El Musters baja con rapidez y las obras no empezaron: dos razones por las que podría haber más de dos cortes de agua por semana

El lago Musters ya inició su período de descenso y se encuentra a sólo 34 centímetros del nivel operativo, lo que disparó nuevamente las alertas en personal vinculado a áreas técnicas de la SCPL.

Es que el nivel máximo alcanzado este año, el 25 de octubre último, estuvo unos 30 centímetros por debajo de la cota más alta de 2020, lo que significa que el descenso será más acelerado en esta temporada. Sin novedad en las obras proyectadas como paliativos, pese a los fondos asignados por la provincia en la ley de Emergencia Hídrica, el verano podría traer un mayor número de cortes de agua a Comodoro Rivadavia, Rada Tilly y Caleta Olivia.

Los datos estadísticos tomados por el personal operativo en el sistema acueducto reflejaron el último viernes, con alta crudeza, los efectos de la sequía durante el último invierno y la dificultad de la cuenca hídrica para recargarse de agua.

La superficie del lago se encuentra a sólo 34 centímetros por arriba de la boca de toma del acueducto viejo, lo que resulta una distancia inferior a la esperable para esta época del año, cuando el descenso del nivel ya ha comenzado por efecto de la evaporación. 

Según los informes de áreas operativas de la SCPL, el viernes 19 de noviembre la superficie del lago se fue a 270,01 metros sobre el nivel del mar, la misma marca que alcanzaba el 29 de enero de este año. Dicho de otro modo, si bien se trata de un proceso natural, esperable para esta época, el nivel de descenso por evaporación está adelantado en algo más de dos meses. 

“Si seguimos a este ritmo, para fines de enero o principios de febrero podríamos estar por debajo del nivel mínimo operativo”, confió uno de los técnicos que se desempeña en el área. 

Tal como informado ADNSUR en otras oportunidades, la boca más comprometida es la del acueducto viejo, ya que la del sistema inaugurado en 1999 no está tan cercana a la costa y por eso no resulta tan vulnerable a los ciclos secos. 

Sin embargo, el panorama es muy preocupante, porque el caño más antiguo transporta casi la mitad del caudal con el que se abastece cada día a la región en la que viven unos 350.000 habitantes. Y si bien se aclaró que no dejaría de funcionar de un día para otro, sí habría menos caudal de agua disponible para potabilizar, con el consiguiente impacto en las reservas.

La consecuencia de este proceso es que a las restricciones de agua habituales en el verano comodorense, que en noviembre se iniciaron con los cortes programados en fines de semana pero que en diciembre se ampliará a dos cortes semanales, podrían incluso ser mayores, depender de la temporada que toque en lo climático del consumo que se incrementa en cada verano. 

Cuidar el consumo y rezar para que llueva

El consumo de Comodoro Rivadavia y Rada Tilly, según los datos oficiales sobre volúmenes entregados a cada ciudad que se reflejaron durante la última reunión del 'Comité de Cuenca', implica algo más de 360 ​​litros por litros por habitante por día, si se acepta que Hay 240.000 personas entre ambas localidades entre los que se distribuyen los 2,3 millones de metros cúbicos entregados en el último mes de mayo.

Esa cantidad de consumo supera las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que fija parámetros de 50 litros por habitante diarios para garantizar las condiciones de higiene y salud de una persona. Si bien culturalmente parece difícil llegar a esa meta, está claro que al menos reducir a la mitad el consumo significaría un alivio importante para la crisis hídrica que, cambio climático mediante, ha llegado para quedarse.

Con un caudal casi constante a lo largo del año, pero que se incrementa a su capacidad máxima en verano, queda claro que los alrededor de 3.700 metros cúbicos por hora que llegan diariamente a Comodoro Rivadavia no alcanza para cubrir los estándares de consumo actuales.

La programación de cortes para reponer reservas es porque se demanda alrededor de un 40 por ciento más que el agua que se transporta en forma diaria (lo que se supone que será resuelto, algún día, cuando finalice la obra de repotenciación del acueducto), de allí que serán importantes las campañas que se analizarán organizar para promover formas de uso racional del recurso en crisis, con aplicación de la ordenanza que contempla horarios para riego y lavado de veredas, por ejemplo. 
“Si vuelve a llover la situación podría aliviarse un poco la situación –había comentado el gerente del servicio de Agua a esta agencia, Adolfo Carrizo, días atrás cuando se anunció el cronograma de cortes-. De lo contrario podemos tener dificultades antes de lo previsto en el verano, porque las proyecciones del clima son de alta temperatura y mucho viento ”.
 

En busca de financiamiento para la micromedición

Una de las iniciativas en las que s ha comenzado a trabajar, aunque será de largo alcance, es en la instalación de micro medidores domiciliarios de agua. En una primera etapa se busca financiamiento a través del ENOHSA, el Ente de Nacional de Obras Hídricas, según había precisado Luis Ferrero, titular del área de Planeamiento y Servicios Públicos del Municipio. 

“La micro medición no va a hacer que llueva, obviamente –ironizó el funcionario ante las críticas hacia esa iniciativa-, pero nos va a ayudar a que intentemos ser más cuidadosos con el recurso. Además nos permitiría un mejor control de hacia van los volúmenes de agua, discriminando por zona el total de agua que ingresa a la ciudad. Es una partecita de un todo, que si bien no va a servir para que haya más agua en el lago, apunta a que cada uno se haga más responsable de lo que consuma ”.

Desde hace un tiempo se maneja la posibilidad de avanzar en un primer grupo de 4.000 ó 5.000 frentistas, pero todo depende del monto de financiamiento que pueda obtenerse para aliviar la carga de los vecinos a la hora de afrontar las instalaciones.

El funcionario también recordó que en paralelo se trabaja con el mejoramiento de los acuíferos, a partir de la reparación de 11 pozos de Manantiales Behr con fondos del municipio y el aporte comprometido por Nación para perforar 18 pozos nuevos. 

“Esto nos permitirá incrementar el caudal entre 200 y 300 metros cúbicos por hora, es decir alrededor de un 50 por ciento sobre el caudal que traemos desde los acuíferos de Manantiales Behr y El Trébol -detalló Ferrero-, en lo que sería otra etapa de un plan más ambicioso ”.

Las obras paliativas que no se iniciaron

Por otro lado, desde la SCPL esperan que la provincia dé inicio al proyecto para instalar bombas adicionales, para que ante la baja del lago y el riesgo de que se supere el nivel operativo, sea posible continuar extrayendo el mismo caudal que en la actualidad.

El proyecto que propuso la cooperativa comodorense fue presupuestado en 74 millones de pesos y esos fondos ya fueron asignados por la Legislatura, cuando declaró la emergencia hídrica en toda la provincia, en agosto último. Sin embargo, desde la entidad se indicó que no fueron informados sobre la fecha de inicio o la activación de los trabajos. 

“El proceso de compra llevaría unos 60 días y después, contando la instalación, podrían ser unos 3 ó 4 meses de trabajo en total”, describió Adolfo Carrizo, quien estimó que si se iniciara en los próximos días, los trabajos podrían estar terminados en un plazo casi justo para evitar el período más crítico, ya que el lago sigue bajando su nivel hasta avanzado el mes de abril. 

Tal vez en algunos despachos se pensó que por las nevadas tardías o lluvias que se registraron en septiembre la urgencia había desaparecido. Sin embargo, la realidad hoy muestra otra cosa. La estadística de descenso del lago va más allá de cualquier especulación.