo de un lado al otro hasta que al fin se deslizaron en la pista y contaron sus propias historias.
Loreley tenía unos zapatos de charol bajos que se escondían bajo el ruedo del pantalón ancho. Mariana unas sandalias altas que descubrían las uñas pintadas de rojo. Nadie reparaba en que eran dos mujeres, solo importaba mirarlas y seguirlas al ritmo del 2x4.
Esto pasaba en Actitud Pandora, un martes en una tarde oscura. El viento en la calle empujaba al frío helado hacia el cerro Chenque, y adentro, un grupo de personas se abrigaba en la música y los abrazos y allí, entre compases dio comienzo la entrevista con ADNsur
TALLER TANGO LIBRE DE ROLES
Las chicas hace tiempo buscaban el espacio para volver a las pistas. Algunas de las dificultades eran encontrar a los hombres disponibles para ensayar. Cansadas de perder tiempo decidieron armar pareja entre ellas y comenzaron a concurrir a las milongas juntas.
El tango como danza posee una estructura y roles y descubrieron que tener una pareja de baile del mismo género no las limitaba para nada. Esta danza se basa en el abrazo y la comunicación corporal y que haya 2 hombres o 2 mujeres como pareja no genera ningún tipo de restricciones.
“A veces cuesta porque existe una cuestión predeterminada culturalmente, si sos mujer tenés que bailar como tal, y lo mismo con el hombre. Nosotras proponemos la libertad de elección sin encasillar roles”, afirmó Mariana, bailarina de tango.
La libertad de roles era impensada hace unos 20 años atrás, pero el tiempo pasa y los cambios se producen y en la Patagonia ya es común ver a estas nuevas parejas integradas por personas del mismo género.
Para las docentes, la comunicación es la base principal en el tango y eso promueven en sus talleres. Actualmente hay una visión acerca de esta danza un poco más colaborativa porque funciona de a 2 y si algo sale mal es responsabilidad de ambos.
“La propuesta es que todos puedan ponerse en el lugar del otro y entender lo que le pasa al compañero a la hora de bailar y que cada uno elija qué rol quiere cumplir independientemente de si es hombre o mujer”, indicó Loreley.
5 MOTIVOS POR LOS QUE TENÉS QUE BAILAR TANGO
💃Para conocer gente y hacer cosas nuevas en la rutina diaria
🫂 Sentir el abrazo que se produce en el tango es único
⏳ No hay límite de edad para aprender
🥸 👩🏽🦱 El tango no discrimina y se mezclan las generaciones
🎼 Sus letras y melodías son divertidas, románticas y apasionadas
PASIÓN TANGUERA
Mariana recordó la primera vez que fue a un taller. En el salón la deslumbró la coreografía que hacía la docente junto a un alumno. Lo que la atrajo fue la energía que había entre esas dos personas. Parecía que se amaban sin necesidad de decir una sola palabra. Cuando terminó el tema cada uno volvió con sus propias parejas.
“Esa experiencia me voló la cabeza y nunca más dejé el tango”, comentó Mariana.
Cuando se observa a una pareja de baile lo primero que atrae la mirada es el movimiento envolvente de los pies, pero Mariana insiste que para quien baila lo mejor es la conexión del abrazo con el compañero, aunque sea un desconocido las sensaciones que se generan son únicas.
El tango atrapa, hipnotiza y el paso más difícil es decidirse a comenzar, una vez que se atraviesa esa puerta se convierte en camino sin retorno.
Un principiante comienza con un abrazo más abierto y está pendiente de los pasos y los movimientos. A veces puede resultar incómodo el abrazo de un extraño, pero una vez que se entiende este canal de comunicación es cuando ocurre la magia.
Loreley y Mariana en la entrevista se enfocaron en las sensaciones que se tienen cuando se toma a un compañero y se baila. No se entretuvieron en dar explicaciones técnicas ni teóricas, solo expresaron sus deseos de hacer un tango para todos, para quienes tengan el deseo de bailar y no importa quién sea su pareja de baile.
En los últimos minutos de la clase todos bailaron por la pista, el roce de los zapatos contra el piso sonaba al compás de la melodía. Una pareja trataba de llevar adelante el “8” sin chocar a nadie. Al final Mariana hizo los avisos parroquiales sobre milongas del fin de semana.
Todos comenzaron a cambiarse de zapatos y organizaron el próximo encuentro.
¿Y vos que esperás para sumarte? Tal vez te llegó la hora de aprender a bailar tango y lo mejor que podés ir con quien vos quieras.
Acá tenés los datos del taller se realiza los martes de 19 hs a 20:30 hs en Actitud Pandora ubicado en Viamonte 974.
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