En los hogares modernos, los electrodomésticos son uno de los principales consumidores de energía eléctrica. Dentro de este grupo, el televisor destaca como uno de los mayores culpables del elevado gasto energético. Sin embargo, hay diversas opciones para reducir el consumo de sus televisores y, en consecuencia, disminuir el impacto en sus facturas de luz.

La forma más efectiva de reducir el consumo energético del televisor es apagarlo por completo al terminar de usarlo, en lugar de dejarlo en modo de espera. Desconectarlo de la corriente eléctrica evita el llamado "consumo vampírico".

Configurar el brillo de la pantalla a un nivel cómodo pero no excesivo también ayuda a ahorrar energía, ya que las pantallas más brillantes consumen más electricidad.

Foto: Ilustrativa-Google
Foto: Ilustrativa-Google

Activar las funciones de ahorro de energía integradas en los televisores modernos, como el ajuste automático de brillo y el apagado automático tras períodos de inactividad, reduce significativamente el consumo diario.

Optar por televisores con certificación Energy Star garantiza que cumplen con estándares de eficiencia energética. Si bien su inversión inicial puede ser mayor, se recupera a largo plazo por el ahorro en la factura eléctrica.

Finalmente, es importante considerar que pantallas más grandes consumen más energía para iluminar sus píxeles, por lo que un tamaño menor resulta más económico y respetuoso con el medio ambiente.

Con información de Infobae, mejorada por IA, redactada y editada por un periodista de ADNSUR. 

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