Andrés Calamaro: una leyenda del Rock Nacional a quien la Patagonia lo marcó en cuatro momentos claves de su carrera
Un artista único que produjo canciones inolvidables a lo largo de una trayectoria artística de 46 años. Sus presencias en Chubut y Neuquén apasionaron a varias generaciones con letras que hablan de todas las sensaciones con melodías pegadizas pero también intensas y profundas.
Andrés Calamaro es uno de los artistas más prolíficos y emblemáticos del rock en español. Nacido el 22 de agosto de 1961 en Buenos Aires, su trayectoria musical abarca más de cuatro décadas y su estilo ha evolucionado desde el rock clásico hasta el tango, pasando por la balada y la música popular.
Con una carrera marcada por su capacidad para reinventarse, Calamaro ha dejado una huella indeleble en la música de habla hispana, tanto como solista como en sus colaboraciones con legendarias bandas.
LA BANDA ‘RAÍCES’ MARCÓ EL COMIENZO EN 1978
Andrés Calamaro comenzó su carrera musical en la banda ‘Raíces’ en 1978 cuando era muy joven en una época convulsionada en la Argentina.
En 1981, fue convocado por Miguel Abuelo para integrar la formación de ‘Los Abuelos de la Nada’ que -al poco tiempo- tendría una gran explosión.
Desde un primer momento, ocupó el lugar de tecladista en la banda pero empezó a demostrar sus condiciones como compositor y cantante con grandes clásicos como ‘Sin Gamulán’ ‘Mil horas’, ‘Hombre Lobo’ y ‘Costumbres Argentinas’ entre otros que se convertirían en grandes clásicos del rock nacional.
Su estilo fresco y sus letras ingeniosas lo convirtieron en una de las figuras más destacadas del rock argentino durante los años '80.
En ese contexto, Andrés Calamaro visitó Chubut junto con ‘Los Abuelos de la Nada’ en 1984 con shows inolvidables en Trelew y Comodoro Rivadavia que encendieron una pasión que tendría tres capítulos más en las próximas décadas.
En paralelo a su rol en la banda, Andrés Calamaro editó su primer trabajo solista que se denominó ‘Hotel Calamaro’ donde se incluyen las canciones más conocidas "Fabio Zerpa tiene razón', ‘No me pidas que no sea un inconsciente’, ‘Miro por la ventana’ y ‘Perdería el corazón’ en las que se empieza a percibir un estilo que sería arrollador en los siguientes años.
En mayo de 1985, Los Abuelos de la Nada ofrecieron sus últimos shows en el teatro Buenos Aires de Capital Federal en los que Calamaro hizo una versión original de ‘Sin Gamulán’ y presentaría una canción que trasciende el tiempo como ‘Costumbres Argentinas’ que tuvo su versión en el 2023 por parte de ‘Los Auténticos Decadentes’ con participación del artista que -en 1998- había hecho una intervención especial en el video clip ‘Los Piratas’.
Luego de su desvinculación formal de ‘Los Abuelos de la Nada’, Calamaro publicó un disco en un tono personal y experimental, titulado ‘Vida cruel’.
En 1986, participó como compositor y tecladista en el disco ‘Puedes ser tú’ de Miki González. A partir de ese momento, desarrolló una faceta como productor de Los Fabulosos Cadillacs y “Los Enanitos Verdes”.
Además, fue bajista y tecladista invitado de Luis Alberto Spinetta en su disco Privé a quien recordó -especialmente- en su material ‘Bohemio’ del 2013 con su canción ‘Belgrano’.
Con la colaboración de importantes músicos salen a la venta en 1988 y 1989 respectivamente los discos Por mirarte y Nadie sale vivo de aquí los más independientes y maduros de su carrera musical hasta el momento.
En el contexto de la crisis económica y política que atravesó Argentina durante 1988 y 1989, Andrés Calamaro decidió intentar una carrera musical en Europa.
EL ÉXITO CON ‘LOS RODRIGUEZ’ EN ESPAÑA
En España, fundó Los Rodríguez, junto a Ariel Rot, Julián Infante y Germán Vilella. Su primer trabajo fue “Buena Suerte” donde se incluye “Mi enfermedad”, “A los Ojos”, “Enganchate conmigo” y “Tormentas de Arena”.
La banda fusionó rock, pop y ritmos latinos, y se convirtió en un fenómeno musical en España y América Latina.
El álbum "Sin Documentos" (1993) fue un punto de inflexión en su carrera, con éxitos como la canción homónima y "Dulce condena", que posicionaron a Los Rodríguez como una de las bandas más importantes del rock en español.
Durante su etapa con el grupo, Calamaro mostró una nueva madurez en su estilo, con letras más introspectivas y melodías que mezclaban lo mejor del rock anglosajón con sonidos latinos.
En total, entre 1991 y 1996- “Los Rodriguez” editaron los materiales “Buena Suerte”, “Disco Pirata”, “Sin Documentos” y "Palabras Más, Palabras Menos". En los años posteriores, habría compilaciones remasterizadas en “Hasta Luego”, “Para No Olvidar” y “Sin Documentos -Edición Aniversario”.
En paralelo a su carrera profesional en España, el artista también brindó su colaboración en los proyectos de otros artistas.
La segunda vinculación directa de “El Salmón” con la Patagonia llegaría en 1995 cuando grabó la banda de sonido de la película “Caballos Salvajes” que se rodó en distintos escenarios de Chubut.
En el video clip oficial, se retratan los paisajes con una canción que generó una marca indeleble. A partir de ese momento, los ojos se posaron en nuestra región con especial atención inmortalizados en el grito de Héctor Alterio “la puta que vale la pena estar vivo”.
LUEGO DE IR A SU ‘PROPIO VELORIO’, SE CONSAGRÓ COMO LEYENDA
En 1997, ya disuelto ‘Los Rodríguez’, Andrés Calamaro regresó a Argentina y lanzó "Alta Suciedad", uno de los discos más importantes de su carrera solista.
Con canciones como "Loco", "Flaca", “Me arde” y "Crímenes Perfectos", el álbum fue un éxito rotundo en toda Latinoamérica y España y consolidó a Calamaro como uno de los grandes referentes del rock en español.
En 1999, salió a la luz “Honestidad Brutal” que fue un doble álbum ambicioso y visceral que contenía 37 canciones en las cuales Calamaro volcó su vida personal y su turbulenta relación con el éxito y el amor.
Este disco se considera una obra de culto en su discografía, apreciada por su profundidad lírica y su variedad musical.
En el año 2001, Andrés Calamaro sorprendió al mundo lanzando "El Salmón", un quíntuple álbum con 103 canciones que reflejaba un periodo de gran productividad creativa.
Este proyecto monumental consolidó la imagen de Calamaro como un músico desbordante, capaz de explorar infinidad de estilos, desde el rock crudo hasta el tango y la balada.
Sin embargo, esta etapa también marcó un período de crisis personal para el músico, quien se distanció de los escenarios y los medios buscando un equilibrio entre su vida y su carrera artística.
Después de unos años de escasa actividad, Andrés Calamaro volvió a los primeros planos en 2005 con “El Regreso” donde grabó un disco en vivo que marcó su retorno triunfal a los escenarios.
A partir de ahí, continuó lanzando discos aclamados por la crítica y el público, como “El cantante” (2004) “Tinta Roja” de tangos (2006) y "La Lengua Popular" (2007).
El tercer capítulo de Andrés Calamaro con Chubut llegaría en el 2013 en Comodoro Rivadavia con la presentación del disco "Bohemio" en el que exploró su versatilidad como compositor e intérprete.
Calamaro también ha incursionado en géneros colaborando con figuras del folklore y la música popular.
Su amor versatilidad artística le permitió interpretar canciones en un abanico tan amplio que incluye desde Emanuel Ortega hasta el “Indio” Solari en vivo donde demostró su capacidad para adecuarse y estar a la altura de cualquier circunstancia musical.
En los últimos años, Andrés Calamaro ha seguido siendo una figura relevante en la música, con el álbum "Cargar la Suerte" (2018), que fue aclamado como uno de los mejores de su carrera.
De manera paralela, mantuvo la colaboración con artistas de distintas generaciones y géneros.
Con su obra, Calamaro ha influido en innumerables músicos de toda América Latina y España pero - a su vez- su legado sigue creciendo.
Su capacidad para reinventarse, tanto a nivel musical como personal, lo ha mantenido vigente como una figura icónica del rock en español.
El cuarto hito de Andrés Calamaro con la Patagonia lo sitúa en el estadio ‘Ruca Che’ de Neuquén en noviembre del 2023.
Luego del show, el artista se mostró exultante y afirmó “en Neuquén cerramos la gira Agenda 2023.Con honor y alegría. Me ufano de los compañeros que tengo en el escenario, a los costados del escenario y abajo. Dream Team humano y musical completo. Que batallón!!!”
“Dejo que las sensaciones duren antes de aceptar que terminamos hasta la temporada que viene. No somos civiles. No está demostrado que sepamos hacer otra cosa. Que la tropa de la zurda no me secuestre con nostalgia pero ... Cada gira la disfruto más... Nos gustamos este fin de semana en San Juan y Neuquén, Estamos benditos el grupo y el público que somos y tenemos”, completó.
EL PUNTO DE IDENTIFICACIÓN
La trayectoria del artista está marcada por la autenticidad, la irreverencia y un profundo amor por la música en todas sus formas lo que lo convierte en un artista único capaz de trascender modas y épocas.
Como prueba de esta secuencia imparable de adaptación a cada una de las expresiones musicales; en los últimos meses ‘Miranda’ lo sumó a un versión intensa de “Tu misterioso alguien”.
Andrés Calamaro sigue siendo, después de más de 46 años de carrera, una de las voces más importantes y queridas del rock en español, un verdadero salmón que ha nadado contra la corriente para crear un estilo y una carrera que permanecen en el corazón de su público.
A lo largo de su trayectoria, muchos artistas queridos por Calamaro han dejado este plano terrenal. En homenaje a ellos, compuso la canción “Los Chicos” como así también “Con Abuelo” en recuerdo de Miguel Abuelo y “Belgrano” como tributo a Luis Alberto Spinetta.
Justamente -en Comodoro Rivadavia- interpretó la vibrante canción “Nacimos para correr” que habla sobre el sentido profundo de la existencia cuando expresa “no quiero saber cómo voy a terminar / prefiero que ocurra y nada más / cada vez que suene mi canción / voy a volver a vivir otra vez”.
Este artista extraordinario que hoy cumple 63 años desarrolló su comprensión de la vida que logró traducir al arte -en parte- como resultado de sus presencias en la Patagonia argentina a la que visitó en momentos claves de su carrera.
La historia de Andrés sintetiza al carácter argentino: desde jóvenes, luchamos por nuestro destino, enfrentamos obstáculos, tropezamos, caemos, nos levantamos, peleamos a la vida y así seguimos adelante.
Quizás eso explique -en parte- el cariño del público en su regreso a los escenarios luego de varios años de ausencia. Su vida nos identifica en un punto.
Todos somos 'salmones' en algún momento de nuestra vida. Pero la clave está en saber rodearse de gente querida, trazar nuevos proyectos de manera colectiva, mantener una mirada optimista y avanzar en una misma dirección sin mirar atrás.