Los chicos y el Covid, el interrogante que abre la segunda ola de contagios en Comodoro Rivadavia
La segunda ola de contagios es una amenaza en Comodoro Rivadavia ante el incremento de casos de Covid positivo. Los efectos ya se hacen notar a pesar que los casos son pocos a comparación de octubre pasado. La diferencia radica en la demanda de otros servicios médicos ante el cambio de panorama entre un año y otro. En este escenario la pregunta que surge es qué sucederá con los niños, una franja etaria que en 2020 estuvo prácticamente guardada.
Aulas vacías, plazas cerradas, bicicletas y picaditos suspendidos. El 2020 fue un año atípico para todos, pero mucho más para los niños, que tuvieron que quedarse guardado en sus casas, muchos sin ni siquiera visitar a tíos y abuelos.
Este 2021 muestra una postal diferente. Los niños ya ocupan las plazas bajando y subiendo al tobogán, asisten al jardín previo ingreso con alcohol en gel en manos y registro de la temperatura, y en los descampados es habitual ver rodar la pelota o girar las ruedas de la bicicleta.
En este 2021, segundo de pandemia, la flexibilización también llegó a los más pequeños y frente a este escenario el gran interrogante es qué sucederá con los niños y el Covid.
Soledad Mussini, es pediatra e infectóloga del Hospital Regional de Comodoro Rivadavia. Hace dos años llegó a la ciudad y en plena pandemia comenzó a trabajar en el nosocomio, cabecera de la región sur de Chubut.
En diálogo con ADNSUR, la especialista aseguró que los efectos de este cambio ya se hacen notar en un simple factor, la forma de contagio. “Lo que pasaba antes era que los chicos estaban encerrados, entonces se contagiaban de la familia, un contagio intrafamiliar. Esto sigue siendo así, pero ahora que empezaron las actividades presenciales y las actividades recreativas hay más contagios primarios en niños, y después aparecen los adultos convivientes. Eso es algo que estamos viendo”.
Frente a este escenario Mussini aclara que de todas formas los chicos siguen siendo la menor proporción de contagios, tanto en Chubut como el resto del país. “Son menos que los mayores de 80, y esas dos franjas son en las que hay menos cantidad de casos, entonces es poca la proporción todavía”.
El funcionamiento de las escuelas es un tema candente por estos días, en esta grieta Covid que pone a unos de un lado y a otros del otro. Para Mussini “los protocolos están pensados para que no haya contagios dentro de las escuelas. Son lugares cerrados pero se propone que haya ventilación continúa, por ahí va la mitad del curso y mayores de 6 años tienen que ir con tapabocas. Está todo dado para que no haya contagios en el aula. La mayoría de los chicos que sigo yo se contagiaron fuera del colegio, en alguna actividad recreativa, o desconocen el lugar, pero está más relacionado con eso, y son más bien chicos adolescentes de entre 10, 12 y 13 años. Por lo menos ese es el panorama de los chicos que yo sigo ahora”, explicó.
La buena noticia es que los casos en chicos no suelen ser graves, a diferencia de lo que sucede con los adultos. “En toda la población pediátrica los síntomas son leves, muchos son asintomáticos, pero en general son similares a los adultos. Los chicos chiquitos, menores de un año, pueden tener en general fiebre, mocos, catarro, tos, dolor abdominal, tal vez diarrea y vomito; y los chicos más grandes, más cercanos a la adolescencia pérdida del olfato. Hay que tener en cuenta que en un contexto de congestión también puede perder el olfato pero en forma repentina, y no ser secundario a la congestión nasal que en 48 se resuelve, pero en general los chicos no tienen neumonía ni requieren internación, a veces es como un resfrío común”, dice.
En los adultos la pérdida del olfato y el gusto suelen ser frecuentes, aunque sea uno de los dos síntomas. En los chicos esto no sucede, aunque como en todo hay excepciones, como también se registraron algunos casos más graves, pero fueron pocos y siempre había factores de riesgo asociados.
Lo cierto es que la situación de los chicos es solo un primer muestreo de lo que puede suceder ante un incremento de casos. Es que una segunda ola incrementará los contagios en menores por haber circulación social, pero no solo de coronavirus sino también de otros cuadros gripales, algo que saben los profesionales, quienes tienen un año de ventaja respecto a lo que sucedía en 2020, tal como dice Mussini.
"Ahora tenemos mayor experiencia también, pero vamos a ver este año como se comporta el virus en chicos que tienen predisposición a tener broncoespasmos, porque el año pasado no hubo chicos con Covid, pero tampoco hubo circulación viral, cuando en esta época muchas veces las terapias están llenas. La realidad es que nos falta todo este año de experiencia para ver cómo se comporta el virus en esos chicos que tienen predisposición a tener broncoespasmos. Pero si un niño tiene predisposición a tener broncoespasmo se puede desencadenar una crisis, y tiene mayor gravedad”, explicó.
Ante este panorama, la infectóloga recomienda ir a lo básico, usar el barbijo o tapabocas bien usado, evitar las reuniones sociales y mantener el distanciamiento. “Eso es responsabilidad social, pero también hay que continuar con el calendario de vacunación y los controles. Está todo dado para que los chicos puedan continuar con sus controles y su vacunación, porque es importante prevenir otras infecciones”, sentenció.