El Museo Nacional del Petróleo, el corazón de una historia de identidad comodorense
La creación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales el 3 de junio de 1922 fue el comienzo de una era de desarrollo en la historia de la industria petrolera en Argentina. El paso del tiempo dejó distintos recuerdos que una institución como el Museo Nacional del Petróleo ha mantenido a pesar de las crisis, privatizaciones y el olvido que sufrió este testimonio vivo de la historia nacional del petróleo en la Patagonia y en todo el país.
(Por Franco Córdoba) El museo fue creado el 26 de mayo de 1987, a través de la resolución número 344, en la cual se elegía a Comodoro Rivadavia como el lugar para su ubicación.
Con el aval del directorio de YPF, el 13 de diciembre de 1987 se inauguró de manera oficial, al cumplirse los 80 años del descubrimiento del petróleo.
La dirección del museo estuvo encabezada por Humberto Beghin, hijo de uno de los pioneros de la actividad petrolera en Argentina, hasta 1992, cuando por decisión de las nuevas autoridades de la empresa se decidió cerrarlo, al ser dependencia de YPF.
Sin embargo, en agosto de 1993, la Universidad de la Patagonia San Juan Bosco recibió la transferencia del Museo Nacional del Petróleo, hasta la actualidad. Además, en abril de 1997, y a través de una ley, pasaría a ser parte de un “Bien de interés histórico y cultural”.
Este testimonio de la historia del petróleo en Argentina y de YPF como motor en la industria del país es uno de los cuatro más importantes del mundo, así como por su especificidad, uno de los únicos en su existencia, junto con los museos de Rusia, Canadá y Estados Unidos, lo cual lo constituye en un Museo de Ciencia y Tecnología.
El pozo número 2 es, sin lugar a dudas, el eje del museo, ya que a su ingreso, en el barrio General Mosconi, por la calle San Lorenzo 250, tras el acceso principal se divisa el monolito con la inscripción del Pozo nº 2 y la fecha del descubrimiento, en un imponente acceso.
Este museo, por medio de la Universidad de la Patagonia San Juan Bosco, en 2009 se presentó a la convocatoria por parte del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica de la Nación, en el ASETUR 09, en un proyecto de renovación.
A partir de ganar este concurso, el museo comenzó con una renovación que lo colocará como el mejor actualizado de Sudamérica, en una colección que posee a partir de donaciones, recolecciones de elementos de la empresa YPF y la entrega de pioneros ypefianos.
A partir de la información con la que cuenta el museo, se puede ubicar datos de la más precisa y contar así la historia del petróleo en Argentina, desde su origen hasta su extracción y distribución, con material audiovisual y escrito.
El museo tiene para sus visitantes guías especializados que realizan la visita por el edificio principal, con la apertura del “Túnel del tiempo”, donde comienza a contarse el origen de la vida con la “Teoría del Big Bang”, hasta la actualidad.
Una piedra basáltica de aproximadamente 5 millones de años es la marca del Big Bang y sus “residuos”.
La evolución de los dinosaurios, con diferentes restos fósiles, relata este estado de la era animal, para dar paso a lo que luego desencadenaría en la formación de las napas o “trampas” donde se alojará el petróleo, para su posterior descubrimiento y extracción.
Con esto, la muestra de las diferentes formaciones de cuencas sedimentarias de Argentina es otro de los temas que se desarrollan en la visita al museo, muy bien guiada por el cuerpo de guías del museo.
A partir de ese tramo se encuentra uno de los más importantes espacios en cuanto al museo, ya que el descubrimiento del petróleo, la creación y el desarrollo de YPF en las etapas de elaboración, transporte y comercialización de los subproductos.
Los legajos del General Enrique Mosconi, Humberto Beghin, fotografías en el pozo nº 2, telegramas de la época, así como datos precisos de los instantes del descubrimiento en el Campamento Central.
El paseo, con mucha historia plasmada en vitrinas, cuadros y fotografías, la muestra del museo desembarca sobre piezas de incalculable valor, como una maqueta que representa al campamento central con los lugares más emblemáticos y las ubicaciones de equipos de perforación, batería petrolera y hasta playa de tanques.
La flota de Marina Mercante de YPF cuenta con la representación de embarcaciones exactas hechas a escala, las cuales engalanan la planta baja y alta del museo, así como también una réplica de la destilería petrolera de La Plata, hecha por propios ex-empleados de la empresa.
Los diferentes derivados del petróleo, con agua y sin ella, los primeros surtidores de combustible, así como un cuadro de los diferentes tipos de trépanos (con los cuales se realiza la perforación) se encuentran en este recorrido.
Además de este tipo de elementos que son de mucho cuidado, como todo lo que hay dentro del museo, el sector de las maquinarias de transporte, así como una pequeña flotilla de uso marítimo.
La réplica de la torre de perforación con la que se descubrió petróleo es otra de las grandes imponentes figuras que engalanan este predio que se encuentra en el barrio General Enrique Mosconi, con las herramientas y la caldera originales de tal gesta histórica.
Tanques de petróleo, camionetas de la década del 60, la Máquina Ruston para trasladar materiales pesados, así como también la grúa que llevaba en el cajón a personas para el traslado desde la punta del muelle hacia el barco y partir hasta Buenos Aires.
Todos estos vehículos se colocan al aire libre en el camino hacia uno de sus costados, donde se levanta una de las torres de perforación a tamaño real, imponente, para el tramo final del paseo por el museo.
Sin embargo, la biblioteca y archivo que posee este Museo Nacional del Petróleo contiene gran información desde los documentos y memorias que existen desde los primeros instantes del descubrimiento del petróleo o del nacimiento y crecimiento de YPF.
Las memorias de la Dirección General de Explotación de Petróleo de Comodoro Rivadavia e YPF, desde 1913, los libros de la biblioteca de Mosconi, memorias de YPF, corregidas por el mismo.
La documentación de Mosconi en cuanto a la gestión de 1922 a 1930, en todos los yacimientos del país, actuación de los administradores, directivas generales, relaciones con otros países en materia petrolera, presupuestos, los cuales llegan a 20 tomos de información única.
Se puede tener acceso a los cuadros de exploración de la empresa en diferentes yacimientos de YPF, así como la correspondencia que había entre administradores, telegramas y expedientes del control de yacimiento, cifradas por el telégrafo.
Todo este material está supervisado por la Licenciada en Historia Viviana Borquez, en la biblioteca y archivo, bajo la dirección de la Profesora con Diplomatura en Gestión Cultural Graciela Ronconi, lo que hace del Museo Nacional del Petróleo un recurso infinito en cuanto a la historia, en uno de los más importantes del mundo en la materia.
A pesar de los más de 30 años que el Museo Nacional del Petróleo tiene en la Patagonia y tras transcurrir la privatización, el pase a manos de la Universidad de la Patagonia San Juan Bosco o el regreso de YPF a manos del estado, esta institución sigue de pie a pesar de embates y día a día suma trabajo y esfuerzo por no olvidar las raíces del petróleo, la Patagonia, YPF y Argentina.
En el Museo Nacional del Petróleo late el corazón de nuestra empresa de bandera.
El Museo Nacional del Petróleo es uno de los cuatro más importantes de su tipo en el mundo. En Comodoro Rivadavia, emplazado en el lugar exacto donde el 13 de diciembre de 1907 se descubrió petróleo, se encuentra este predio que testimonia los casi 115 años de aquella gesta, y, especialmente, el siglo de YPF en la Argentina.
Gracias a la acción de cientos de pioneros, YPF nació el 3 de junio de 1922. Sin embargo, el lugar que refleja aquella gesta histórica –el Museo Nacional del Petróleo- recién fue creado 75 años más tarde, el 26 de mayo de 1987, a través de la resolución número 344, en la cual se elegía a Comodoro Rivadavia como el lugar para su ubicación. Con el aval del directorio de YPF, el 13 de diciembre de 1987 se inauguró de manera oficial, al cumplirse los 80 años del descubrimiento del petróleo. La dirección del museo estuvo encabezada por Humberto Beghin -hijo de uno de los pioneros de la actividad petrolera en Argentina- hasta 1992, cuando por decisión de las nuevas autoridades de la empresa se decidió cerrarlo. Por suerte, al año siguiente, la Universidad de la Patagonia San Juan Bosco recibió la transferencia del Museo Nacional del Petróleo, hasta la actualidad. Además, en abril de 1997, y a través de una ley, pasaría a ser un “Bien de Interés Histórico y Cultural”.
EN BLANCO Y NEGRO, HISTORIA DE PIONEROS
Este testimonio de la historia del petróleo en Argentina y de YPF como motor en la industria del país es uno de los cuatro más importantes del mundo, junto a otros similares en Rusia, Canadá y Estados Unidos.
El pozo número 2 es, sin lugar a dudas, el eje del museo. Un monolito, en la entrada del barrio General Mosconi, recuerda el lugar exacto en el que el 13 de diciembre de 1907 se descubrió por primera vez petróleo.
En 2009, se presentó un proyecto de renovación, impulsado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica de la Nación, que lo ubicó como el más actualizado de Sudamérica, con una colección enriquecida por la empresa YPF y los propios pioneros ypefianos.
El museo de 10 mil metros cuadrados ubicado en Avenida Petrolero San Lorenzo N° 250, Barrio Enrique Mosconi, Comodoro Rivadavia, cuenta con guías especializados que parten del edificio principal, recorriendo la historia de los casi 115 años del petróleo en nuestro país.
Originalmente, el museo estaba hecho por y para el personal de YPF y estaba orientado a eruditos y con términos estrictamente técnicos. Hoy está dirigido a todo público, con infografías para saber cómo se forma el petróleo, dónde se encuentra y de qué manera se busca. Un simulador enseña la acción de un trépano hasta el momento en que surge el petróleo desde las napas.
El repaso histórico incluye fotografías y maquetas sobre cómo vivían las familias de los pioneros, sus hogares, los clubes y la sociedad en general, todo desarrollado alrededor del petróleo. Un lugar destacado son las reproducciones de los campamentos, aquellos asentamientos que luego fueron barrios o ciudades, donde originaron poblaciones como Cañadón Perdido, Manantiales, Las Heras, Cañadón Seco o Caleta Olivia.
También están presentes en la recorrida por el museo el transporte, tanto del petróleo como de los empleados, así como los surtidores, según fue pasando el tiempo.
El museo tiene archivos que documentan la historia misma del descubrimiento del petróleo, los legajos del General Enrique Mosconi –de 1922 a 1930-, su biblioteca personal, fotografías en el mítico pozo nº 2, telegramas de la época, memorias y balances de los primeros años de YPF, entre otras joyas.
Hay una réplica de la torre de perforación con la que se descubrió el petróleo, tanques, camionetas de la década del 60 y hasta una Máquina Ruston para trasladar materiales pesados, así como la grúa que llevaba en el cajón a personas para el traslado desde la punta del muelle hacia el barco, cuyo destino final era el puerto de Buenos Aires.