Tiró una botella al mar con un mensaje desde Comodoro, y un hombre le respondió que la recibió en Australia
En marzo de 2017, cuando se cumplía un año de la muerte de Rodolfo, Pierina Sosa, su esposa, junto a sus hijos Gonzalo y Romina, tiraron una botella al mar con un mensaje y la esperanza de que emergiera en alguna costa de la zona. Sin embargo, nunca imaginaron que iba a cruzar el océano y llegar a una playa de Australia, donde, dos años después, fue rescatada por Stephen Hockey, un padre de dos hijas.
En la semana de la muerte de Rodolfo, él le dijo a su hija Romina, quien se preparaba para sus 15 años, "escuchá esta canción de Coldplay…ésta es la canción que más me gusta".
Un año después, Romina escribió parte de "Fix You" en un pequeño manuscrito que, junto a Pierina y Gonzalo, tiraron al mar en una botella de plástico cubierta por una bolsa, sin saber que dos años y dos meses después sería rescatada en una playa de Australia.
Esta historia de cuento es real y sus protagonistas son comodorenses. Pierina, Gonzalo y Romina dialogaron con ADNSUR y contaron cómo se dio este desenlace.
Stephen Hockey, un hombre de Australia, respondió el mensaje que encontró en la botella que llegó a una playa de Mount Gambier.
UNA HISTORIA DE AMOR
Rodolfo y Pierina vivieron juntos 22 años. En 2016, cuando se preparaban para celebrar el 15° cumpleaños de Romina, Rodolfo falleció por un ACV.
El dolor de la ausencia se hizo sentir en el hogar de Pierina, Gonzalo y Romina. Pero debían seguir adelante, y Pierina buscó formas de darles fuerza a sus hijos, principalmente a Romina, quien estaba muy enojada con Dios.
El 3 de marzo de 2017, un año después de la muerte de Rodolfo, Pierina tuvo la idea de ir a la playa de Caleta Córdova, donde a él le gustaba ir a pescar, y arrojar una botella al mar con un mensaje escrito por ella y sus hijos.
UN HALLAZGO QUE LO CAMBIÓ TODO
Dos años después, Pierina recibió un correo electrónico en inglés de Stephen Hockey, un hombre de Australia que había encontrado la botella en una playa de Mount Gambier.
Con un traductor online entendió lo que decía. “Hola. Mi nombre es Stephen Hockey y soy de la ciudad de Mount Gambier en el estado de Australia del Sur. Hoy temprano, mientras caminaba por la playa de Browns Bay, a unos 20 kilómetros de Mount Gambier, noté una botella en la playa que claramente contenía algo más que agua y aire. Parecía que contenía lo que llamamos una bolsa de congelador. Supuse que la bolsa del congelador podría contener algo más. Al abrirla, encontré una nota que usted y otros miembros de su familia parecen haber escrito en marzo de 2017. Mi conocimiento del idioma español no es bueno, pero parece ser una hermosa carta para un ser querido fallecido”, comenzó diciendo.
Y continuó: “Su dirección de correo electrónico apareció en la parte inferior de la carta, así que pensé que me pondría en contacto. Puede que haya pasado el tiempo y que, hasta cierto punto, el tiempo cure las heridas, pero acepte mis condolencias por su pérdida. Me encantaría saber la historia de tu viaje de cartas. Estoy más que feliz de devolvértelo si puedo. Está fechado en marzo de 2017. ¿Fue cuando se arrojó al océano? ¿Puedes recordar dónde lo dejaste caer en el océano? Espero que tu inglés sea mejor que mi español y que puedas leer esto bien. Me encantaría saber de usted.”
“Cuando leí el mensaje, en ese momento, no podía creer lo grande que era haber llegado desde acá hasta Australia, el trayecto que hizo esa botella. Pero sinceramente, yo pensé que ‘llegaría aunque sea a Rada Tilly’ porque mi hija tiene que ver esto, pero nunca imaginé que iba a llegar a Australia”, admitió Pierina.
Luego llegó el momento de mostrárselo a sus hijos. Gonzalo, que convive con síndrome de Down, no ocultó su emoción a su manera y se preguntó: “Guau, ¿cómo fue la botella hasta Australia?” Romina explotó en un emotivo llanto y recordó que su papá le había dicho alguna vez que Australia era el mejor lugar para vivir, tal como luego confirmó el mejor amigo de Rodolfo.
Desde entonces, Pierina y Stephen han mantenido contacto por correo electrónico, intercambiando mensajes y fotografías. Stephen incluso ofreció devolver la botella y contar la historia.
Para Pierina, este hallazgo "fue una actitud de amor universal" y les ayudó mucho a resolver el duelo por la pérdida de Rodolfo.