Felipe Sapag, la historia del hombre que creó el MPN y es un prócer en Neuquén
Falleció en 2010. Fue varias veces gobernador de la provincia.
El 14 de marzo de 2010 marcó el fin de una era para la política de Neuquén con el fallecimiento de Felipe Sapag, político peronista y fundador del influyente Movimiento Popular Neuquino (MPN). Nacido el 14 de febrero de 1917 en Zapala, Sapag se destacó como líder y gobernador en múltiples ocasiones, dejando una huella imborrable en la provincia.
Inmerso en la política desde temprana edad, Sapag inició su carrera en Barrio Peligroso, hoy conocido como Cutral Có, donde se dedicó al comercio y comenzó a forjar su camino en la arena política. Durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón, ocupó el cargo de presidente del Concejo en Cutral Có, contribuyendo al crecimiento de la región.
La llegada de la dictadura en 1955 no detuvo la vocación política de Sapag. Ante la proscripción del peronismo, fundó el Movimiento Popular Neuquino en 1961, un partido neoperonista que le permitió participar en las elecciones provinciales. Su elección como gobernador en 1962 fue interrumpida por el golpe militar, pero regresó al poder en 1963, coincidiendo con la presidencia de Arturo Illia.
Durante su gestión, Sapag impulsó la creación de la Universidad Provincial del Neuquén en 1965, la Corporación para el Desarrollo de Neuquén (COPADE) y la provincialización del Banco de la Provincia del Neuquén. Sin embargo,
Nombrado interventor por el General Juan Carlos Onganía en 1970, Sapag gestionó la crisis en El Chocón y mantuvo el cargo hasta 1972. Su retorno a la gobernación en 1973 coincidió con la presidencia de Cámpora, pero nuevamente fue derrocado en 1976 por el golpe militar.
Con la restauración democrática en 1983, Sapag retomó la gobernación, consolidando su liderazgo. Durante su último mandato constitucional, que culminó en 1987, implementó destacadas iniciativas como el Plan de Salud y la creación del Parque Industrial de la Ciudad de Neuquén.
. El 14 de marzo de 2010, a los 93 años, Felipe Sapag falleció en la Ciudad de Neuquén, dejando tras de sí un legado de dedicación a la provincia y a la política.