Es jueves a la noche del 28 de Julio. En Rawson no anda un alma. No es una fecha más en la capital provincial. Los salones de té se vieron colmados de gente. El espíritu de los colonos galeses aún quedó flotando en el aire.

Finalizaron los festejos del aniversario del Desembarco. La plazoleta de las calles Brown y Vucetich está vacía. De fondo, se escucha el ruido de los motores de los autos, perros que ladran y se ven algunas luces dispersas.

Las hamacas donde juegan los niños se mueven solas en la penumbra. Sí, solas. Hay una brisa que se supone debería explicarlo todo. Pero el aire casi no se siente en el rostro de las personas que miran incrédulas.

ADNSUR recogió el testimonio de algunos vecinos que contaron sus creencias. Las familias rawsenses -que no creen en fantasmas- no encuentran ninguna explicación racional a este curioso fenómeno.

Las personas que se apoyan en la ciencia creen que hay una especie de "vibración" que hace que las hamacas se muevan.  Otros, más permeables a las creencias esotéricas, miran al Cementerio para buscar una explicación que los tranquilice.

Pero en realidad nadie está tranquilo. Ni convencido de lo que sucede. No es la primera vez que las hamacas de la plaza se mueven en la brisa.

La hamaca azul es la que más se mueve por las noches. Foto: ADNSUR

Los vecinos incluso han filmado videos durante el día. Por momentos, parecería que una presencia extraña se mece en la hamaca como si fuera un niño triste. Otros ironizan que el que está jugando es un adulto. 

El misterio de las hamacas de la plaza de Rawson alimenta toda clase de leyendas ante la imposibilidad de explicar lo inexplicable. Están los que aseguran que las mueve el viento y el resto es superstición.

Lo cierto es que las circunstancias que rodean a la plaza de los misterios, agitan los fantasmas y abren las puertas de la dimensión desconocida.

En el fondo y en la superficie de estas historias, como nos muestran las historias de terror, siempre hay una base científica.

Una de las creencias populares conduce a las puertas del Cementerio y conecta con los seres del otro mundo. Los cortejos fúnebres pasan por la plazoleta hasta el Cementerio, que queda a pocas cuadras. 

Esto conduce a creer que algún alma desvelada sale a pasear de vez en cuando y se detiene a jugar en las hamacas, según dicen los vecinos.

El Cementerio de Rawson alimenta la leyenda de las hamacas que se mueven solas. Foto: archivo Infobae.

La otra creencia alimenta aún más la sugestión y no deja dormir a nadie por las noches. Desde hace un tiempo dicen que en Rawson escasean los nichos donde enterrar a los muertos en el Cementerio.

Por eso, algunos suponen que son los fantasmas de los muertos cada tanto se levantan y recorren la ciudad buscando "un lugar donde descansar", comentan vecinos.

De hecho, en algún momento se habló de hacer un relevamiento en las fosas que están desde hace años.

No faltan quienes invocan a los espíritus de los pioneros, los personajes ilustres o vecinos anónimos que "no descansan en paz".

La noche avanza sobre Rawson. Las hamacas se siguen moviendo en la brisa. Se levanta un poco de viento y una hamaca se queda ahí, quieta.  Hasta ahora, nadie tampoco pudo explicarlo.

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