Cómo enfriar una botella de vino en solo tres minutos
La temperatura es esencial para servir este caldo, el mejor acompañante en toda buena comida o cena. Un experto sommellier indica el mejor modo de conseguirlo.
El caldo, mejor siempre frío. Dependiendo de si es tinto, rosado o blanco, el vino suele consumirse mejor entre los 7 y 15 grados. Más de 20 ya resulta una atrocidad. Pero de igual modo, si lo tomas muy frío (en torno a 2 o 4 grados solamente), apenas se podrán percibir sus aromas, acentuándose los sabores ácidos, según la propia Organización de Consumidores. Con el tinto puedes permitirte que llegue a estar más templado (unos 17 grados como máximo).
"Lo más recurrente será meter la botella en el congelador y esperar". Craso error.
No es un asunto baladí. La temperatura a la cual debe ingerirse un vino no es un mero capricho, sino esencial para aprovechar al máximo sus propiedades y características y sacarle el mejor partido. Lógicamente cuando hace calor suele apetecer más que esté fresquito, y resulta un auténtico placer entrar en calor degustando un vino que ya tenga solera. En cualquier caso, un vino no es un refresco. Las cualidades que encierra cada uno solo se pueden apreciar si se consume a una temperatura adecuada.
¿Cuál es la mejor forma para enfriarlo de cara a un consumo futuro? Para atemperarlo, la mejor opción es introducir la botella en un recipiente con agua y hielo durante unos minutos. No daña tanto la composición del caldo, pero conlleva esperar al menos un cuarto de hora para que logre enfriarse. Si acaban de llegar las visitas y no tienes tiempo, lo más recurrente será meter la botella unos diez minutos en el congelador. Esta puede ser una forma rápida de resolver el problema, pero desafortunadamente, esta solución no es buena ni para el caldo y lo único que conseguirás es que esté semifrío.
Esta táctica es un poco rara; pero simple y sencilla a la vez. Tan solo necesitas una bolsa de hielo y algo de sal. Según McClintic, debes poner en un barreño o recipiente hondo abundante agua con hielo. Y sí, unosbuenos puñados de sal. Para que esto sea realmente efectivo, la botella debe estar completamente sumergida dentro del agua. "La botella debe hundirse en el agua, es imprescindible", reconoce.
Si agregas uvas heladas al caldo, conseguirás enfriarlo y no se diluirá, como sucede con el hielo.
No es un simple truco fruto de la inventiva personal. La ciencia avala que al echar sal los grados del vino descienden, pero permite que no se congele, consiguiendo la temperatura deseada. Pero, ¿cuánta cantidad de sal es necesaria? "Uno o dos puñados", aconseja el summiller. "Lo que sucede es que la botella se encuentra envuelta en hielo, y por tanto, la temperatura baja mucho más rápido que si la metemos al frigo o al congelador".
Otros trucos
Si no dispones de hielo y sal, McClintic ofrece estos otros tres trucos para conseguir enfriar la botella de vino lo más rápido y fácilmente posible. Por ejemplo, envolver el recipiente con una hoja húmeda de papel de periódico y ponerla de lado en el congelador durante unos 20 minutos. También valdría papel de cocina o higiénico, aunque es menos estable y tendería a deshacerse. Por otro lado, si congelas uvas y las agregas al caldo, conseguirás también que se pueda enfriar de forma rápida, ya que estas funcionan como cubitos de hielo naturales que absorben el calor del vino, con la ventaja de que la bebida no se diluirá.
Fuente: elconfidencial.com • Fotos: pexels.com