Los campos patagónicos están repletos de tranqueras que separan los establecimientos y cuadros, una tarea cotidiana y fatigosa para quienes transitan por estas tierras. Sin embargo, en las inmediaciones de Comallo, en la Línea Sur de Río Negro, se cuenta una historia que desafía lo ordinario.

Según relata Valdis Drebnieks en su libro "Cuentos y Anécdotas", el taxista rural Marciali vivió una experiencia extraordinaria mientras regresaba de dejar a un pasajero en una zona alejada del pueblo. Cansado de tener que bajar una y otra vez para abrir y cerrar las tranqueras, Marciali se encontró frente a una que parecía tener vida propia.

En plena noche de luna llena, Marciali vio y escuchó cómo las gruesas cadenas que sujetaban la tranquera se abrían por sí solas, dejándole paso. Después de cruzar, estacionó la camioneta y se dirigió a cerrar la tranquera, pero para su sorpresa, esta ya estaba cerrada con la cadena puesta.

Comallo · Río Negro Province, Argentina

El taxista, con más de 40 años de experiencia en la zona, aseguró que fue fantástico lo que le tocó vivir. Como consejo para los visitantes, recomienda no sentarse al lado de la puerta del acompañante, ya que les tocará inevitablemente abrir y cerrar las tranqueras.

Esta historia, envuelta en un halo de misterio, refleja la conexión entre lo sobrenatural y los espacios rurales de la Patagonia, donde lo inexplicable parece irrumpir en la cotidianidad de quienes transitan estos caminos.

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