Científicos descartan que el último sismo en la Patagonia se vincule al fracking u otro tipo de actividad humana

El licenciado Gerardo Sánchez es integrante del Instituto Nacional de Prevención Sísmica y detalló este martes las características del sismo registrado en la provincia de Neuquén, durante los primeros minutos del unes 17 de julio.

“El evento ocurrió a las 0:05 horas, apenas pasada la medianoche y tiene la particularidad de quizás el sismo de mayor magnitud registrado en la historia de la provincia”, expresó el especialista, en diálogo con Actualidad 2.0.

“Es un sismo de profundidad de más de 200 km de profundidad, por lo cual tuvo ciertas características que son frecuentes en ese tipo de eventos, como por ejemplo que en la localidad de Loncopué, que fue la localidad más cercana en cuanto a epicentro, no lo percibieron con mucha intensidad, pero sin embargo fue percibido en muchas otras ciudades y en una amplia región, incluyendo San Rafael, ciudad de la ciudad de Neuquén, Cipolletti, Bariloche y en varias regiones de Chile”, detalló.

En relación a la intensidad, hizo referencia a la escala de Mercalli modificada, en la que el evento registró una intensidad de III y IV en las localidades de Añelo y Sauzal Bonito, es decir por debajo del umbral de daños edilicios, que comienza en el nivel VI (en este caso, el máximo de la escala des  

“Al sismo lo percibieron principalmente personas en reposo, en pisos superiores y en alguna oscilación lámparas, ventanas o muebles”, describió.En cuanto al origen del evento, indicó que “se vincula a la subducción de la placa de Nazca por debajo de la Sudamericana, lo que está dentro de las hipótesis y controversias que existen con la sismicidad de Neuquén. No hay ninguna actividad antrópica que pudiera afectar a estos niveles de profundidad, que estuvo entre 210 y 240 kilómetros”, refirió.

LA HIPOTESIS SOBRE EL VINCULO CON EL FRACKING NO ESTÁ PROBADA

Al ser consultado sobre el trabajo de investigadores del CONICET que vinculan la sismicidad de Sauzal Bonito y Añelo a las tareas de fracking, al analizar algunos eventos producidos a una profundidad mucho más baja (a 1,2 kilómetros), Sánchez aseguró que no hay estudios suficientes para corroborar esa hipótesis:

“Desde el INPRES hay varios trabajos que lo ven como posibilidad latente, pero todavía es muy difícil decir con buenos fundamentos que la sismicidad está estrechamente vinculada a fracturas hidráulicas”, aseguró.

“Algunas situaciones pueden ser así, otras pueden estar vinculadas a pozos sumideros o inyección de agua. En muchos casos puede depender de que hubiera fallas preexistentes en la zona. Y si no hay fallas, hay que hacer otro tipo de demostración. Es mucho más complejo el asunto, por eso se desarrolló un programa de monitoreo desde el segundo semestre año pasado, con 10 estaciones instaladas en Neuquén y faltan 10 más”, advirtió.

Al profundizar en su explicación, el especialista indicó que “se está trabajando en diferentes aspectos para saber si existe vinculación y en qué procesos y cuáles son, porque depende de varias condiciones. Para el segundo semestre de este año, se espera que esté toda la red instalada y mientras tanto se va tratando de identificar todas las fallas geológicas o el tipo de suelo que hubiere, en interpretar y entender la amplificación que podrían tener Sauzal Bonito y Añelo. Se está trabajando con diferentes aspectos en lo que respecta a sismicidad de Neuquén. Se tienen en cuenta distintas hipótesis, pero no simplemente se vincula con el fracking, sino cómo y en qué zonas y cuáles son todas las condiciones que intervienen”.

Finalmente, reiteró que “para INPRES es muy precipitado establecer una relación absoluta entre sismicidad y la fractura hidráulica, porque antes de tener una conclusión necesitamos contar con los estudios oficiales”.