Argentina enfrenta una ola polar que -entre otros sectores- dificulta las tareas de cultivo de productos esenciales para la canasta familiar, como el tomate y los morrones. Este fenómeno climático ha provocado un aumento en los precios que ronda el 200%, afectando considerablemente el presupuesto de los consumidores. 

De esta manera, el kilo ya alcanzó entre el $5.000 y los $8.000 de ambos alimentos en Buenos Aires, mientras que en Comodoro supera los $7.000 y $11.000

Esta suba inicialmente fue atribuida a factores estacionales, aunque los verduleros advierten que, una vez que los precios se disparan, suelen bajar cuando mejora el escenario, pero no regresan a los niveles anteriores, generando una presión constante sobre la inflación.

En Comodoro Rivadavia, ADNSUR pudo relevar que el kilo de tomate en las verdulerías de la zona alcanza los $7.900.

Subió el precio del tomate y el morrón en Comodoro: el kilo supera los $7.000 y $11.000

Mientras que, el morrón rojo pudo encontrarse en las góndolas a $11.900. En tanto, el tomate perita muestra un costo más económico y se puede conseguir a $5.700 el kilo.

Subió el precio del tomate y el morrón en Comodoro: el kilo supera los $7.000 y $11.000

En Buenos Aires, para mitigar la escasez, los distribuidores han comenzado a importar tomate de Chile y Ecuador, a un precio casi 50% más caro. 

DIFERENCIA DE PRECIO EN EL TOMATE Y EL MORRÓN 

Según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en abril los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,5 veces del campo (origen) a la góndola (destino). Es decir, el consumidor pagó $3,5 por cada $1 que recibió el productor.

Ya en abril, el tomate redondo y el pimiento presentaron una brecha de 2,1 veces. Sus precios se incrementaron tanto al productor (177,4% y 82,3%, respectivamente) como al consumidor (37,6% y 33,9%, respectivamente), detalló Ámbito.

Según CAME, el productor primario no es formador de precios. "Si bien algunos productos con alta incidencia en la canasta (como, por ejemplo, la cebolla y el tomate) presentaron un reacomodamiento en los precios al productor, estos valores no llegaron a compensar la inflación acumulada, por lo que el primer eslabón (origen-productor) sigue resignando rentabilidad frente al resto de los actores de la cadena de valor. Es decir, la estructura de formación de precios en Argentina nace en la góndola y se va disgregando hacia atrás, hasta llegar al productor, cuando debería ser al revés".

¿Querés mantenerte informado?
¡Suscribite a nuestros Newsletters!
¡Sumate acá 👇🔗!
Recibí alertas y la info más importante en tu celular

El boletín diario de noticias y la data urgente que tenés que conocer