Los churrascos de "El Petiso", los mejores sanguichitos ruteros y trekking: parada obligada en un pueblo de Chubut
Gobernador Costa, ubicado en la Patagonia argentina, es conocido por muchos viajeros como un simple punto de paso en la Ruta 40. Sin embargo, para aquellos que conocen sus tesoros ocultos, este lugar ofrece experiencias auténticas. Desde la tradicional sopa y el famoso bife del "El Petiso" hasta las delicias regionales más codiciadas, Gobernador Costa esconde secretos culinarios que merecen ser descubiertos. Este destino invita a los viajeros a explorar sus encantos ocultos y a disfrutar de la autenticidad de la Patagonia.
Con unos 5 mil kilómetros, la Ruta Nacional Nº 40 atraviesa Argentina de sur a norte. A diferencia de la Ruta Nacional Nº3 (costera, con algo más de 3 mil km recorriendo 5 provincias y con su Km 0 en Capital Federal), la 40 nace en Cabo Vírgenes, Santa Cruz, y trascurre paralela a la cordillera de los Andes, llegando hasta la Quiaca, Jujuy, y uniendo 11 provincias. Con tramos de asfalto y otros tantos de ripio -en buen estado o más complicados-, la multiplicidad de paisajes y de experiencias que se viven en el camino es lo que construye ese misticismo que la rodea.
La Ruta 40 enamora y cautiva a quien la recorre. Pero, como suele pasarnos (y esto no sólo aplica para los viajes), a veces estamos tan enfocados en llegar a destino que no estamos "mirando por la ventanilla" y nos perdemos esa belleza intrínseca, natural, agreste y autóctona que tiene el camino.
Esta ruta atraviesa Gobernador Costa de punta a punta. Esta localidad -la más poblada del departamento Tehuelches, en Chubut- está a menos de 200 km de Esquel, 400 de Comodoro Rivadavia, y es paso obligado para todos los turistas que provienen de la zona costera del Golfo San Jorge (Chubut y Santa Cruz) rumbo a la Comarca Andina.
Aunque pasan por ella miles de viajeros cada año, sin embargo aún quedan muchos que desconocen las joyas que esta ciudad esconde a la vista de todos.
En la entrada este de la ciudad está -si se quiere- su punto más emblemático. A metros del portal de acceso y del predio donde se realiza cada año (desde 1991) la popular Fiesta del Caballo, se encuentra la Parrilla El Petiso. Una discreta cabaña de madera adornada por un tranquilo cartel indica el lugar, si es que antes no llama la atención la enorme cantidad de vehículos estacionados a su alrededor en horarios de almuerzo o cena.
Y es que no son pocos los viajeros que planifican estratégicamente su salida y las paradas en el camino para "caer a lo del Petiso" a la hora de la comida. Sobre las brasas siempre siempre abundan suculentos churrascos que salen rápidamente y al punto que lo pida cada cliente, acompañados de ensaladas frescas y papas.
Pero antes, circula por las mesas una enorme sopera que nadie esquiva, porque su contenido es un secreto a voces: en ese caldo se esconde lo mejor de la comida casera, el sabor a los recuerdos de infancia, a la casa de los abuelos, y tiene ese "nosequé", que reconforta el alma. "¿No será mucho?", se preguntarán algunos que leen estas líneas. No sé, una parada en lo del Petiso puede dar una respuesta mientras se saborea el flan con crema de postre. (Y los platos... qué decir del diseño de los platos!...)
TREKKING Y EL RÍO GENOA
Frente la Parrilla El Petiso, del otro lado de la ruta, Costa ofrece un excelente espacio abierto para una caminata (para bajar la comida o estirar las piernas) en contacto con la peculiar naturaleza del entorno. Si el tiempo no apura, se puede disfrutar de un excelente experiencia de trekking por los alrededores. No hay que olvidar que el Río Genoa corre paralelo al pueblo, y es un lugar ideal para disfrutar unos mates.
También se puede sumar a una salida más organizada contactando a Yatén, un grupo de trekking que se formó en plena pandemia y que periódicamente recorre distintos lugares descubriendo sus formaciones rocosas, paisajes y vistas únicas.
ARTESANOS Y MUSEO
Una visita al centro artesanal es una opción interesante, no sólo para llevar algún recuerdo del viaje sino para apreciar modos, diseños y formas de piezas diversas y únicas, en un lugar que se dedica a rescatar y difundir las técnicas de los pueblos originarios de la zona. Además -con las restricciones que impone la pandemia- puede haber chances de observar y participar junto a los artesanos del desarrollo y creación de artesanías.
El Museo Regional Valentín Saihueque es otro punto a tener en cuenta, una puerta para asomarse a un pasado muy vigente a partir de imágenes y elementos de distintos pobladores de la región. En el patio del museo, una escultura de Rose Tepanós (de Isla de Pascua, Chile) representa un caballo criollo abalanzado y un tehuelche vigilando.
LA FIESTA DEL CABALLO
En febrero, las calles de Gobernador Costa se llenan de tradición con la Fiesta Provincial del Caballo. A las tradicionales actividades camperas -con desfiles, jineteadas y concursos de adiestramiento equino- se le suma una amplia oferta de comidas, bebidas y actividades para disfrutar en familia.
Sobre la avenida principal de Gobernador Costa (que es en lo que se convierte la Ruta 40 en este corto tramo), hay dos estaciones de servicio de distinta bandera. Si el apuro del viaje no permite más que una breve parada para repostar combustible, generalmente la elegida suele ser la de la compañía nacional YPF.
Y esto no es casual... es que las deliciosas empanadas que pueden comprarse allí -elaboradas en la localidad- son también elemento emblemático del paso por la ciudad.
LOS MEJORES SANDWICHES
Pero ninguna pasada por Costa está completa sin una parada por la Panadería La Espiga, reconocida por tener -según aseguran quienes los probaron- los mejores sandwiches de miga de la región. Incluso se comenta que el dueño de una panadería comodorense quiso alguna vez hacerse del secreto de la elaboración de ese pan de miga, pero sin éxito, ya aseguran que la receta se guarda con más celo que la fórmula de la Coca-Cola.
Seguramente quedarán varios lugares interesantes en el tintero, cómo esa nueva cervecería o el almacén que vende esos dulces exquisitos. Pero... ¿dónde estaría el espíritu de aventura si no nos damos un tiempo para recorrer y descubrir las maravillas que podemos encontrar si nos permitimos frenar y no sólo "pasar de largo"?
Hay rincones en Chubut que merecen ser redescubiertos. Para los viajeros significa invertir algo más de su tiempo. Pero a cambio pueden llevarse consigo la magia que envuelve lo más auténtico de una región.