El escenario de Chubut será con desdoblamiento y sin PASO: cómo queda parado cada frente político luego de un cierre de año cargado de tensión
Abortado el intento por una Ley de Lemas, el Frente de Todos se jugó por eliminar las primarias, mientras se habla de una lista de unidad en la que nadie cree. En la vereda de enfrente, el PRO y la UCR se preparan para una interna que ahora tendrá un color diferente.
La última sesión del año en la Legislatura, en la que el tema central iba a ser la definición de las reglas electorales para 2023, tuvo todos los condimentos de un thriller político: estuvo precedida de dos cumbres del Frente de Todos, una en Comodoro y otra en Rawson, y además tuvo la antesala de la visita de dirigentes nacionales del PRO precedida por una intensa campaña en redes sociales, más una conferencia del radicalismo; todo confluyó en un jueves cargado de tensión con una demora de 10 horas que hacía años no se vivía.
La comisión de Asuntos Constitucionales recién sacó el dictamen para eliminar las PASO a las 20,30 del último día del calendario legislativo: estratégicamente fue el último asunto en ingresar al Orden del Día de la última sesión del año, luego de varias reuniones entre diputados del arcionismo y el justicialismo, y de algún intento de hacer fracasar el quórum por parte de una diputada del mackarthysmo.
Con los diputados radicales Manuel Pagliaroni y Andrea Aguilera en la postura partidaria de no tocar las leyes electorales, más la trelewense Belén Baskovc defendiendo las PASO, sumado a las inoportunas ausencias de Emiliano Mongilardi y Graciela Cigudosa, el presidente del bloque oficialista Juan Pais, necesitó no solamente al sastrista Miguel Antín, sino especialmente a los dos diputados peronistas Rafael Williams y Mónica Saso para lograr el mínimo de 4 firmas para un dictamen en mayoría en esa comisión clave.
La estrategia de eliminar las PASO, adelantar elecciones y dejar abortado el intento de la Ley de Lemas había sido acordada el día anterior -miércoles 21- en el almuerzo celebrado en Rawson, del que participaron los tres referentes chubutenses del Frente de Todos, Mariano Arcioni, Ricardo Sastre y Juan Pablo Luque. Cuentan los asistentes que hubo un clima de mucha sonrisa, elogios cruzados, promesas de trabajar todos juntos, y de fijar una fecha de votación para el mes de abril, o a más tardar mayo.
Ese cónclave vino a dar el cierre a lo que fueron 8 días agitados, que habían comenzado con un desayuno realizado entre los mismos actores el martes 13 de diciembre bien temprano en Comodoro Rivadavia, previo a los actos por el Día del Petróleo, donde -a raíz de una fuerte intervención de dos actores nacionales como Sergio Massa y Eduardo “Wado” De Pedro- se habían prometido agotar todos los intentos por una Ley de Lemas.
En ese lapso de una semana, entre martes 13 y martes 20, parecieron subir las chances de lograr esa jugada electoral de último momento, que necesitaba mayoría especial, y que motivó muchas reuniones y la constante reescritura por parte de asesores, de un borrador que finalmente quedó en la nada, porque no se lograron poner de acuerdo en la “letra chica”, y porque fue evidente que nunca iban a estar los votos que hacían falta.
ACÁ NO PASÓ NADA
Hubo encuentros virtuales vía zoom, grupos de chat muy activos y algunas reuniones presenciales en una chacra, todo en pos de lograr el consenso por una Ley de Lemas que pudiera ingresar con fórceps en la última sesión del año sobre tablas.
Pero a pesar de bucear en textos comparativos con otras provincias y fallos de la corte, pocos se ocuparon de hablar con diputados del madernismo y gremios como los petroleros, camioneros o empleados de comercio.
No sólo no estuvieron los votos que hacían falta, sino que nunca se terminó de cerrar un texto final, que quedó trabado en cómo definir la integración de la lista de diputados provinciales (un número fijo para el ganador y el resto por sistema D´Hont) y en cómo resolver las colectoras municipales para cada candidato a gobernador.
Hay mil detalles de esas negociaciones que ya no vienen a cuento, porque la única conclusión fue que quedaron en soledad las dos principales autoridades del PJ, Carlos Linares y José Arrechea, hablando a favor de una ley de Lemas que nunca llegó, porque nadie estuvo dispuesto a ceder y a resignar algo de poder dentro de los dos bastiones centrales, que son Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn.
El pedido -más bien una bajada de línea fuerte- de Massa y De Pedro apuntaba a que esa ley podía otorgarle más chances a los candidatos del Frente de Todos ante los de Juntos por el Cambio en Chubut. Pero fue imposible que los asesores de los principales aspirantes a la gobernación se pusieran de acuerdo.
El resultado sirve como una muestra más -por si hacía falta- de lo fragmentado que está el peronismo en Chubut: sin liderazgos, y preso de una desconfianza descomunal. Los protagonistas descreen de la palabra de sus interlocutores, y se habla de una futura “lista de unidad” (el término sobrevoló el almuerzo de Rawson) que nadie tiene la menor idea de cómo se va a lograr, porque -hasta el momento- no hay ningún referente que esté dispuesto a resignar poder.
En lo que sí se pusieron de acuerdo los dirigentes del PJ, fue en la estrategia de cómo salir a despegarse y a responder a la movida nacional y provincial de Juntos por el Cambio de denunciar una trampa electoral de último momento. Luque dijo que nunca estuvo a favor y Sastre afirmó que jamás hubo nada concreto para tratar en la Cámara.
Mientras una semana antes, en Comodoro, el mismo gobernador Arcioni había dejado trascender a ADNSUR que todo era posible si había acuerdo en la Legislatura, el jueves 22 la respuesta de casette fue que “nunca hubo proyecto de Ley de Lemas en la Legislatura” y que la oposición vio fantasmas.
MENOS JUNTOS QUE NUNCA
Si en el peronismo reina la desconfianza y la fragmentación, en Juntos por el Cambio el escenario es de un enfrentamiento cada vez más marcado entre el PRO y la UCR. El mejor ejemplo es lo que ocurrió al mediodía del jueves: mientras la dirigencia del radicalismo brindaba una conferencia de prensa dentro de Legislatura para hablar en contra de las reformas electorales, los referentes del PRO encabezados por Patricia Bullrich e Ignacio Torres, realizaban exactamente al mismo tiempo un acto afuera para denunciar lo mismo.
Es decir que sintonizaron el mismo discurso, adoptaron la misma estrategia, pero no pudieron compartir el mismo lugar: los egos, el protagonismo, y la falta de piel evidente entre los actores principales, hace imposible que se junten para acordar una postura pública común.
Cada uno por su lado, sin cruzarse ni llamarse, separados apenas por 20 metros de distancia. Ya lo hemos dicho, la relación entre Nacho Torres y Damián Biss es casi imposible que se acerque a un acuerdo, y más bien se encamina a una interna para definir al candidato a gobernador del espacio.
La pregunta es cómo redefine las reglas del juego la ley sancionada por Legislatura este jueves. En el PRO no les gusta nada: sus figuras han salido a manifestar que es un cambio de reglas del juego a último momento por el temor a perder que tiene el oficialismo. Lo cierto es que los obliga a recalcular la estrategia frente al radicalismo, porque ya no habrá una interna obligatoria y simultánea, sino mucho más acotada, para definir candidaturas.
Los pasillos de la Legislatura eran un hervidero el jueves al mediodía, con la presencia de dirigentes como Nacho Torres, Ana Clara Romero, Gustavo Menna, Manuel Pagliaroni, Damián Biss, Mario Cimadevilla, Federico Massoni, y Tomás Buffa, por citar sólo algunos. Todo el heterogéneo universo de Juntos por el Cambio confluyó en el primer piso, previo a una sesión en la que se sabía, las PASO tenían las horas contadas, como finalmente sucedió.
La mayoría de esas figuras comentaban su parecer, con miradas diferentes. En el PRO, aseguraban que “lo de las PASO no nos mueve la aguja, los afiliados a otros partidos no van a poder votar en la interna, y respecto a los independientes, tenemos muchos más fierros”, en alusión a la estructura para movilizar.
Desde el radicalismo respondían mirando por la ventana hacia el escenario montado en frente: “imagínate los fierros que tendrán, que organizaron un acto con la presidenta nacional del partido y una convocatoria por redes, y no juntaron a 100 personas”.
Claramente, la dirigencia radical jugó a la estrategia del tero, de poner el grito en un lado, y el huevo en el otro: declaman no querer que se cambien las reglas, pero en el fondo, están entusiasmados con la eliminación de las PASO, porque creen que favorece sus chances en la interna.
NUEVO ESCENARIO
Sin dudas, aunque nadie lo vaya a decir, la única explicación de que los diputados del Frente de Todos hayan eliminado las PASO, es que el sistema funcionaba a medida del candidato a gobernador del PRO, Ignacio Torres. Los últimos ejemplos mostraban que, en una interna abierta y obligatoria, era el más favorecido, arrastrando los votos del espacio luego en la elección general.
Al borrar del mapa este mecanismo, la nueva ley deja librada a cada fuerza política la manera de dirimir la elección de candidatos. Cada frente electoral deberá acordar ahora sus propias reglas, y en el caso de Juntos por el Cambio, desde la Mesa Nacional se bajó la línea de una elección abierta donde podrán votar los afiliados (el PRO tiene 4 mil y la UCR 35 mil) y los independientes (no afiliados a ningún otro partido).
Nacho Torres fue el gran ganador de la última elección y es la figura que mejor mide en las encuestas, pero eso fue dentro de otro sistema que ahora fue modificado. Todo se reducirá de aquí en adelante al “aparato partidario”, ya que la disputa ahora pasará por el poder de movilización de cada candidato el día de la interna.
La UCR no sólo tiene muchos más afiliados, sino una experiencia mucho extensa más en internas. La lucha pasará por el nivel de participación de los independientes, la gran incógnita: se supone que ahí reside la fuerza de Torres, pero no es una elección obligatoria y se desconoce hasta dónde llega el interés del común de la gente, alejada de la participación activa en política, en ir a votar un domingo de febrero o marzo por un precandidato a gobernador.
Y el otro condimento extra que hasta aquí no se ponía en juego con las PASO: ¿cuánto pueden llegar a incidir otras figuras del peronismo que tengan capacidad de movilizar electores independientes para torcer la interna de Juntos por el Cambio para un lado o para el otro? Pongamos el interrogante de otro modo: los “fierros” de los gobiernos de Nación, la Provincia y los tres principales municipios (reúnen el 85 % del padrón total) ¿van a mirar de brazos cruzados la interna entre Torres y Biss?
Estas son las preguntas que ahora surgen con la eliminación de las PASO, y esa es la explicación de por qué había tanto en juego en la Legislatura el jueves. Las reglas del juego se modificaron, y esto obliga a todos los actores a redefinir sus estrategias. Por algo el mismo Biss postergó el lanzamiento de su candidatura para enero: no podía tomar ninguna definición hasta no saber qué iba a hacer la Cámara de Diputados.
LA FECHA
Una vez que la Legislatura sancionó la derogación de las PASO, ahora todas las miradas apuntan al gobernador Mariano Arcioni. En primer lugar, esperando la promulgación, algo que seguramente hará porque siempre se ha manifestado en contra de las primarias en el último tiempo, y porque ya anticipó que respetará los acuerdos políticos de los legisladores.
Y en segundo lugar, porque el mandatario es el que tiene la potestad de fijar el día de convocatoria a elecciones, y un posible adelantamiento forma parte del acuerdo de las dos cumbres de Comodoro y Rawson. Se espera que Arcioni defina la fecha cuando regrese de sus vacaciones, a mediados de enero, aunque ya se barajan dos alternativas, que van desde fines de abril hasta mediados de mayo.
Estas posibles fechas de abril o mayo fueron tiradas sobre la mesa en el almuerzo del miércoles, y el dato es super relevante para el resto de las fuerzas políticas, que en base al día que se establezca y al cronograma que se disponga, deberán acomodar sus internas para cumplir con la presentación de candidatos alrededor del mes de marzo.
Este cambio en las reglas obligará seguramente a acelerar los tiempos de campaña, y a que determinados candidatos apuren sus recorridas provinciales y el armado de sus listas en las diferentes localidades: no hay dudas de que será un verano muy movido políticamente.
Un aspecto a resaltar del nuevo escenario sin PASO y con adelantamiento, es que la estrategia de hacer una elección centrada en la discusión provincial y municipal, y separada de la campaña nacional, es que sin dudas va a mermar las posibilidades de aquellos candidatos que tenían la expectativa de ir “enganchados” en la boleta a una figura nacional.
Por ejemplo, el del precandidato a gobernador de Ciudadanos por Chubut, César Treffinger, quien se posicionó con un muy buen resultado en las legislativas de 2021, anunció un acuerdo para 2023 con el candidato a Presidente, Javier Milei. Si bien mide muy bien en los sondeos, el diputado libertario quedaría afuera de la boleta en una elección provincial, y no habría “efecto arrastre”.
Tal como anticipamos, previo al año próximo en que se define el nuevo reparto de poder, la Legislatura iba a comenzar a marcar la cancha en la última sesión de 2022. Los diputados dieron el primer paso al modificar la selección de candidatos dentro de la Ley de Partidos Políticos, y ahora habrá que esperar qué hace Mariano Arcioni, para ver cómo cada fuerza redefine sus estrategias.