Trece litros de nafta o tres packs de papel higiénico: qué se puede comprar con el nuevo billete de 10 mil pesos

Aunque todavía no hay precisiones sobre el momento en que comenzará a circular en Chubut, según confiaron fuentes de bancos estatales, es un hecho que el nuevo billete de $10.000 ya fue puesto en circulación por el Banco Central y que en las próximas semanas llegará también a estas latitudes, pasando a ser el de mayor nominación en el país.

La aparición coincide con un momento de circunstanciales mejoras en los índices de inflación, en los que el gobierno de Javier Milei apunta a comunicar que abril quedó por debajo del 10% y ya apuesta a que mayo podría perforar el piso del 6%.

Sin embargo, esos números, que al compararse contra el 25% de diciembre y el 20% de enero podrían parecer “bajos”, siguen representando un alto índice, que está lejos de mejorar el poder adquisitivo. En todo caso, como dijo días atrás un especialista, los salarios no dejan de deteriorarse, sino que lo hacen a un ritmo un poco más lento.

Otro dato que refleja la evolución inflacionaria es que desde que se anunció el lanzamiento del billete, en enero del mes pasado, la inflación acumulada desde entonces es del 52%, si se considera el acumulado del primer trimestre, o entre 30 y 40%, si se cuenta desde mediados de enero hasta hoy.

PARA QUÉ ALCANZA EL NUEVO BILLETE: 10.000 QUE COMPRAN CASI LO MISMO QUE 10, HACE 30 AÑOS

No deja de ser curioso que, tomado en términos generales, el flamante billete puede tener un poder adquisitivo bastante cercano a los 10 dólares, si se toma en cuenta la cotización del dólar ‘blue’ y sus fluctuaciones en torno a los $1.000.

La mención permite evocar otro momento de la historia de los billetes, cuando a principios de los años 90 y ese lanzaba la convertibilidad, un flamante billete de $10 equivalía también, más taxativamente en aquel momento, a 10 dólares (la ley de convertibilidad determinaba que un peso alcanzaba para comprar un dólar y así se mantuvo hasta su final, a principios de 2002).

En cualquier caso, ¿qué podría comprar hoy un billete de $10.000 en Comodoro Rivadavia y la región patagónica? A valores actuales, alcanzaría para cargar unos 13 litros de nafta súper, al menos hasta principios de junio, mientras el precio se mantenga en $747 por litro.

Si se mantiene la retrospectiva sobre lo que ocurría 3 décadas atrás, tal vez la carga hubiera alcanzado para 20 litros, ya que en aquellos años el combustible en la Patagonia costaba la mitad que en el resto del país, donde se fijaba a $1 por litro, es decir un dólar, mientras el precio en la región se ubicaba en 50 centavos por litro.

Dejando atrás el viaje en el tiempo, hy podrían comprarse unos 8 litros del diésel de mayor refino en las estaciones YPF. Y para quienes no posean vehículo propio, con uno de los nuevos billetes podrían viajar 22 veces en ómnibus, es decir unos 11 viajes de ida y vuelta hasta el trabajo, al precio de mayo, que costará $446,08.

Desde junio, ya se sabe, la tarifa urbana se elevará a algo más de $814, así es que con flamante billete, ya sea con la cara de Manuel Belgrano o de María Remedios del Valle, alcanzará apenas para 8 pasajes y un vuelto inferior a los 200 pesos.

Es curioso, pero un trabajo académico sobre la tarifa media del transporte público en el país, que analiza la evolución en los últimos años, muestra que a mediados de 1994, el precio se ubicaba en torno a los 50 centavos de peso/dólar, lo que significaría un valor similar al precio del boleto actual en Comodoro, que de todos modos subirá el mes próximo hasta el valor mencionado.

Al igual que con otros productos, si se hiciera la comparación en moneda constante, muchos de los precios actuales quedarían por encima de los de aquel momento, por razones vinculadas a la caída en la productividad y a los atrasos en precios reales contra la evolución de costos e insumos.

DE COMPRAS EN EL SÚPER

Si se quiere aprovechar el nuevo billete en un supermercado, es posible aprovechar algunas ofertas: tal vez alcance para 3 packs de 4 rollos de papel higiénico, de doble hoja y 30 metros cada uno, en valores que oscilan los $3.200, dependiendo de detalles de suavidad o perfuma incorporado.

Si lo que se busca es hacer rendir el billete para una compra que abarque un par de días, podría optarse por un paquete de tallarines, que oscila los $1.400, pero buscando algunas segundas o terceras marcas puede encontrarse en ofertas de entre $700 y $800, según se notó en los últimos días.

Un paquete de arroz por $2.000, si no se busca entre las marcas más reconocidas (que están en torno a los $4.000 por kilo) podría complementar esa compra de alimentos no perecederos, quedando todavía algunos pesos para pensar en una lata de atún, para lo que se requieren entre $1.200 y $1.700.

Si lo que se busca es algo de carne, algunas ofertas o promociones pueden hacer que el nuevo billete compre un kilo de milanesas, con cortes de $6.500 a $8.000, según se busque cuadrada o peceto, por ejemplo, pasando por la nalga. O una tirita de asado, siempre que se encuentre una promo de esas de menos de $7.000 por kilo  y un par de choris.

Si se busca por el lado de las verduras, conviene ir tras la calabaza o la batata, que todavía tienen precios por kilo por debajo de los $1.000. Distinto es el caso de la lechuga, con precios que superan los $2.000 por kilo.

 ¿Alguien guarda un ticket de compras de los años 90? Sería muy interesante comparar los precios de entonces con los actuales, considerando que el billete de $10 de aquella etapa, en la que gobernó un presidente admirado por el actual, es muy similar a su actual sucesor, que en teoría vale mil veces más.