Egresados no pudieron salir de viaje porque un chofer estaba borracho y los demás conductores no tenían la licencia

Un escandaloso incidente retrasó el tan esperado viaje de egresados a Bariloche de los estudiantes de la Escuela Virgen de Luján, secundaria de Centenario. El problema surgió debido a una serie de irregularidades con la empresa contratada para brindar el servicio de transporte, lo que generó un caos y la indignación de los padres y alumnos.

La situación comenzó cuando un colectivo Volvo de doble piso, de la empresa Rapibus, proveniente de Córdoba, llegó a la calle Intendente Pons, donde se había acordado que partiría a las 23:30 del viernes 3 de enero. 

Tanto los estudiantes como sus padres esperaban en el lugar, y en ese momento también llegaron inspectores de Tránsito del municipio, quienes al solicitar la documentación a los tres choferes descubrieron que ninguno de ellos contaba con la licencia de categoría D3, necesaria para este tipo de transporte. 

Solo poseían la categoría 2, válida para vehículos con hasta 20 pasajeros. Además, la unidad carecía de botiquín y balizas, lo que agravó aún más la situación.

A medida que pasaban las horas y ya pasada la medianoche, los padres seguían sin novedades sobre la situación. La empresa Travel Rock, que había sido contratada para organizar el viaje, había prometido enviar otro colectivo desde Neuquén, pero a medida que el tiempo avanzaba, la frustración crecía. En su lugar, llegaron nuevos choferes, aparentemente de otra empresa, uno de los cuales cumplía con todos los requisitos, pero otro de ellos, después de haber cenado, se presentó para reemplazar al conductor y pasó el test de alcoholemia con un resultado de 0,78, lo que generó un fuerte rechazo por parte de los presentes. La licencia del chofer fue retenida por personal municipal, en medio de gritos e indignación.

La tensión aumentó con el paso de los minutos, mientras algunos estudiantes aplaudían y otros padres expresaban su malestar, recordando que previamente ya habían tenido problemas con la empresa, que inicialmente había propuesto como fecha de viaje el 3 de diciembre, un día en que los estudiantes todavía estaban rindiendo exámenes. 

La situación se tornó aún más compleja cuando, a la 1:15 de la madrugada, un representante de la empresa se comunicó telefónicamente, preguntando por qué los medios de comunicación estaban presentes, lo que generó mayor enojo en todos los involucrados. En el lugar se encontraban el director de Tránsito, Carlos Torres, y efectivos policiales de la Comisaría Quinta.

Finalmente, tras muchas horas de incertidumbre y tensión, se acordó que un nuevo colectivo, con choferes habilitados, llegará a la ciudad el sábado 4 de enero a las 7 de la mañana para que los estudiantes pudieran emprender su viaje. Sin embargo, varios de los jóvenes no pudieron evitar las lágrimas debido a la angustia que les generó el escándalo y la incertidumbre vivida esa noche.

Con información de Centenario digital, intervenida con IA, supervisada por un periodista de ADNSUR