La Laurita, Nueva Lubecka y Los Tamariscos: las paradas casi olvidadas de la ruta 40 en Chubut
Cuando gran parte del camino que separa Comodoro de Esquel era de piedra, los 576 kilómetros entre ambas localidades exigían una preparación y un ritmo de viaje muy distinto al actual. El trayecto se dividía en tramos para detenerse a tomar mate y "estirar las piernas" -a distancias que hoy sería innecesario- pero que daban vida a paradores que eran verdaderos "puntos de encuentro" entre viajeros que compartían novedades sobre el estado de la ruta, en una época donde los celulares e internet sólo eran parte de algún cuento de ciencia ficción.
Con los vehículos actuales y la ruta asfaltada (aunque hay algunos sectores que requieren levantar el pie del acelerador y circular con cuidado), uno podría presuponer que puede llevar un promedio de 100 km/h y llegar a destino en algo más de 6 ó 7 horas, si la parada en Gobernador Costa para repostar combustible fue rápida (algo que no recomendamos, por los "imperdibles" de esa localidad) y si la velocidad no excedió los límites de la prudencia.
Pero algunas décadas atrás, cuando el estado de la Ruta 40 no permitía ni soñar con alcanzar esas velocidades, los comodorenses que querían ir de vacaciones "a la cordillera" -como usualmente solemos referirnos a la Comarca Andina aunque cordillera es un término muy amplio- tenían que pensar su viaje en forma muy diferente. Y lo mismo les ocurría a los esquelenses que decidían que su destino sería Comodoro Rivadavia.
Recorrer esos menos de 600 kilómetros a velocidades que raramente superaban los 90 km/h -y que mayormente rondaban los 30 ó 40 debido a las piedras y al mal estado de la calzada- estiraba el tiempo de manejo por encima de las 9 horas. Aunque ese no era el tiempo total del viaje, ya que había que sumarle las paradas obligadas para hacer esas horas más llevaderas, y seguras.
Las localidades de Sarmiento, Gobernador Costa y Tecka siguen siendo los puntos intermedios usuales en ese viaje, para cargar combustible, el agua del mate, y sumar alguna delicia para disfrutar en el camino. Pero algunos otros puntos, indispensables años anteriores, lentamente fueron perdiendo visitantes y desapareciendo.
"Parece cosa del siglo pasado", puede pensar alguno, y no se equivocaría: aunque a los mayores de 30 nos cause un shock, hablar de los 80's es hablar de las últimas décadas del siglo pasado. Sin las mejoras en rutas y vehículos actuales, a nadie se le ocurría que los 400 kilómetros que separan Comodoro de Gobernador Costa -el tramo más largo en el camino hacia Esquel- se recorrerían en unas 4 horas.
LOS TAMARISCOS
El boliche de campo surgió en 1938, y todavía está en pie. Con el correr de los años, la fonda y boliche se transformó en un museo regional que cuenta, de la mano de sus históricos pobladores, una porción muy interesante de la historia de de la provincia.
A 270 km de Comodoro y 127 Km de costa, quizás ya no es la parada popular que fue antaño, pero su Museo es punto clave para historiadores, sociólogos y escritores, y atrae a los viajeros más curiosos. Además, hace algunos años en la zona hay un punto de wi-fi libre, algo todavía raro a lo largo de las rutas patagónicas.
LA LAURITA
Este parador recibe el nombre por la estancia en la que está ubicado, que perteneció hasta 1908 a Von Bernhard y luego a la familia Braun. Todavía perdura el amplio espacio para estacionar, donde los viajeros que iban y venían por la 40 intercambiaban información sobre el estado del camino. También quedan algunos banquitos para sentarse a disfrutar de la sombre de los árboles.
Punto crítico para refugio y abastecimiento durante los crudos inviernos, su época de esplendor es historia. Pero aunque el surtidor de combustible se perdió con el paso del tiempo y el lugar está deshabitado, aún sigue siendo un interesante espacio de descanso a la orilla del Río Genoa.
NUEVA LUBECKA
A 60 km de Gobernador Costa y 337 km de Comodoro, el paraje lleva el nombre de la estancia de la zona. En 1895, Juan Platte -inmigrante alemán- compró los títulos de propiedad (originados en la Conquista del Desierto) de 16 leguas cuadradas en el centro oeste de Chubut sobre el arroyo Apeleg. Luego le sumó más leguas, hasta llegar a 25, y nombró a la estancia como "Nueva Lübecka", en honor a la ciudad natal de su mujer, Luise Sartori.
Desde la distancia ya pueden observarse los rasgos característicos de lo que que fue un próspero establecimiento ganadero. Sombra y refugio, algo bien valorado por estas rutas, todavía perduran.