Cuando el hielo se derrite: la amenaza que enfrentan los glaciares de la Patagonia

Los estruendosos desprendimientos de hielo del glaciar Perito Moreno ya no son tan frecuentes como antes. Este gigante de 250 km2, más grande que la Ciudad de Buenos Aires, es apenas uno de los 48 glaciares principales que se desprenden del Campo de Hielo Patagónico Sur, un reservorio de agua dulce del tamaño de Bélgica. Pero a diferencia de décadas pasadas, cuando el Perito Moreno se montaba sobre la península Magallanes y luego colapsaba en espectaculares rompimientos, ahora parece estar en un proceso de retroceso constante.

"El Perito Moreno está retrocediendo mucho. Tanto que, por ahora, no pareciera que vaya a crecer y montarse de nuevo sobre la península Magallanes para que se forme el puente y se dé el rompimiento, que es fascinante. Pareciera todo lo contrario: si sigue retrocediendo, lo histórico será navegar por el frente del glaciar, un sector que nunca antes se navegó, por el peligro de los desprendimientos", comenta Pablo Antimi, guía de turismo con más de 20 años de experiencia en El Calafate.

Retroceso generalizado

Y el Perito Moreno no es el único glaciar patagónico que está perdiendo volumen. Otros íconos de la región, como el Upsala y el Viedma, también se encuentran en franco retroceso. "El Upsala retrocedió 14 kilómetros en 54 años. En este caso, influye mucho que buena parte está flotando y no sobre un lecho rocoso, como el Perito Moreno. Por eso el agua ingresa por las grietas que están debajo y lo perjudica. También está en retroceso el Viedma, que es el más grande de Argentina, con 972 km2", señala Diana González, guía del centro de interpretación Glaciarium.

Luciano Bernacchi, director de Glaciarium, explica que el Upsala presenta complicaciones adicionales por su ubicación. "Llega al norte del lago Argentino, donde la profundidad del lago es de más de 700 metros. Por cuestiones físicas, cuando un glaciar llega a un lago tan profundo, mayor es la tasa de desprendimiento", indica.

Evidencia del cambio climático

Para los expertos, este retroceso generalizado de los glaciares patagónicos es una clara señal del cambio climático. "El calentamiento atmosférico y el desacople del glaciar Perito Moreno de la morena frontal -descubierta a inicios de 2023 en el canal de los Témpanos-, explican el aumento de la velocidad del flujo de hielo durante el año 2023 (aún en proceso de análisis), como causa del fuerte adelgazamiento", señala un informe del científico Pedro Skvarca.

Lucas Ruiz, glaciólogo e investigador del Conicet, es enfático al respecto: "El retroceso del glaciar en las últimas décadas es inequívocamente culpa del cambio climático de origen antrópico. Es decir, por la quema de combustibles fósiles de la actividad humana. Hay muchos estudios que sustentan que es anormal la taza en la que están retrocediendo los glaciares".

Implicancias globales

Pero el impacto de la pérdida de estos glaciares va más allá de la Patagonia. "Cuando los glaciares se derriten como se están derritiendo ahora, el nivel del mar aumenta en las costas de Nueva York y Miami", advierte Ruiz. Además, el Campo de Hielo Patagónico Sur es la reserva de agua dulce más grande del Hemisferio Sur después de la Antártida, por lo que su desaparición tendría consecuencias a escala global.

Ante este panorama, la urgencia por disfrutar estos imponentes íconos naturales antes de que desaparezcan se respira en el ambiente. "Si los glaciares se siguen derritiendo, en unos años no estarán más", comenta una turista alemana. La pregunta que queda en el aire es si las próximas generaciones podrán contemplar estos glaciares que hoy siguen retrocediendo a un ritmo acelerado.

Informe realizado por La Nación, intervenido por IA, editado por un periodista de ADNSUR.