El papa Francisco se enojó con una mujer porque trató a su perro como un hijo
La situación ocurrió cuando una de sus fieles le pidió "una bendición para su hijo", abrió su bolso y le mostró a su perrito. El papa la regañó diciéndole: "Señora, hay muchos niños con hambre ¿y usted con un perrito?'". Luego habló acerca de la natalidad.
El papa Francisco reconoció que hace algunos días perdió la paciencia con una mujer, que acudió a el con un pedido muy especial.
El máximo pontífice habló sobre la natalidad en su discurso, señalando que “es un tema central para todos, especialmente para el futuro de Italia y Europa”. Como ejemplo contó una anécdota con una mujer que trató a su perro como su hijo.
"Estaba en una audiencia de los miércoles y llegó una señora. La saludé y abrió una bolsa, diciéndome que bendiga a su hijo, pero era un perro. No tuve paciencia y la regañé: ‘Señora, hay muchos niños con hambre ¿y usted con un perrito?'".
En ese sentido, el Papa lamentó que traer niños al mundo “se percibe como una carga, y que condiciona la mentalidad de las generaciones más jóvenes que crecen en la incertidumbre”.
Francisco pidió políticas con “visión de futuro” para aumentar la tasa de natalidad en Europa. También denunció que las mujeres están "aplastadas por la carga de cuidar" y que se les obliga a elegir entre su maternidad y su carrera profesional.
"Son las que más sufren, las mujeres jóvenes, a menudo obligadas a elegir entre la carrera profesional y la maternidad, o aplastadas por la carga de cuidar de sus familias, sobre todo en presencia de ancianos frágiles y personas dependientes", señaló.
Para el Papa Francisco, los nacimientos de niños constituyen "el principal indicador para medir la esperanza de un pueblo". En su discurso junto a la primera ministra italiana, señaló también que "si nacen pocos significa que hay poca esperanza. Y esto no sólo tiene repercusiones desde un impacto económico y social, sino que mina la confianza en el futuro".
Además, ha denunciado que los más ricos pueden "permitirse, gracias a sus recursos, una mayor libertad a la hora de elegir qué forma de vida quieren". "Esto es injusto, además de humillante", comentó.