La humildad de 'Chizzo' y su conexión con Chubut: una llamada telefónica inesperada que hizo historia
En 1998, un grupo de amigos de Rawson llamaron a la casa de los padres de 'Chizzo'. Los atendió Beatriz, su mamá. Se enterneció con el llamado de larga distancia, dejó el número anotado en la heladera y le 'exigió' a su hijo que les devuelva el llamado: “Gustavo, tenés que llamar a los chicos de Chubut que se comunicaron de lejos para hablar con vos”. Gestos que revelan la humildad de una banda que tuvo una conexión directa con la Patagonia desde el comienzo.
En un inesperado y emotivo momento a mediados de 1998, Beatriz Nápoli, madre de ‘Chizzo’ el icónico cantante de ‘La Renga’ recibió un llamado desde Rawson, provincia de Chubut, que la tomó por sorpresa.
Un grupo de tres amigos (2 de ellos se llaman Maximiliano y Darío) llamaron a la madre de Chizzo, quien emocionada y agradecida, le pidió a su hijo, Gustavo ‘Chizzo’ Nápoli que les devolviera la llamada. Previamente, dejó agendado el número en la heladera.
El gesto emocionó al músico, quien no dudó en ponerse en contacto con los admiradores para generar una conversación llena de cariño y respeto mutuo.
Durante el diálogo, conversaron sobre la conexión especial que existe entre La Renga y el público de Chubut.
El músico expresó su gratitud por el incondicional apoyo que la banda ha recibido a lo largo de los años desde la Patagonia, destacando cómo siempre se han sentido bien recibidos y queridos cada vez que visitan la región.
HISTORIA DE LA LLAMADA QUE REVELÓ LA SENCILLEZ Y LA HUMILDAD DE UN ÍDOLO POPULAR
A través de su tío que tenía un locutorio en Puerto Madryn, Cristian (hermano de Maximiliano) consultó la guía telefónica del barrio de Mataderos en Capital Federal y llamó a todas las familias de apellido Nápoli que vivían en esa zona.
Junto con su primo Leo, se pusieron a llamar a todos los números hasta que los atendió la madre de ‘Chizzo’ pero se asustaron y le cortaron. De todos modos, preservaron el número del teléfono fijo.
Poco tiempo después - una tarde en un barrio de Rawson- los amigos Maximiliano, el ‘negrito Maxi’ junto con Darío llamaron de vuelta a la casa de Mataderos donde -nuevamente- los atendió Beatriz, la madre de 'Chizzo'.
Ella les respondió de una manera muy amable pero se sentía algo 'fatigada' que muchos fanáticos de la banda la llamen a la casa porque Gustavo no vivía más en esa casa hacía bastante tiempo.
En un momento, les preguntó “¿de qué barrio me llaman? y los amigos respondieron “desde Chubut”. Ahí la señora se apiadó porque decía “¿llaman desde Chubut? Tu mamá te va a matar porque es una llamada que sale muy cara”.
Beatriz quería saber bien dónde vivían los chicos y les preguntaba por el lugar, si estaban cerca de las ballenas porque ella quería conocerlas. Hubo un tono de diálogo muy ameno a lo largo de toda la conversación. Esa sencillez también forma parte del temple sencillo pero avasallante de los inmigrantes de Italia que también hicieron grande a nuestra Patria.
En la despedida, Beatriz prometió que le iba a pedir a Gustavo que les devuelva la llamada cuando vaya la casa.
Luego de 10 días, Maximiliano estaba almorzando con su familia, sonó el teléfono y atendió su hermano Cristian.
Del otro lado de la línea, había una persona que preguntaba por Darío o por Maximiliano y cuando le preguntó “¿de parte de quien es la llamada?”, le respondió “soy un amigo de Buenos Aires”.
En ese instante, Cristian se dio cuenta que era ‘Chizzo’, se puso pálido y le entregó el teléfono a su hermano.
Maximiliano se sentó en el living, se puso a hablar con ‘Chizzo’ y fue una experiencia intensa porque “estaba hablando con mi ídolo, nos estaba atravesando la adolescencia con su música”, reconoce.
“En un momento, miré para el costado porque estaban mis padres y mis hermanos observándome mientras mantenía la llamada”, reveló. Para distender, Chizzo le dijo que su madre le insistió 'Gustavo: tenés que llamar a los chicos de Chubut que se comunicaron de lejos para hablar con vos”.
“En ese diálogo, el cantante me dijo que estaban trabajando en un próximo disco que iba a estar ‘buenísimo’ que fue “En la esquina del infinito”, evocó.
“Me llamó la atención que me decía que había que estudiar en la escuela. Ahora saco el cálculo porque él era joven (tenía 30 años en ese momento) pero me daba un mensaje de aliento con buena onda y humildad”, valoró.
“Y para terminar, Chizzo me dice ‘ya me quedó tu número porque mi mamá lo dejó pegado en la heladera’. Eso fue tremendo para mí”, subrayó.
El llamado desde Mataderos a Rawson no sólo fue un momento de gratitud y satisfacción sino que también reafirmó la conexión especial que ‘La Renga’ mantiene con su público, en particular, con los fanáticos de la Patagonia como se verifica en estos días en Comodoro Rivadavia.
CHUBUT FUE UNO DE LOS PRIMEROS DESTINOS DE LA GIRA NACIONAL DE LA BANDA
En 1997, ‘La Renga’ se presentó en el Gimnasio Municipal de Playa Unión. Maximiliano y Darío fueron las dos primeras personas en ingresar para presenciar ese show.
“También fuimos caminando desde el hotel hasta el Gimnasio con ellos para presenciar la prueba de sonido. Incluso, nos firmaron una bandera. Luego volvieron en el 2003 donde eran una banda del primer nivel, tocaron en el club Germinal pero a la noche también estuvieron en una ‘zapada’ en un pub donde se generó un clima más íntimo. Fue una noche espectacular”, recordó.
“Con el paso de casi 26 años, me gustaría valorar la personalidad de la madre y de ‘Chizzo’ pero también la locura de un grupo de amigos adolescentes de llamarlo a su casa particular y creer que podría llamarnos. Igual, siempre creí que iba a llamar. En los primeros días, sonaba el teléfono e iba corriendo a atender. Tenía la sensación que podía llamar en cualquier momento porque confiaba en la humildad de la gente de barrio”, destacó.
“LE CAMBIARON LA CABEZA A UN MONTÓN DE GENERACIONES”
“Fue importante el mensaje alentador de ‘Chizzo’ que estaba en su mejor momento artístico, tenía una mística tremenda porque -en ese momento- ‘La Renga’ estaban en la cumbre de su potencial en el lapso de los discos ‘Bailando en una pata’ hasta ‘En la esquina del infinito", detalló.
"Ahí le cambiaron la cabeza a un montón de generaciones. Fue un orgullo que me haya llamado en ese momento”, señaló Maximiliano, uno de los protagonistas de una historia inolvidable que sintetiza la humildad, sencillez y generosidad de gente de barrio detrás de una de las bandas de rock más importantes de la cultura nacional argentina.
El gesto de los tres amigos que se inició con un simple llamado a la madre de Chizzo terminó siendo una experiencia significativa tanto para los fanáticos como para el líder de la banda.
Este tipo de encuentros demuestran cómo la música puede trascender las barreras geográficas y generar lazos que van más allá del escenario para consolidar aún más la relación entre La Renga y su fiel público chubutense como lo presenciamos en estas horas tan intensas en Comodoro Rivadavia.