Emprendedores por Naturaleza: Historias de mujeres que transforman la Patagonia
Desde el hilado y tejido de lana local hasta la creación de experiencias gastronómicas que captan la esencia de la región, demuestran cómo el desarrollo sostenible puede florecer en armonía con la naturaleza.
En el remoto pueblo costero de Camarones, en la Patagonia argentina, un grupo de mujeres emprendedoras está reinventando la forma de prosperar en armonía con la naturaleza. A través de programas como 'Emprendedores por Naturaleza', estos proyectos han cobrado vida, reflejando el profundo amor de estas mujeres por su tierra y su comunidad. Desde el hilado y tejido de lana local hasta la creación de experiencias gastronómicas que capturan la esencia de la región, estas emprendedoras están demostrando que el éxito puede surgir del vínculo con el entorno natural y las tradiciones ancestrales.
Un futuro con ALAS Alejandra Pereira, una artesana y secretaria de escuela, encontró en su comunidad el hogar perfecto para combinar su amor por las tradiciones con una vida activa y comprometida. Junto a otras tres mujeres, formó ALAS, un emprendimiento de hilado y tejido que rescata la tradición ancestral del trabajo con lana. "Comenzamos a fines de 2023, después de que 'Emprendedores por Naturaleza' nos capacitara en costos y en cómo llevar adelante un proyecto," comenta Alejandra.
ALAS no es solo un nombre, es un acrónimo que representa a sus integrantes: Alba, Laura, Alejandra y Sofía. Juntas, estas mujeres han encontrado en la lana local una forma de expresión y sustento. "La lana de la región es un recurso muy valioso, con certificación de origen y reconocida mundialmente por su finura y suavidad," explica Alejandra. Para ella, este emprendimiento es más que una salida laboral; es un lazo que la conecta con sus antepasados y con el campo donde creció. "Hilar y tejer me transporta a mi infancia, a las enseñanzas de mi abuela. Cada vez que tomo un uso o un telar mapuche, siento que continúo con una tradición que no debe perderse."
A-Mar Carola Puracchio, nacida y criada en la región, ha reversionado su amor por el mar en un emprendimiento único: A-Mar. Lo que comenzó como un simple taller de cocina con algas, se transformó en una experiencia gastronómica que capta la esencia de la Patagonia. "La idea es que la gente venga a disfrutar no solo de la comida, sino también del mar, un atardecer, una historia," explica Carola.
A través de A-Mar, Carola ofrece más que comida; una conexión íntima con el entorno natural. Utiliza algas recolectadas directamente de la costa, junto con pescados, mariscos y verduras frescas para crear platos que son un reflejo auténtico de la región. La experiencia en A-Mar es única y personalizada, y genera una conexión profunda con la naturaleza y con cada plato.
Un programa transformador
El éxito de estos emprendimientos no sería posible sin el apoyo de "Emprendedores por Naturaleza", un programa impulsado por Rewilding Argentina para fomentar el desarrollo local en comunidades cercanas a parques nacionales. Según Mariana Cassini, coordinadora de Comunidades y Comunicación del Patagonia Azul, "Es muy reconfortante ver los progresos, cómo cada emprendedor va derribando obstáculos y todo lo que logran con su gran potencial interior."
Programas como este nacen del trabajo impulsado desde el Parque Patagonia Azul. El objetivo es llevar a cabo una labor integral de conservación, protegiendo la naturaleza a través de la creación de áreas protegidas, promoviendo al mismo tiempo el turismo y el desarrollo económico de las comunidades. "El trabajo que hacemos es esencial para que las personas descubran y valoren su propio potencial," señala Cassini.
Para Alejandra y Carola, "Emprendedores por Naturaleza" ha sido una puerta abierta a nuevas oportunidades, permitiéndoles mostrar su trabajo en eventos regionales. "Fue una experiencia totalmente positiva," dice Alejandra, "pudimos mostrar nuestros productos y compartir con otros emprendedores, aprendiendo y creciendo juntos."
Estos emprendimientos son una extensión del alma de la región, un medio para exportar su esencia. A través de sus proyectos, Alejandra y Carola no solo preservan las tradiciones y la cultura de su comunidad, sino que también ofrecen a los visitantes una experiencia que va más allá de lo tangible. Es precisamente este amor y dedicación lo que hace que estos emprendimientos no solo sobrevivan, sino que prosperen, convirtiéndose en testimonios del poder de la naturaleza y la comunidad.