Las regalías de Chubut perdieron casi un 4% frente a la inflación durante 2022
Pese a que la liquidación en dólares fue una de las cuatro más altas de los últimos 20 años, al computarse en pesos, y tras el descuento de la deuda, los ingresos reales fueron inferiores a los 2021.
Chubut recibió durante el año pasado un total de 62.583 millones de pesos en concepto de regalías de hidrocarburos, lo que significa un incremento nominal del 66,3% en relación a los ingresos de 2021. Ese año, las regalías habían reportado 37.614 millones de pesos.
Sin embargo, al cotejarse contra la inflación acumulada en el mismo período, resulta que la masa de dinero creció menos que el índice de precios, quedando un 3,6% por debajo de lo recibido durante el período anterior. Los datos fueron divulgados a través de un informe de la consultora Aerarium, al que tuvo acceso ADNSUR.
En el mismo trabajo se observa que Santa Cruz tuvo una caída menor, en términos reales, de sus ingresos por regalías. La vecina provincia obtuvo un total de 42.942 millones de pesos, lo que significa un incremento nominal del 72,1% frente a la masa de recursos de 2021, con una caída de solamente 0,2%, al cruzarse contra la inflación.
En otras palabras, puede decirse que Santa Cruz mantuvo sus ingresos por regalías prácticamente constantes, entre 2022 y el año anterior, mientras que Chubut tuvo una pérdida real de casi un 4%.
Neuquén es la principal ganadora y el resto, en pérdida
En el informe de Aerarium se observa una conclusión esperable, vinculada al hecho de que Neuquén es la provincia que mayor incremento tuvo en sus recursos, al influjo de Vaca Muerta, en tanto se trata de prácticamente la única jurisdicción que viene incrementando la producción, tanto de petróleo como de gas.
En efecto, Neuquén obtuvo durante el último año un total de ingresos por regalías hidrocarburíferas (incluye petróleo y gas) de 171.317 millones de pesos, lo que representa un salto del 108,9% frente a los 82.020 millones de 2021. Al contrastarse contra la inflación, el incremento en términos reales es de un 21,1%.
El trabajo permite conocer también que al considerar el conjunto de las provincias productoras, los ingresos crecen frente a la inflación un 7,4%, pero al hacerse la cuenta excluyendo a Neuquén, entonces la merma es del 4,6% para todas las demás provincias.
“Nuevamente, la expansión fue explicada por la actividad de la cuenca neuquina, cuya producción mensual (diciembre de 2022) se incrementó un 24% respecto al mismo mes de 2021 (+1.75 millones de barriles de petróleo y gas) a partir del fuerte impulso en la extracción de crudo no convencional en Vaca Muerta”, señala el informe.
Asimismo, no hay dudas respecto de la performance negativa de la mayoría de las demás provincias productoras, entre las que se incluyen Chubut y Santa Cruz: “La variación mensual de las restantes jurisdicciones sumó otros 105.000 barriles, destacándose las subas porcentuales observadas en Salta (+77.6%) y La Pampa (+88%). En el acumulado anual, la producción de crudo se expande un 12.7%, con Neuquén incrementando su producción en 25.2 millones de barriles (+35.5% interanual), acompañada por Salta (+63%), aunque con producción marginal (+224.000 bbl). Las restantes jurisdicciones presentan caídas en sus volúmenes productivos, con una contribución negativa de 2.6 millones de barriles equivalentes en total”.
Las cuentas de Chubut afectadas por la deuda
La situación de Chubut presenta un contraste que es necesario aclarar, en base a otros informes ya publicados por ADNSUR. Es que al observarse los datos de la liquidación en dólares, durante 2022 obtuvo un total de 457,8 millones de dólares, que es una de las marcas más altas de los últimos 20 años y, en realidad, de la historia de la provincia.
Sin embargo, hay que recordar que sobre ese monto neto reflejado por la Secretaría de Energía de la Nación, en base a los volúmenes de producción y los precios aplicados a los distintos tipos de crudo, la provincia recibe el saldo luego de pagar los vencimientos de la deuda generada por el BOCADE (bono colocado en el mercado internacional en el año 2016, garantizado por regalías).
Durante 2022, el total de vencimientos fue por 85,8 millones de dólares, por lo que la cuenta resultante retrocede hasta un ingreso de 372 millones de dólares, liquidados sobre un tipo de cambio promedio en el orden de los 168 pesos.
Podría estimarse entonces que, sin la incidencia de esa deuda, el ingreso total de la provincia hubiera alcanzado los 77.000 millones de pesos, incrementándose en un 104% respecto del año 2021, lo que efectivamente hubiera arrojado un saldo positivo por sobre la inflación.
De ese modo, ambos factores se conjugan para recortar los ingresos: por un lado, el costo de la deuda en dólares. Y por el otro, el tipo de cambio, retrasado frente a la inflación, que está lejos de obtener algún tipo de beneficio como el llamado ‘dólar soja’, que se aplicó en beneficio de otras regiones del país.
Desde esa perspectiva, resulta más preocupante lo que espera para las cuentas públicas durante el corriente año y el próximo. En 2023, los vencimientos del BOCADE demandarán un total de 120 millones de dólares, con pagos trimestrales de 30 millones (el primero operó el 26 de enero, con un desembolso de 30,5 millones y los siguientes serán el mismo día de abril, julio y octubre, respectivamente).
Si se considera entonces que este año la incidencia de la deuda será mayor, sumado a las voces de alerta por una posible merma de actividad, según la mesa de crisis petrolera reunida semanas atrás, las cuentas provinciales durante este año encienden, como mínimo, una luz de alarma en el tablero.
En 2024, cuando el nuevo gobierno provincial asuma, los vencimientos subirán a 135,3 millones de dólares, algo que sólo podría compensarse con un fuerte incremento en la producción (lo que es difícil de vislumbrar, al menos hoy), o una devaluación en el tipo de cambio que favorezca, al menos artificialmente y por algún tiempo, los ingresos en pesos de la provincia.
Será interesante observar si este tema aparece en el debate de campaña, para conocer cómo los candidatos a gobernar Chubut, desde el 10 de diciembre de este año, prevén afrontar el grave escenario que, como reflejan estas simples líneas, no requiere de un máster en Harvard, ni una bola de cristal, para poder anticipar.