La Patagonia argentina es una región que cautiva a los viajeros con su vasta extensión, sus imponentes paisajes y su riqueza natural. Si bien los destinos turísticos más populares como Bariloche, El Calafate o El Chaltén suelen acaparar la atención, existen numerosos parajes naturales menos explorados que brindan una experiencia única y auténtica.

Más allá de las multitudes, estos sitios ofrecen la oportunidad de descubrir la belleza y diversidad de la Patagonia en un entorno tranquilo y relajado. Desde lagos de origen glaciar hasta cascadas y bosques petrificados, estos parajes poco conocidos invitan a explorar una región llena de sorpresas.

A continuación, te presentamos 8 de estos parajes poco conocidos, ubicados en las provincias de Chubut, Santa Cruz, Río Negro y Neuquén:

CHUBUT

  • El Lago Bagillt se ubica a 1000 metros sobre el nivel del mar, en medio de los bosques más prístinos de la región. Es un sitio perfecto para el trekking, el avistaje de aves, el reconocimiento de hongos y orquídeas. Todo esto motivó su declaración como Área Natural Protegida.
De ensueño. Foto: Turismo Trevelin.
De ensueño. Foto: Turismo Trevelin.

La excursión al Lago Bagillt parte desde Trevelin, normalmente alrededor de las 8.30 de la mañana,  y tras un recorrido de 25 km por la Ruta 259 en dirección a Chile, se toma un camino vecinal que va ganando altura. De acuerdo a la época del año y las condiciones del camino, el trayecto culmina junto al emblemático Colectivo (un vehículo abandonado que se hizo famoso a fuerza de postales) o bien en la siguiente tranquera.

El trayecto culmina junto al emblemático Colectivo. Foto: Trevelin tour
El trayecto culmina junto al emblemático Colectivo. Foto: Trevelin tour

En cualquiera de los casos, la excursión continúa a pie. Es un trekking de 3 horas de duración, con una dificultad media: no hay pasos expuestos pero requiere un estado físico adecuado, ya que es mayormente en subida.

  • Valle de los Altares

A pocos kilómetros de la capital provincial de Chubut, se esconde un valle de impactantes montañas y paisajes desérticos prácticamente desconocido para el turismo. Se trata del Valle de los Altares, una región protegida que resguarda pinturas rupestres de antaño y una belleza natural única.

Este punto turístico se encuentra a 200 kilómetros de Rawson, la capital de Chubut, y se formó hace millones de años a la vera del Río Chubut. Tiene la particularidad de tener paisajes desérticos y semidesérticos, repletos de geoformas y montañas que presentan diversos aspectos y una variada gama de estratos geológicos. La característica peculiar de este valle es que carece de cualquier tipo de vegetación y que tiene una gran extensión de muros de piedra por los que discurre con poco caudal el Río Chubut, que desciende desde la Cordillera de los Andes hasta el Océano Atlántico.

Valle de los Altares, Chubut. Foto: Google
Valle de los Altares, Chubut. Foto: Google

Este lugar está repleto de pinturas rupestres y es un área natural protegida desde 2014. Se encuentra en las inmediaciones de una pequeña localidad llamada Los Altares, que tiene menos de 200 habitantes y es el pueblo más cercano al valle.

Para llegar al Valle de los Altares, partiendo desde Rawson se debe tomar la Ruta Nacional 25 y recorrer 306 kilómetros, un trayecto que dura aproximadamente tres horas y 18 minutos. También se puede acceder desde Esquel, tomando la icónica Ruta Nacional 40 y luego la mencionada RN 25, un recorrido de 316 kilómetros que se realiza en unas tres horas y media.

Este rincón prácticamente desconocido de la Patagonia esconde una belleza natural y cultural única, que lo convierten en un destino ideal para quienes buscan explorar los paisajes más remotos y sorprendentes de esta región.

SANTA CRUZ

  • Bosque Petrificado de Jaramillo

A 290 km de Comodoro Rivadavia, en pleno desierto patagónico, se encuentra un destino prehistórico único: los Bosques Petrificados de Jaramillo. Estos árboles fosilizados, con 150 millones de años de antigüedad, revelan la historia de un antiguo bosque húmedo en la región.

El acceso gratuito permite a los visitantes recorrer senderos entre los troncos petrificados de araucarias, algunos de hasta 35 metros de largo. La fauna patagónica, como choiques, guanacos y zorros, sorprende a los caminantes, quienes deben respetar la prohibición de acercarse a los animales o retirar los fósiles.

Foto: Ilustrativa-Google
Foto: Ilustrativa-Google

A 140 km de allí, en Fitz Roy, se encuentra el "Sitio de la Era de Hielo", donde se han descubierto restos de mamíferos prehistóricos como gliptodontes y perezosos de hace 18.000 años. Los visitantes pueden admirar réplicas de estos animales.

Estos dos destinos únicos invitan a sumergirse en la historia y la naturaleza de la Patagonia profunda, en un verdadero viaje al pasado.

  • Laguna de los Témpanos

Esta laguna es la desembocadura del Valle del Río Lácteo, donde flotan enormes bloques de hielo provenientes del valle glaciar. Desde aquí se puede apreciar el imponente Cerro San Lorenzo, de 3706 msnm y caracterizado por glaciares colgantes.

Laguna de los témpanos, Santa Cruz. Foto: Google
Laguna de los témpanos, Santa Cruz. Foto: Google

RÍO NEGRO

  • Lago Guillelmo

Ubicado a solo 35 kilómetros del centro de Bariloche, el Lago Guillelmo es un imperdible destino natural en la Patagonia. Con sus aguas cristalinas que reflejan la imponente naturaleza que lo rodea, este lago de origen glaciar ofrece una experiencia única para quienes lo visitan.

El Lago Guillelmo se encuentra cerca de la localidad turística de Villa Mascardi, a la que se accede tomando la Ruta 40 Sur. Una vez allí, un camino de tierra de apenas 2 kilómetros lleva directamente a la zona de camping junto al lago.

Los 8 parajes naturales poco conocidos de la Patagonia Argentina que vale la pena visitar

En sus orillas, los visitantes pueden optar por acampar libremente o bien alojarse en el Camping Las Carpitas. Además, el lago es un excelente destino para la pesca deportiva, ya sea con mosca, spinning o pesca embarcada. Para quienes no tengan experiencia, se recomienda contratar los servicios de un guía profesional.

  • Cascada Los Alerces

Saliendo de Bariloche hay que ir hacia el sur por la Ruta 40 (que va hacia El Bolsón), luego de pasar por el Lago Gutiérrez y el Lago Mascardi ingresar a la derecha por el camino a Tronador. El mismo conduce hasta el río Manso Medio, donde se bifurca. Allí, en lugar de cruzar el puente sobre el río, continuar por el camino pasando por los lagos Los Moscos y Hess.

Cascada Los Alerces. Foto Instagram @ojo.digital.
Cascada Los Alerces. Foto Instagram @ojo.digital.

Luego hay que cruzar el Puente sobre el río Roca y llegar a un estacionamiento. A partir de acá el recorrido continúa a pie y tras una breve caminata llegamos hasta el Mirador de la Cascada los Alerces, un hermoso salto de 20 metros de altura que realiza el río Manso en su recorrido poco después de abandonar el lago Hess. Este río de aguas frías y cristalinas tiene la particularidad de desembocar en el océano Pacífico, en Chile.

La cascada puede apreciarse desde un amplio mirador, rodeado de un tupido bosque de altos coihues y húmedas paredes repletas de helechos y musgos. En este sector, el bosque tiene la particularidad de poseer algunos ejemplares de alerces, de allí el nombre de la cascada.

NEUQUÉN

  • Salto del Agrio

Ubicado en el pintoresco pueblo de Caviahue, en la provincia de Neuquén, es uno de los destinos más sorprendentes de la Patagonia. Allí, no solo los visitantes podrán conocer la famosa cascada el Salto del Agrio, que cuenta con aguas cristalinas a sus pies que se formó gracias a la actividad volcánica de la zona, dando lugar a este salto de unos 45 metros de alto. 

Allí también se encuentran 6 cascadas más con maravillosos paisajes: Cascadas del Agrio, Cascada cabellera de la virgen, Cascada del Basalto, Cascada de la Culebra, Cascada del Gigante, y la Cascada Escondida.

  • Parque Nacional Laguna Blanca

Este parque protege una extensa laguna salina de gran importancia para la avifauna, en especial para los flamencos. Además, ofrece la posibilidad de admirar antiguos conos volcánicos y paisajes desérticos.

La Laguna Blanca – de 1.700 hectáreas y unos 10 metros de profundidad-, es uno de los cuerpos de agua dulce más importantes de la región, por lo que muchas plantas y animales encuentran allí un ambiente único. Ha sido además un lugar significativo para las comunidades originarias y también para los pobladores criollos, durante su paso a los sitios de pastoreos de veranada.

Parque Nacional Laguna Blanca

Es un sitio de vientos fuertes y secos, que soplan principalmente del oeste, y fuertes nevadas durante los meses invernales. Las plantas del área protegida se caracterizan por su baja altura, por tener púas y espinas, y por sus raíces profundas. El Parque conserva muestras de comunidades terrestres de duraznillo, neneo, molle e importantes sectores con pastizales de coirón, gramínea que crece en compactas matas amarillentas.

Muchas aves acuáticas viven aquí aprovechando el cuerpo de agua, como los chorlos, flamencos y macaes plateados. La pequeña rana acuática de la Laguna Blanca vivía en la laguna, pero hoy su conservación depende de las lagunitas aledañas. También habitan la zona chinchillones, pumas, zorros, choiques y cóndores.

El emblema del Parque es el cisne de cuello negro (Cygnus melancoryphus). Fácilmente reconocible por su gran tamaño y su plumaje blanco y negro, el cisne de cuello negro habita en lagunas, lagos y ríos.

La hembra es similar al macho en colorido, pero algo más pequeña. Se alimenta principalmente de vegetación acuática. Para levantar vuelo, “carretea” sobre el agua. Tras la nidificación, postura de huevos y el nacimiento de los pichones, estos son transportados por los padres sobre el lomo.

Con información de Turismo Chubut, Santa Cruz, Río Negro y Neuquén. Redactado y editado por un periodista de ADNSUR. 

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