Leyendas y misterios: los fantasmas que habitan la vieja Legislatura de Neuquén
Reflejos, puertas que se abren y cierran, sillas que se mueven: las historias paranormales que circulan en la antigua Casa de las Leyes de Neuquén, construida en 1950 y cargada de pasiones, tensiones y decisiones históricas.
En la Casa de las Leyes de Neuquén, un edificio con más de setenta años de historia, las leyendas y misterios que giran en torno a fantasmas y sucesos paranormales persisten a lo largo del tiempo. Construida en 1950 para ser una Escuela de Formación Justicialista, el destino de este lugar tomó rumbos inesperados debido al golpe de Estado de la Revolución Libertadora, convirtiéndose en una Escuela de Policías.
Durante casi 50 años, fue la Legislatura de la Provincia de Neuquén, testigo de pasiones, tensiones, discusiones, amoríos y tragedias. “¿Para cuántas generaciones de neuquinos se decidieron los rumbos en este lugar? Algo quedó aquí, además de fotografías y objetos. Hay una huella en lo invisible, en lo intangible”, comentó Santiago Rosas, profesor y periodista.
En 2007, la Legislatura se mudó, dejando el edificio en manos de un grupo de trabajadores que se convirtieron en guardianes de la historia. Entre ellos, figuras como Rolando “Rodi” Ibáñez, “Pinocho” Guzmán, Luisa Pérez, Enrique Romero, Celeste Manríquez, Raquel Pino y Héctor Olave. Estos custodios, celosos de su legado, cuidaron del lugar que alguna vez vibró con decisiones trascendentales.
Historias de trabajadores y experiencias paranormales se entrelazan. Rodi, que ingresó a trabajar en la Legislatura en 1994, se convirtió en un testigo del cambio cuando el edificio se transformó para dar paso a la actual Casa de las Leyes. Aunque muchos nunca hayan visto ni sentido nada, todos tienen una historia que contar.
Santiago Rosas utiliza una metáfora astronómica para explicar estas presencias. “Así como esas luces, hay energías que siguen persistiendo, incluso más allá de nuestra percepción. Hay huellas que permanecen”, explicó. Laura Serrano recuerda momentos insólitos, como cuando una voz llamó a una compañera desde el fichador de ingreso.
La nostalgia y el respeto a la institución se mezclan en las historias de quienes fueron testigos del cambio. La mudanza dejó tras de sí un edificio que, según los relatos, guarda secretos en cada rincón. Ahora, la Casa de las Leyes es también conocida por sus leyendas, manteniendo viva la memoria de aquellos que la habitaron.