El alcohol y el corazón
El papel del alcohol en la salud del corazón sigue originando cierta confusión.
¿La razón? El alto contenido en antioxidantes (flavonoides, taninos, antocianos y resveratrol) del vino tinto cuyo efecto podría prevenir la acumulación de placa (arteriosclerosis) en las arterias. De hecho, pequeñas dosis de alcohol, que no deben superar los 40-50 gramos diarios, inducen a un aumento del colesterol HDL (el bueno).
Pero es innegable que la línea entre la moderación y el exceso en la ingesta diaria de alcohol es fina y fácil de traspasar.
Tomar bebidas alcohólicas en exceso no solo pone en peligro nuestra salud, tanto física (cirrosis hepática, accidentes cerebrovasculares, cáncer de mama…) como emocional (depresión), sino que además con el tiempo puede dañar el corazón y aumentar la presión arterial.
¿Qué significa beber con moderación?
La tolerancia al alcohol (etanol) varía ampliamente dependiendo de cada persona. Pero al cabo del tiempo, incluso las personas más tolerantes al etanol, sufren los efectos nocivos de una ingesta excesiva.
Las nuevas guías Directrices Dietéticas para los americanos 2015- 2020 recomiendan limitar el consumo de alcohol en adultos a una bebida o trago al día para mujeres y 2 bebidas al día para varones. El alcohol se distribuye a través del agua en el organismo. En el caso de las mujeres retienen menos agua comparado con los hombres. Por eso el nivel de concentración de alcohol en la mujer tiende a ser mayor que en el hombre, lo que aumenta los riesgos del exceso de alcohol.
¿Cuánto es demasiado alcohol?
En Estados Unidos, un trago "estándar" es cualquier bebida que contenga alrededor de 0.6 onzas fluidas o 14 gramos de alcohol "puro" (alcohol/volumen).
Aunque el contenido de alcohol puede variar mucho en distintos tipos de bebidas alcohólicas, ya sean cervezas, vinos o licores, una bebida estándar equivale a:
• 1 copa de 4 onzas de vino tinto o blanco (118 ml) de 12% de alcohol.
• 1 vaso de 12 onzas de cerveza (355 ml) de 5% de alcohol.
• 1 vaso de 1,5 onzas líquidas (44 ml) de bebidas espirituosas de una graduación alcohólica de 40° (80 proof) (whisky americano o escocés, vodka, ginebra, ron, tequila, etc.).
• 1 copa de 1 onza líquida (30 ml) de bebidas espirituosas de una graduación alcohólica de 50° (100 proof).
¿Cómo afecta el alcohol al sistema cardiovascular?
El consumo excesivo de alcohol tiene los siguientes efectos sobre el sistema circulatorio y el corazón: • Disminuye la fuerza del músculo del corazón. • Puede causar arritmias. • Altera el flujo de sangre por las arterias coronarias.
• Aumenta la presión arterial.
• Modifica el metabolismo del colesterol.
Además las personas que beben alcohol de forma abundante a largo plazo (la ingesta de alcohol supone más de 30-50 % de las calorías totales diarias de su dieta) pueden padecer una miocardiopatía congestiva alcohólica.
Se trata de una enfermedad grave que hace que el músculo cardíaco vaya perdiendo la fuerza para contraerse, aumentando las cavidades del corazón y desarrollando una insuficiencia cardíaca. Alcohol y medicamentos, mala combinación.
Las personas que sufren una cardiopatía o insuficiencia cardíaca deben hablar con su médico antes de beber alcohol. El alcohol no solo puede empeorar la insuficiencia cardíaca y otros problemas del corazón, además puede interactuar con ciertos medicamentos.
Principales problemas de mezclar alcohol con algunos fármacos:
• Aspirina+ alcohol: aumenta el riesgo de sufrir sangrado estomacal o intestinal.
• Fármacos para tratar la tos y laxantes+ alcohol: elevan el nivel de alcohol en tu cuerpo.
• Medicamentos para los resfriados y antihistamínicos para tratar las alergias + alcohol: causan somnolencia.
• Acetaminofén para aliviar el dolor + alcohol: puede dañar al hígado.
• Píldoras para dormir, pastillas para aliviar el dolor o con medicamentos para tratar la ansiedad y la depresión + alcohol: estas combinaciones pueden ser mortales. Un trago, sí engorda
Además las bebidas alcohólicas son una fuente de calorías nutricionalmente vacías que pueden aumentar la grasa corporal. Se sabe que cada gramo de alcohol al metabolizarse proporciona 7 calorías.
Comparativamente es un aporte alto si consideramos que un gramo de carbohidrato o proteína aporta 4 calorías o las 9 calorías de un gramo de grasa.
Así una bebida alcohólica, dependiendo de su graduación, podría aportar perfectamente entre 100 y 200 calorías. Lo que equivale al 10% de las calorías que consumimos.
• Una lata de 330 ml de cerveza contiene unas 142 calorías. Es como comerte media hamburguesa. Y una pinta de cerveza de graduación de 5% equivale a 215 calorías o un paquete de patatas fritas.
• Un inocente Cuba Libre o "roncola", compuesto por ron y cola, te aporta unas 225 calorías. El ron es una de las bebidas alcohólicas más calóricas (50 ml de ron equivale a unas 120 calorías).
• Una copa de vino blanco o espumante (cava, champán) de 177 ml equivale a unas 158 calorías. Una copa de vino dulce de 177 ml puede llegar a aportar ¡275 calorías!. • Una copa de vino tinto de 177 ml aporta aproximadamente entre 135-195 kcal en total, dependiendo si se trata de un vino ligero (de 11- 13,5 % Vol.) a uno fuerte (de 13,5-16% Vol.).
Cómo reducir el consumo de alcohol
La Fundación Británica de Nutrición (BNF) ofrece una serie consejos para disminuir el consumo de bebidas alcohólicas:
1. Tanto si eres hombre como mujer no deberías tomar más de 14 unidades a la semana de forma regular, lo que equivale a seis pintas de cerveza o 10 copas de vino.
2. Para evitar la deshidratación, cuando bebas alcohol intenta alternar una bebida alcohólica con un vaso de agua. Esta estrategia además ayudará a tu hígado a metabolizar mejor el alcohol y disminuir así los efectos tóxicos del etanol. Tu cuerpo tarda alrededor de tres horas para descomponer el alcohol de una copa de 250 ml o dos horas para metabolizar una pinta de cerveza. No te engañes la única manera de evitar una resaca es ingerir menos alcohol.
3. No tomes bebidas alcohólicas con el estómago vacío. Si es la hora del aperitivo, elige opciones más saludables. Siempre será mejor idea tomar un sándwich en lugar de patatas fritas o chips o unas tapas con vegetales a la brasa.
4. Beber en las rondas es peligroso. Es muy probable que termines bebiendo más que debes. Mejor seguir tu propio ritmo. ¡Y que sea lento! Acostúmbrate a dar pequeños sorbos y sobre todo no mezcles bebidas alcohólicas. La bebida te durará más y así asegurarás tomar menos.
5. Intenta reducir el consumo con un amigo o con tu pareja. Será más fácil si se tiene apoyo moral.
6. Come una cena saludable antes de empezar a beber. Si cocinas antes de empezar a beber evitarás la tentación de elegir las opciones menos sanas. Aunque sea una excusa perfecta, recuerda que los flavonoides también se encuentran en otros alimentos como los frutos rojos, las uvas rojas, las manzanas o el brócoli. Y que en general el alcohol tiene un efecto dañino sobre el corazón.
Por el Dr. Sebastian Paz. Presidente de la Sociedad de Cardiología de Santiago del Este.
Fuente: elliberal.com.ar • Fotos: aboutespanol.com, ecestaticos.com, ecestaticos.com