Neuquén: el acelerador lineal permitió tratar a más de medio centenar de pacientes
Desde su implementación en el Hospital Provincial Neuquén Dr. Eduardo Castro Rendón, el sistema de salud público avanzó significativamente en los tratamientos oncológicos.
Desde enero de este año, el Hospital Provincial Neuquén Dr. Eduardo Castro Rendón cuenta con un acelerador lineal de última generación, un logro significativo para el sistema de salud público de la provincia. Este equipo fue inaugurado por el gobernador Rolando Figueroa y el ministro de Salud, Martín Regueiro, y permitió a más de 55 pacientes recibir tratamientos oncológicos avanzados.
El acelerador lineal, ubicado en el hospital de mayor complejidad de Neuquén, fue fundamental para ofrecer tratamientos multidisciplinarios e integrales a los pacientes con cáncer. Este dispositivo posibilitó la realización de diversas técnicas de radioterapia, como la Radioterapia de Intensidad Modulada, Arcoterapia de Intensidad Modulada y Radioterapia Guiada por Imágenes (IGRT). Además, se prevé la inclusión de Radiocirugía Estereotáxica y Radioterapia Corporal Estereotáctica (SBRT) en el futuro cercano.
El Servicio de Oncología del hospital registró que desde su puesta en marcha, 55 personas iniciaron tratamiento con el acelerador lineal, con algunos pacientes ya habiendo completado su terapia y otros aún en curso. El equipo opera de lunes a viernes, permitiendo que el sistema público de salud ofrezca un enfoque integral en el tratamiento del cáncer, con un equipo conformado por oncólogos clínicos y radioterapeutas, físicos médicos, técnicos en radioterapia, cirujanos, médicos clínicos, especialistas en cuidados paliativos, enfermeros, nutricionistas y psicooncólogos.
La radioterapia, que utiliza radiación de alta energía para destruir células cancerosas, es una herramienta clave en el tratamiento del cáncer. Según los especialistas, esta técnica funciona como un bisturí invisible que apunta con precisión a las células malignas, minimizando el daño a las células sanas cercanas. La radiación actúa sobre el ADN de las células cancerosas, impidiendo su reproducción y crecimiento descontrolado.
Este tratamiento se realiza de forma ambulatoria, sin necesidad de hospitalización, y las sesiones suelen ser breves e indoloras. La cantidad de sesiones y la dosis de radiación varían según el tipo y la etapa del cáncer, así como el estado general de salud del paciente. A pesar del efecto biológico de las radiaciones, no quedan residuos radioactivos en el cuerpo, permitiendo al paciente continuar con su vida normal y mantener contacto habitual con otras personas.