El hidrógeno que produjo Hychico en Comodoro alcanza para que una flota de 10 ómnibus gire 7 vueltas alrededor de la tierra
Desde 2009 produjo 3 millones de metros cúbicos. Los resultados fueron expuestos ante Flavia Royón y Merces Marcó del Pont, que presentaron en la ciudad la Estrategia nacional del hidrógeno.
El rol pionero de Chubut como productor de hidrógeno replica lo que pasó 20 años atrás con el primer parque eólico de Sudamérica, pero es necesario que el marco regulatorio que se discute en el Congreso incluya a la región y dé certezas para atraer los capitales requeridos. De lo contrario, todo quedará como un sueño incumplido (como aquel parque, hoy destruído). En todo el país se estima que serán necesarias inversiones de 90.000 millones de dólares.
La presentación de la ‘Estrategia Nacional del Hidrógeno', que se realizó el jueves pasado en Comodoro Rivadavia fue el marco previo a lo que continuó desarrollándose durante el viernes en la Expo Industrial, con el segundo Foro de Transición Energética.
En ambos eventos se insistió en remarcar la oportunidad que abre el nuevo vector energético para la región del golfo San Jorge, pero quedó latente también la necesidad de introducir cambios al proyecto de ley que debe discutir el Congreso, que en su texto de origen no incluye a esta región con el mismo énfasis que da al hidrógeno que podría generarse en Vaca Muerta.
Así se lo hicieron saber los referentes del grupo Transición Energética Sostenible a la secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royón, quien se llevó copia de las inquietudes planteadas, que pueden resumirse en los siguientes ejes:
- Es necesario reducir la excesiva exigencia de componente nacional para desarrollar el hidrógeno verde, que arranca con porcentajes mucho más altos que los fijados para el hidrógeno azul que generará Vaca Muerta a través del gas.
- Garantizar la inversión pública necesaria para las redes de infraestructura que se necesitan para canalizar la energía generada.
- Ampliar la estabilidad fiscal a un período de 30 años.
La funcionaria nacional escuchó las inquietudes y prometió analizarlas, pero el trabajo definitivo dependerá de los legisladores nacionales que representan a Chubut, al momento de tratar el proyecto de ley. Para conocer el detalle de las observaciones realizadas al proyecto por el TES, se puede ingresar al siguiente documento:
UNA INVERSIÓN ESTIMADA EN 90.000 MILLONES DE DÓLARES
Según expuso Royón durante la jornada del jueves en Comodoro Rivadavia, la ENH (Economía Nacional del Hidrógeno) proyecta que Argentina alcanzará una producción de 5 millones de toneladas anuales de hidrógeno de bajas emisiones hacia el año 2050. De ese total, 4 millones serían para exportación.
Con una inversión necesaria no inferior a 90.000 millones de dólares, las estimaciones oficiales prevén que el desarrollo de la actividad impulsará la creación de más de 80 mil puestos de trabajo calificados, con desarrollos distribuidos en la Patagonia, Buenos Aires y norte del país..
Otra de las especificaciones que se presentaron durante la jornada es la competitividad que podría alcanzarse con los recursos naturales disponibles, particularmente por el alto Factor de Capacidad de los vientos de la Patagonia, estimándose un costo de 1,4 dólar por kilogramo de hidrógeno producido.
Buena parte del desarrollo se prevé en la Patagonia, según expuso la secretaria de Asuntos Estratégicos de la Nación, Mercedes Marcó del Pont, quien a su vez valoró la participación del gobierno provincial durante la elaboración de la estrategia para el futuro desarrollo del hidrógeno:
“Esta propuesta no salió de un escritorio, sino un trabajo colectivo y coordinado con distintos sectores, del gobierno nacional con gobiernos provinciales y Chubut participó activamente de la elaboración de esta propuesta”, dijo la funcionaria nacional, dirigiéndose al gobernador Mariano Arcioni, sentado a su lado.
No hay dudas del alto potencial para producir hidrógeno verde, a partir ni de los factores de capacidad de la energía eólica en la Patagonia, que alcanzan el 60%, frente a promedios inferiores al 40% en el ámbito internacional. Como tampoco hay dudas del desarrollo pionero de Hichyco en Diadema.
Sin embargo, está claro que sin un marco regulatorio que permita el desarrollo industrial, no habrá una concreción en los hechos.
LOS RESULTADOS DEL PILOTO DE HYCHICO
Leoncio del Pozo, gerente de Nuevos Desarrollos de CAPSA Capex, relató durante la jornada del jueves los principales alcances del proyecto piloto de que la empresa comenzó a desarrollar Hychico, empresa de ese grupo, en el año 2009.
Al hacer una breve reseña sobre la visión del fundador de la empresa, Enrique Götz, detalló que tuvo la visión de desarrollar el hidrógeno como un vector para almacenar energía y darle impulso a las fuentes renovables, como la eólica.
“Esto implica grandes posibilidades para el país y tendremos que meternos de lleno en el hidrógeno como vector, porque servirá para la movilidad, la industria, la generación eléctrica y también como combustible”, enumeró. Además, recordó que puede ser usado para producir distintos productos, como fertilizantes, entre otros.
En la planta piloto, actualmente se produce 120 metros cúbicos por hora de hidrógeno y 60m.3/h de oxígeno, a partir del proceso de electrólisis para separar los componentes del agua. La electricidad necesaria para ese proceso proviene de energía eólica, para lo que la compañía dispone de un parque de 34 Mw, que abastece los yacimientos petroleros y destina una parte para la experimentación con hidrógeno.
Otro aspecto importante de la experimentación es el uso de yacimientos depletados de gas, ya agotados en su producción, para almacenar el hidrógeno producido, con muy buenos resultados en cuanto a hermeticidad y presiones, según detalló el representante de la empresa en su exposición. Este es uno de los objetivos del piloto, ya que funciona como prueba de que es posible guardar energía generada a partir del viento.
El hidrógeno obtenido es utilizado en los proceso de almacenamiento y también para alimentar un motor generador de electricidad, mediante la mezcla con gas metano, alcanzando una proporción de hasta el 40%, lo que significa un alto rango de calidad, si bien las tecnologías desarrolladas actualmente en el mundo permiten alcanzar el 100% de ese uso.
El oxígeno obtenido tiene una pureza superior al 99%, lo que lo calificaría para el uso medicinal, pero las dimensiones de ese mercado y las altas exigencias para certificación del producto no hacen viable por ahora esa finalidad. En cambio, el oxígeno se utiliza actualmente para fines industriales, aunque el nivel de pureza está sobrado en cuanto a esa finalidad.
“En estos años, desde 2009 a 2023, hemos producido 3 millones de metros cúbicos de hidrógeno y es una cantidad importante -refirió Leoncio del Pozo-. Una flota de 10 colectivos podría dar 7 vueltas a la tierra con el hidrógeno que nosotros produjimos. Hemos comercilaizado 1,4 m3 de oxigeno de altísima pureza y hemos generado 100.000 horas de uso de una máquina térmica, funcionando con una mezcla importante de hidrógeno y hemos reducido mucho la emisión de gases de efecto invernadero en este período”.
El representante de la empresa explicó luego, ante la consulta de ADNSUR, que con 10 kg de hidrógeno es posible recorrer 100 kilómetros con un ómnibus. Si el vehículo fuera un automóvil, la cantidad requerida para recorrer la misma distancia sería de sólo 1 kilogramo.
Por ahora, los usos en vehículos, en algunos lugares del mundo como Alemania, están en fase experimental. Por otra parte, hay que recordar que en planta experimental de Pico Truncado hay vehículos municipales que se estuvieron probando con una mezcla de hidrógeno y GNC (gas natural comprimido).
En su presentación, Del Pozo mencionó varias veces la importancia de formar recurso humano en esta tecnología, por lo que sugirió que desde las escuelas primarias y secundarias se debería comenzar a incentivar el conocimiento en esta materia y las posibilidades de desarrollo que significa para la región.
“Las principales empresas del mundo proyectan que para 2050, el 18% de la demanda de energía podría producirse en base a hidrógeno, lo que significaría una disminución de 6 giga toneladas de dióxido de carbono hacia la atmósfera .añadió-. Además, implicaría una venta de 2,5 trillones de dólares anuales y generaría aproximadamente 30 millones de puestos de trabajo en el mundo", remarcó.
DESAFÍOS QUE QUEDAN POR RESOLVER
Para pasar a una próxima escala que supere la fase experimental, el proyecto de Hychico estudia alternativas, como la elaboración de combustibles líquidos o fertilizantes, a través del amoníaco. De todos modos, esas opciones de futuro dependen en primer lugar del marco regulatorio que finalmente se sancione para la actividad, en la medida que dé certidumbre para atraer las inversiones necesarias, para escalar este proyecto o desarrollar nuevos emprendimientos, como el impulsado por Fortescue en Sierra Grande.
Hay varios temas por resolver. Una de ellas es el modo en que se incorporará la tecnología necesaria para poder avanzar en estos desarrollos, ya que una elevada meta de fabricación nacional para aerogeneradores y electrolizadores, como punto de partida, podría significar un límite importante a una industria que todavía está lejos de nacer.
Por otra parte, en materia ambiental, hay interrogantes todavía por resolver. La planta experimental de Diadema utiliza agua salobre, proveniente de napas poco profundas, que pueden filtrarse con una pequeña planta de ósmosis inversa, ya que se necesita agua de máxima pureza y cero contenido de sal para el proceso.
A futuro y pensando en proyectos de mayor escala, la desalinización de agua de mar no sería viable desde el punto de vista de los costos, por lo que una alternativa que aparece en ese sentido es el tratamiento de aguas de efluentes cloacales, que tendrían un costo de reutilización mucho menor que la desalinización. No es un aspecto menor, que habrá que definir en caso de avances a mayor escala, ante la falta de agua en la región.
La perspectiva de desarrollo futuro es más que clara. Sin embargo, las concreciones dependen de muchos factores que aún no están definidos. Del modo en que se respondan esos interrogantes, que quedarán plasmados en la futura ley, dependerá si la región logra subirse ‘al tren mundial del hidrógeno’, o si queda nuevamente en el andén.