Nueva Ley de Jubilaciones: ¿A cuánto subiría el haber mínimo en la Patagonia?

El proyecto de movilidad jubilatoria que aprobaron los senadores el jueves último contempla nuevos cambios en el sistema de actualización que, en caso de llegar a ser promulgada, sumará mejoras que no alcanzan a cubrir el deterioro de los últimos años, pero sumarían algunos conceptos para achicar parte de esa diferencia.  

Antes de entrar en el detalle, hay que hacer una aclaración: todos los cálculos resultan hipotéticos y sólo ilustrativos, ya que el presidente Javier Milei anunció que vetará la norma, al menos en sus puntos principales. Aun cuando el Congreso reúna los votos para insistir con los dos tercios y lograr la aprobación de la ley, será muy difícil que esto ocurra en los pocos días que quedan para terminar este mes.

Como punto de partida, hay que considerar lo que está vigente hoy, con la fórmula que rige desde abril de este año, con actualizaciones mensuales en base a la inflación de 2 meses atrás.  

Para agosto, según informó ANSES oficialmente, el monto del haber mínimo jubilatorio será de 225.454,42 pesos, con la fórmula vigente, que aplicó una actualización del 4,58%. 

Así, los haberes a percibir en septiembre, al sumarse el coeficiente zonal que se aplica en la Patagonia, del 40%, ascendería a 315.636 pesos. A esto debería sumarse el bono que reciben los haberes mínimos, de 70.000 pesos, llevando la mínima a 385.636 pesos.

Según el artículo 2 de la ley aprobada el jueves por el Senado, la jubilación mínima no debería ser inferior al valor de un 'adulto equivalente' (término técnico que se utiliza para calcular la canasta básica alimentaria), multiplicada por 1,09. 

Ese valor de referencia fue, para el mes de julio, de 291.471,73 pesos (según la medición del INDEC para Gran Buenos Aires), que al multiplicarse por 1,09, da un total de 317.704,19 pesos.

En la Patagonia, con el coeficiente por zona desfavorable, ese monto final de la jubilación mínima se elevaría hasta los 444.785 pesos.  

Así, una primera mejora planteada por la ley sería de algo más de 129.000 pesos, surgida del nuevo piso mínimo, de 444.785 pesos, frente a la actualización que correspondería cobrar en septiembre, de 315.636 pesos.

Dentro de este nuevo esquema de jubilación mínima, quedaría absorbido el bono de 70.000 pesos que se venía pagando como compensación adicional. 

Si esto se confirma, entonces la mejora se reduciría, ya que habría que comparar el nuevo monto contra la suma del actual más el bono, achicándose la diferencia hasta 59.149 pesos.

SUBA RETROACTIVA DEL 7,2% DESDE ABRIL

El otro cambio que introduce la norma es recuperar la diferencia con la inflación de enero, que se reconoció en sólo un 12%, cuando en realidad fue del 20,5%. 

Esa diferencia, de 8,5 puntos, impactaría en un 7,2% adicional retroactivo al mes de abril, que es el momento desde el que entró en vigencia la nueva fórmula de actualización de haberes jubilatorios.

Según criticó el Defensor de la Tercera Edad en las últimas horas, Eugenio Semino, ese aumento resulta insignificante, ya que al aplicarse sobre los 225.454,42 pesos de la jubilación mínima que rige desde agosto, significa unos 15.000 pesos por mes.

Si el pago resulta retroactivo (algo que no está claro en la ley), cada jubilado de la mínima debería recibir una compensación adicional de 75.000 pesos por los 5 meses transcurridos. 

En la Patagonia, aplicando el 40% de zona, serían unos 105.000 pesos, a pagar por única vez.

La ley aprobada el jueves introduce un aumento adicional para el mes de marzo de cada año. 

En ese período, se debe comparar la evolución del Indice de Precios contra el Indice de Salarios, que consiste en aplicar un 50% de esa variación, siempre que los salarios hayan crecido más que la inflación.

PERDIDA DEL PODER ADQUISITIVO DE LOS HABERES JUBILATORIOS

De acuerdo con un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso, el poder de compra de los haberes jubilatorios se redujo en los primeros siete meses de este año un 29,2% con relación a igual período de 2023. 

Por su parte, los haberes mínimos, cuando suman el bono adicional de 70.000 pesos, perdieron un 18,5% contra los mismos 7 meses del año pasado.  

El mismo informe señala que, para que las jubilaciones y pensiones tengan el mismo valor de septiembre de 2017, hoy debería ascender a 441.691 pesos, lo que significa que en la Patagonia debería escalar hasta los 618.367 pesos, al sumarse el 40% del coeficiente por zona desfavorable. 

Es decir que aun con la mejora proyectada en la ley, siempre que no sea vetada por el presidente Javier Milei, en la región todavía quedaría desfasada en casi 180.000 pesos.  

“SON AUEMENTOS DE MISERIA”

Oscar Lazcano, presidente de la Coordinadora de Retirados y Jubilados de Río Negro e integrante de la mesa nacional, dijo hoy que las actualizaciones resultan muy por debajo de las necesidades reales de los jubilados.

“El punto principal es que se toma como referencia al adulto equivalente de Gran Buenos Aires, con personas de 30 a 59 años, pero no tiene en cuenta al adulto mayor -explicó el economista, en diálogo con Actualidad 2.0-. Y está muy lejos de la canasta real del adulto mayor, que para la Patagonia supera los 900.000 pesos”. 

También se refirió a la actualización prevista para el mes de marzo, que aplica con un índice que surgirá de dividir el índice RIPTE (salarios) sobre el IPC (inflación), siempre que el primero sea mayor, de lo cual se aplicará sólo la mitad. Al considerar todos los conceptos de la actualización, opinó: “Es una cifra que inevitablemente va a ser miserable”.

Además, refutó los argumentos del gobierno, que amenaza con vetar la ley. 

“Es realmente risueño porque dicen, por ejemplo, que esto va a implicar un gasto adicional del 1,2% del producto bruto interno. La oposición dice que es en realidad el 0,4%, pero cualquiera de esas cifras que tomemos es menor que lo que el gobierno va a dejar de recaudar por la baja del impuesto a los bienes personales, que es lo que favorece a los más ricos”, criticó.

Asimismo, el dirigente señaló que los últimos gobiernos han deparado fuertes pérdidas en los haberes jubilatorios, para aclarar que su reclamo no se vincula a un posicionamiento partidario.

“Nosotros justamente surgimos en el gobierno anterior, porque veíamos que se nos estaba deteriorando seriamente el poder adquisitivo de las jubilaciones. Habíamos perdido 19% con la modificación de Macri, porque se comió un trimestre. Después perdimos un 20% a lo largo de todo el periodo de Fernández. Y hasta julio, perdimos el 25,5 con Milei. O sea, en realidad nuestro poder adquisitivo se redujo, según los casos, hasta el 30 o 35% de lo que teníamos en año pico, que fue el 2013”.