De la ficción a la tragedia: Cómo los casos de Comodoro y Trelew se asemejan a "Monstruos, la historia de Lyle y Erik Menéndez"
La reciente popularidad de una serie de ficción y un documental argentino en Netflix sobre los hermanos Menéndez, condenados por el asesinato de sus padres en 1989 en Estados Unidos, evoca resonantes casos emblemáticos de crímenes en Trelew y Comodoro Rivadavia que aún permanecen en la memoria colectiva.
La noche del 20 de agosto de 1989, Beverly Hills fue el escenario de uno de los crímenes más impactantes en la historia de Estados Unidos con el asesinato de José y Mary Louise Menéndez. De acuerdo a lo que se determinó en el juicio penal, sus hijos, Erik y Lyle Menéndez, tomaron dos escopetas y dispararon repetidamente contra ellos en su propia casa en Hollywood.
Los hermanos alegaron que su decisión venía motivada por un continuado abuso físico y psicológico por parte de sus padres como una de las razones para justificar su asesinato.
Netflix se ha encargado de trasladarlas a la ficción. Primero lo hizo con Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez que se mantiene como uno de los contenidos más vistos en Netflix. Según datos proporcionados por la plataforma, la serie acumuló más de 32 millones de visitas desde su estreno el 19 de septiembre.
Tras el éxito de la ficción, la plataforma estrena ahora Los hermanos Menéndez, un documental que fue realizado por argentinos en el que se profundizan las características del caso con testimonios de Erik y Lyle desde sus cárceles donde cumplen las condenas a cadena perpetua.
En las últimas semanas, cobró protagonismo una película de menos de 2 horas de duración que no sólo es un éxito entre los usuarios de Netflix por su trama sino que ha causado particular furor en nuestro país al haber sido creada por Campfire Studios, la productora del documental.
El director es Alejandro Hartmann. Luego se sumaron al proyecto otros argentinos para una parte del proyecto como Lucas Bucci y Tomás Sposato, junto con Santi Parysow, que también trabajó durante el proceso.
¿POR QUÉ LOS HERMANOS MATARON A SUS PADRES?
Durante el juicio, los hermanos declararon que cometieron el crimen por miedo a que su padre los matara después de que amenazaran con exponerlo por los años de abuso sexual, emocional y físico que ambos sufrían.
Sin embargo, la fiscalía argumentó que los hermanos asesinaron a sus padres para heredar su fortuna multimillonaria.
El primer juicio, donde fueron juzgados por separado, terminó en un jurado dividido y fue declarado nulo. En el segundo juicio, los hermanos fueron juzgados juntos, pero el juez no permitió que las pruebas de abuso fueran presentadas.
Finalmente, el jurado los declaró culpables y ambos fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Este caso generó gran controversia por las discusiones sobre el abuso familiar y el poder del dinero en la justicia.
'OPERATIVO CLAMOR' PARA QUE LA FISCALÍA REVISE EL CASO
A través del impulso que tuvo la serie de ficción, el documental y la posición pública de figuras artísticas de EEUU como Kim Kardashian, se generaron las condiciones para generar otra mirada del hecho con perspectivas transformaron el enfoque de estas situaciones en los últimos años.
Este resurgimiento en el caso Menéndez llega en un momento donde existe un creciente debate sobre la justicia penal, especialmente, en torno a cómo se aborda el abuso y el trauma en los tribunales.
La revisión del caso por parte de la fiscalía de Los Ángeles podría abrir la puerta a nuevas interpretaciones de los eventos que llevaron a la condena de los hermanos.
El caso de los Menéndez sigue siendo un punto nodal de discusión sobre la equidad y el tratamiento de los acusados en el sector judicial que renueva la necesidad de considerar los aspectos psicológicos y de abuso en los casos criminales con testimonios de los profesionales especializados.
LA COMPARACIÓN CON EL CASO SCHOKLENDER EN ARGENTINA
La Justicia determinó que la noche del 30 de mayo de 1981, Pablo y Sergio Schocklender utilizaron un fierro de 30 cms. para golpear en la cabeza a su padre y a su madre hasta desvanecerlos y luego los ahorcaron hasta quitarles la vida.
El doble crimen fue descubierto a la mañana siguiente por unos niños que jugaban en frente al Parque ‘Las Heras’ cuando vieron que del baúl de un Dodge Polara metalizado oscuro -que resultó ser del padre de los Schoklender- salía un hilo de sangre.
A través de la requisa del vehículo, hallaron los cuerpos de Mauricio Schoklender y su esposa Cristina Silva. Estaban envueltos en sábanas y sus cabezas cubiertas con toallas y bolsas de residuos.
Sergio y Pablo confesaron los homicidios, pero luego los negaron y sostuvieron que se trató de un ajuste de cuentas. Esa fue la hipótesis de la defensa de los hermanos Schoklender.
El abogado defensor, Jorge Goodbar, dijo que en el doble crimen estaban involucrados sectores militares.
Es que Pittsburgh y Cardiff, la empresa donde trabajaba Mauricio, representaba en el país a los principales grupos empresarios europeos de la industria bélica. En el juicio, la Justicia rechazó ese argumento.
Sergio se recibió de psicólogo y abogado en prisión y escribió un libro llamado Esta es mi verdad, en el que cuenta que el crimen de sus padres fue un ajuste de cuentas y que ellos eran inocentes.
Tras 14 años preso, Sergio obtuvo la libertad condicional el 28 de noviembre de 1995, después de cumplir las dos terceras partes de su condena. Tras cumplir también los dos tercios, Pablo, comenzó a obtener salidas laborales en mayo de 2001.
Sergio impulsó la educación universitaria en las cárceles y logró recibirse de abogado en prisión. Hasta mayo de 2011 se desempeñó como abogado y apoderado de la Asociación Madres de Plaza de Mayo pero luego se desvinculó luego de escandalosas denuncias.
En 2018, comenzó una nueva vida como maestro mayor de obras en una pequeña ciudad santafesina. Radicado en Pérez, una localidad ubicada a unos 15 kilómetros de Rosario, en una casa de dos lotes.
Pablo, en cambio, tuvo un perfil menos público, aunque también escribió un libro: Yo, Pablo Schoklender, en la que contó su versión de los hechos, que luego se usó para el guión de una película.
‘PARRICIDIOS’ EN TRELEW Y COMODORO RIVADAVIA
El 2 de septiembre de 2018 en Trelew, un hombre de 40 años mató a su padre, Bernardino Meza, con disparos de un arma de fuego durante una discusión acalorada.
El hecho ocurrió en su hogar, donde la víctima (60 años, con antecedentes penales por abuso sexual) estaba bajo prisión domiciliaria.
Según las pericias de la Policía del Chubut, el autor del crimen confesó a su hermano que se había despojado del arma arrojándola a la laguna Chiquichano, ubicada a escasa distancia del lugar del hecho.
La escena del crimen no mostraba signos evidentes de lucha lo que sugiere que el ataque fue repentino y violento.
Tras el asesinato, la policía arrestó al hijo de la víctima, como uno de los principales sospechosos del crimen. El comisario César Bartels aseguró que "conforme a los relatos, fue el hijo que mató al padre", ya que aparentemente habrían estado tomando y luego se desató una pelea.
Otro de los hijos de Meza también fue demorado pero los investigadores no pudieron confirmar si tuvo o no participación en el asesinato de su padre.
La víctima cumplía un arresto domiciliario con una ‘tobillera electrónica’ después de que había logrado abandonar la Alcaidía de Trelew, donde estaba detenido por abuso sexual y violencia de género.
MENORES DE EDAD INVOLUCRADOS EN CASO ATROZ EN COMODORO RIVADAVIA
Otro caso desgarrador tuvo lugar el 10 de agosto de 2021, cuando dos hermanos, de 12 y 16 años asesinaron con un arma blanca a su padre Marcelo Flandes.
Este ‘parricidio’se produjo después de años de hostigamiento y abuso por parte del padre quien había sido condenado previamente por delitos sexuales.
Tras el crimen, los jóvenes se presentaron en una comisaría para confesar lo ocurrido. La situación fue calificada como un acto de legítima defensa, dado el contexto de violencia que vivían.
En 2015, Flandes había sido condenado por abuso sexual a las hijas de su anterior pareja. A pesar de las denuncias previas sobre la situación crítica en la que vivían los jóvenes, las intervenciones estatales resultaron insuficientes para prevenir el desenlace trágico.
Desde el momento del hecho, ambos hermanos recibieron asistencia psicológica, tienen otro contexto familiar de vida y están bajo la tutela de las autoridades judiciales de la ciudad.
Además, participan en programas de integración social que buscan brindarles apoyo emocional y educativo que les permitan continuar con sus vidas y desarrollarse personalmente en todos sus aspectos.
TODOS LOS ORGANISMOS DEBEN ATENDER LOS FACTORES DE RIESGO PARA PREVENIR ESTOS CASOS
Estos casos trágicos subrayan la necesidad urgente de un enfoque más proactivo por parte del sistema judicial y social para abordar la violencia intrafamiliar.
A menudo, estos crímenes están vinculados a factores como el abuso de sustancias, trastornos mentales o situaciones de extrema presión emocional.
Es fundamental implementar mecanismos más efectivos para proteger a las víctimas y garantizar que situaciones similares no se repitan en el futuro.
Las investigaciones y los análisis de expertos señalan que muchos de estos hechos podrían haberse prevenido si se hubieran detectado a tiempo las señales de alerta dentro del núcleo familiar.
Estos casos reactivan la importancia de brindar una atención integral a la salud mental y la necesidad de políticas públicas enfocadas en la prevención de la violencia familiar.
Estos delitos impactan profundamente en las comunidades donde ocurren, dejan secuelas en las familias afectadas como así también en la comunidad en general.
Por ello, es crucial fortalecer los sistemas de apoyo, contención familiar y promover la intervención temprana en situaciones de riesgo.
Con información de Infobae, El Destape y La Nación en una nota editada y redactada por un periodista de ADNSUR.