Los indicadores de la caída en la calidad educativa en el país tienen especial énfasis en Chubut, que se ha visto afectada por escenarios de conflictividad y problemas estructurales, que impidieron el normal dictado de clases en gran parte de la última década. El plan de alfabetización que lanzó este año la provincia busca revertir la tendencia, en la que la mitad de los chicos de tercer grado en todo el país no comprende lo que lee.

El gobernador Torres y el ministro Punta, durante la presentación del plan que busca mejorar la calidad de aprendizaje en Chubut. Foto: Prensa Gob. Chubut.
El gobernador Torres y el ministro Punta, durante la presentación del plan que busca mejorar la calidad de aprendizaje en Chubut. Foto: Prensa Gob. Chubut.

Cuando el gobierno provincial presentó el punto de partida para la aplicación de su plan educativo en Chubut, brindó datos específicos sobre el diagnóstico inicial. Según precisaron el gobernador Ignacio Torres y el ministro José Luis Punta, en el acto de presentación del 31 de mayo último, 5 de cada 10 estudiantes de sexto grado en Chubut tiene problemas para resolver cálculos básicos de Matemáticas.

En ese punto de partida, la proporción se eleva a 7 de cada 10 chicos cuando se miden las dificultades para detectar los conceptos más importantes de un texto. Y sólo un 15%, es decir menos de 2 de cada 10 estudiantes de ese 6xto año, alcanza el nivel óptimo de conocimientos.

A los problemas de aprendizaje que afectan a estudiantes de todo el país, se suman agravantes propios de Chubut, por haber perdido casi 2 de los últimos 10 años, entre 2013 y 2023, por situaciones de conflictividad gremial y problemas estructurales que impidieron el normal funcionamiento del sistema educativo. 

Las pérdidas por días de clase en los últimos años fueron desde la alta conflictividad hasta problemas de infraestructura ligados a gas, como lo ocurrido meses atrás en Trelew. Foto: Radio 3 Cadena Patagonia.
Las pérdidas por días de clase en los últimos años fueron desde la alta conflictividad hasta problemas de infraestructura ligados a gas, como lo ocurrido meses atrás en Trelew. Foto: Radio 3 Cadena Patagonia.

En ese cálculo se incluye un informe de la ONG ‘Argentinos por la Educación’, que detectó 208 días de clases perdidos entre 2013 y 2018, a lo que se sumó una estimación posterior de legisladores nacionales, entre los que se contaba el actual gobernador Ignacio Torres, con un relevamiento de sólo 180 días cumplidos sobre 540 posibles, desde 2018 a 2021.

En el lapso mencionado se incluye el traumático año 2019, con los pagos de salarios escalonados y la paralización de la provincia, más la pandemia de 2020 y las consecuencias posteriores.

CHUBUT ES UNA DE LAS 4 PROVINCIAS DEL PAÍS QUE ADOPTÓ NUEVO MÉTODO DE APRENDIZAJE

A partir de ese diagnóstico inicial, se puso en marcha este año un programa específico, denominado ‘Chubut Aprende’, con apoyo de PAE, que hizo el aporte necesario para la distribución de 225.600 libros sobre los que se busca apuntalar un cambio en el sistema de enseñanza-aprendizaje.

Según describió el ministro Punta en la reciente presentación de los primeros resultados del plan, el 10 de septiembre último, se inició la capacitación de 4.600 docentes y 72.713 estudiantes, en una acción que involucra a 645 escuelas.

Cuadernillo de apoyo para modificar el sistema de enseñanza. Foto: ADNSUR.
Cuadernillo de apoyo para modificar el sistema de enseñanza. Foto: ADNSUR.

El programa es una adaptación específica de un método creado por las especialistas Ana María Borzone y Magdalena Lacunza, que ya vienen trabajando en otras 3 provincias con este sistema, por lo que ahora Chubut se transformó en una de las 4 del país en adoptarlo.

Licenciada en Ciencias de la educación y Especialista en Alfabetización, TIC e inclusión educativa, Lacunza estuvo en Comodoro Rivadavia la semana pasada, donde brindó conferencias para docentes y padres, junto a Borzone, en el marco de la Feria del Libro.

Las especialistas parten de un diagnóstico inicial, en el que el problema no está en los chicos, sino en el sistema de enseñanza, algo que a su vez se vio a partir de cambios aplicados en la década del 90, planteados a nivel nacional y extendidos a las provincias.

 “Eran métodos en donde se tomaba como que los chicos escribían si copiaban, donde la lectura era una adivinanza y no se trabajaba en habilidades de comprensión o de producción de textos”, describió la especialista, sobre aquel cambio en la modalidad de enseñanza, conocido generalmente como “psicogénesis”.

“Cuando nos llamaron el año pasado, nos convocaron desde el Ministerio de Educación en un esfuerzo conjunto con Pan American Energy y la Fundación Educere, ya veníamos trabajando desde hace muchos años en un programa que se llama ‘Queremos Aprender’, coordinado por la doctora Borzone”, contó la experta, en diálogo con Actualidad 2.0.

Ana María Borzone es profesora del Seminario 'Procesos de lectura y escritura, Cátedra Unesco, en la Universidad de Buenos Aires. Doctora en Letras por la UBA e investigadora principal del Conicet y creadora del programa, que enfoca en la alfabetización de niños de primer grado.

María José Uzcudum, Magdalena Lacunza, Adriana Di Sarli, Daniela Antoci, Ana Borzone, José Luis Punta y Juan Taccari, referente de Relac. Instituc. de PAE. Foto: Daniel Feldman.
María José Uzcudum, Magdalena Lacunza, Adriana Di Sarli, Daniela Antoci, Ana Borzone, José Luis Punta y Juan Taccari, referente de Relac. Instituc. de PAE. Foto: Daniel Feldman.

“Ya estábamos trabajando en algunas provincias y aquí en Chubut comenzamos a fines del año pasado, por lo que luego del tiempo necesario para poner todo en marcha, recién este año se pudo empezar con las capacitaciones a todos los docentes, directivos y supervisores -explicó Lacunza-; y también con la entrega de materiales para que trabajen en el aula, tanto docentes y como los chicos”.

CAMBIOS EN LA FORMA DE ENSEÑAR QUE DAÑARON LA CAPACIDAD DE APRENDER

Al explicar el problema metodológico, detalló que uno de los primeros problemas fue la prohibición de enseñar “conciencia fonológica”, que es la vinculación entre el sonido de las palabras y su relación “con un dibujito escrito, que vendría a ser la letra. Si no le enseñamos a los chicos a reconocer esos sonidos en las palabras, ni cómo se escriben las letras que lo representan, no puede aprender a leer o escribir correctamente y no va a trabajar adecuadamente la comprensión lectora de los textos”.

Los sistemas de aprendizaje buscan adaptarse a la actualidad. Foto: Unicef.
Los sistemas de aprendizaje buscan adaptarse a la actualidad. Foto: Unicef.

Esto, indicó, debe ser enseñado explícitamente “y con muchas oportunidades de práctica, aunque los chicos todavía no sepan leer y escribir palabras correctamente”.

Otro problema que tuvo la enseñanza en las últimas décadas, añadió, de carácter “gravísimo”, fue “el tipo de letra de imprenta mayúscula, que en un momento se adoptó en todo el mundo pero rápidamente cambiaron, porque vieron las consecuencias. Todos los libros, para aprendizaje y también para placer narrativo, están escritos en imprenta minúscula y mayúscula sólo cuando corresponde, pero nosotros estábamos enseñando con un tipo de letra que después no les va a servir para leer el resto de los libros”.

La propuesta del programa ‘Aprender Chubut’ recupera la comprensión fonológica, pero abarca una mayor cantidad de áreas, precisó Lacunza, para aclarar que no es sólo retomar un método de 30 años atrás, sino adaptado a las exigencias actuales.

“Se trabaja mucho con la comprensión lectora, con escritura de textos, al principio de forma oral, cuando todavía los chicos no saben escribir palabras, pero ellos narran textos completos con las intervenciones del docente, que les va enseñando cómo escribirlos”, detalló.

El nuevo método de aprendizaje recupera la denominada 'conciencia fonológica' para aprender a escribir y a leer. Foto: ADNSUR.
El nuevo método de aprendizaje recupera la denominada 'conciencia fonológica' para aprender a escribir y a leer. Foto: ADNSUR.

También se incluye una parte vinculada a tecnología. “Se incorpora, pero de forma medida, porque el sistema de escritura español es muy bueno sigue como tal por más desarrollo tecnológico que haya. Nosotros hemos desarrollado un juego que acompaña a los cuadernillos -precisó-, falta poquito para que lo podamos aplicar en Chubut y la idea es que lo utilicen para práctica, lo que va a ser un gran impulso para practicar en la casa, pero el sistema de escritura se seguirá enseñando en la escuela”.

Además, advirtió, se ha estudiado en profundidad para que ese mismo juego no fomente la dispersión de la atención de los chicos.

PLAZOS PARA VERIFICAR RESULTADOS

Ante la consulta sobre los plazos que se manejan para empezar a notar resultados que reviertan los indicadores negativos mencionados en el diagnóstico inicial, la experta señaló que en las aplicaciones que hicieron del programa en determinados grupos de primer grado, en otras provincias, al final del año los chicos terminan escribiendo y leyendo textos de hasta dos párrafos completos.

Al aplicarse un programa de forma masiva como la que se ha impulsado en Chubut, explicó que “hay como una inercia, que quiere decir que los docentes vuelven a sus prácticas anteriores, entonces no es tan rápido; pero las provincias que ya estamos hace un tiempo, en 2 años ya están logrando que todos los chicos a fin de primer grado puedan leer y escribir algunas oraciones y algunos textos más extensos, para después seguir avanzando”.

Consultada específicamente por la situación de esta provincia, afectada por el tiempo de clases perdidas en los últimos años, afirmó:

“Conocemos ese diagnóstico, que nos lo brindó el Ministerio de Educación y nosotros hicimos nuestra propia evaluación. Pero lo que noto en la provincia es que hay mucha voluntad de cambio. Si bien los docentes todavía están acostumbrados a ciertas prácticas que no se deben realizar adentro del aula, sí hay predisposición y están de acuerdo en que, algún cambio, tenía que haber. Porque, así como venían, no podían seguir”.

La continuidad en el aula será fundamental para observar los primeros resultados. Foto: Unicef.
La continuidad en el aula será fundamental para observar los primeros resultados. Foto: Unicef.

En ese marco, destacó que “lo que estoy lo que estamos viendo ahora, por ejemplo, es que este año ya la asistencia de los niños a la escuela es mucho mayor que en años anteriores. Yo creo que cuando los padres ven que a nosotros nos importa, que hacemos visitas a escuelas, acompañados por la gente del Ministerio, cuando los padres se enteran y los maestros se dan cuenta de que a todos nos importa, hay como una respuesta diferente, ya que los chicos estén en la escuela muchísimo”.

En ese marco, destacó que la continuidad será fundamental, ya que de lo contrario sería similar al caso de un médico que recomienda un antibiótico a tomar 3 veces por día durante una semana, pero el paciente lo toma un a sola vez, algunos días de la semana.

“Obviamente, si hacés eso no te vas a curar. Entonces, la propuesta se tiene que desarrollar durante todos los días, con mucha práctica dentro de la escuela, con los chicos y los docentes presentes”, expresó.

Para la especialista, los primeros resultados podrán empezar a notarse a fines del año próximo, cuando se haya podido trabajar un año completo con aplicación del nuevo método de enseñanza, desde el primer día de clases. 

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