El boleto de ómnibus en Comodoro Rivadavia tuvo una evolución que quedará alineada o, probablemente, algo por debajo de la inflación del último año, dependiendo de cuál sea el índice de diciembre. 

Hacia delante se plantea la duda de si la tarifa seguirá contando con el aporte del subsidio nacional, lo que significará una gran diferencia respecto del precio que podría alcanzar en los próximos meses.

Si se observa la evolución del precio del boleto en Comodoro Rivadavia durante el 2023, surge que la ordenanza 16.394/22 determinó un valor que, con vigencia desde diciembre de 2022, fue de $89,50 para el boleto urbano y de $93,85 para el suburbano. 

La tarifa de Diadema Argentina ascendía, en ese último mes del año pasado, a $106,35.

La siguiente actualización de cuadros tarifarios se dio en marzo de 2023. En ese período, el boleto urbano pasó a costar $116,35; el suburbano, $122; y el de Diadema, $138,25.

Colectivo de Diadema Argentina

El último ajuste se hizo en dos etapas, llevando los valores de noviembre a $173,36 para el boleto urbano; $181,78 el suburbano; y $205,99 para Diadema; y, a partir de diciembre de 2023, elevándolos a $244,43 para el urbano; $256,30 el suburbano; y $290,44 el boleto Diadema - Comodoro.

Costo del boleto contra la inflación y el salario 

De este modo, la evolución del precio de los pasajes al compararse los valores vigentes a diciembre de 2023 contra igual mes de 2022 ascendió a un 173%. Ese porcentaje podría quedar alineada o algunos puntos por debajo de la inflación del último año, aunque dependerá de cuánto arroje la medición de diciembre.

Hay que recordar que, hasta noviembre, el Índice de Precios al Consumidor acumulaba un 148% y se espera alrededor de un 20% para diciembre, aunque ese porcentaje podría ser superior y algunas proyecciones lo llevan cerca del 30%. Si se confirma esta esta cifra, el boleto quedaría por debajo del IPC.

Más allá de la evolución lineal del índice inflacionario, quienes conocen el sistema aclaran que la estructura de costos ya tiene retraso nuevamente, ya que por ejemplo el importe fijado desde octubre (que empezó a regir en diciembre) tomaba en cuenta los impactos inflacionarios hasta julio. Es decir que esa tarifa no sumaba lo que pasó en agosto, con la primera devaluación y sus consecuencias en precios internos. 

Se plantea la duda de si la tarifa seguirá contando con el aporte del subsidio nacional

Ahora, por ejemplo, está incidiendo fuertemente la suba de combustibles de las últimas semanas y el último tramo del acuerdo paritario para los choferes enrolados en la UTA.

Otra forma de medir la evolución del precio es compararla contra el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SAMIV). En diciembre de 2022, esta referencia para trabajadores en blanco ascendía a $47.850 mensuales, lo que significa que ese ese monto podía adquirir 534 boletos urbanos.

En marzo, con la siguiente actualización, el SAMIV ascendía a $69.500, lo que equivalía a 597 boletos. Y en diciembre de 2023, el salario se elevó a $156.000 mensuales, lo que elevó la equivalencia a 638 boletos.

La diferencia se explica en que el salario mínimo se elevó más que la inflación y que el boleto, ya que la evolución entre diciembre de ambos años representa un 226%.

En Rada Tilly, por otra parte, la evolución del precio fue la siguiente: entre enero y junio, el costo del boleto era de $117 para el primer tramo (R.Tilly-barrio Industrial) y de $156 para el segundo tramo, desde Constituyentes hacia el norte. En julio se elevó a $165 y $220, respectivamente; y en agosto, a $230 y $310, para ambos trayectos.

Posible quita de subsidios nacionales 

La evolución del precio del boleto dependerá de las definiciones que adoptará Nación en relación a los subsidios para el transporte, ya que, si bien hasta ahora el gobierno de Javier Milei ha anticipado que recortará ese beneficio para el Área Metropolitana de Buenos Aires, no se sabe aún si la decisión involucra también a las ciudades del interior del país.

Actualmente, el municipio aporta alrededor de 600 millones de pesos por mes en concepto de subsidio local, mientras que desde Nación llegan por mes otros 100 millones. Como el pago llega con un desfase de tiempo, en diciembre se está recibiendo el aporte correspondiente a septiembre, en enero ser recibirá octubre y así sucesivamente hasta marzo, cuando se recibirá el último aporte, correspondiente a diciembre.

En Buenos Aires ya se restringieron frecuencias en la última semana, en reclamo para que suban los subsidios, mientras el gobierno de Milei los recortaría desde enero.

“A partir de abril, hay una gran incertidumbre”, confiaron quienes siguen de cerca el tema, en referencia a que en ese momento se habrá agotado el presupuesto 2023 y comenzaría a regir la decisión adoptada por el nuevo gobierno nacional.

Según quedó expuesto en la audiencia pública del 29 de septiembre pasado, el valor del boleto cubre sólo alrededor de un 30% del costo total del servicio, mientras que el resto se paga con los subsidios estatales. De ese aporte público, más del 60% lo cubre el municipio de Comodoro Rivadavia.

Cuáles serían los impactos 

Tras la última suba de combustibles, sin contar los ajustes salariales que recibirían los choferes en la primera parte del año próximo, el precio del boleto se elevaría en alrededor de 100 pesos, siempre que se mantengan los subsidios como están en la actualidad.

El interrogante crece cuando se plantea la hipótesis de una eliminación del subsidio nacional, lo que implicaría un boleto en el orden de los 500 pesos, según se evalúa en áreas vinculadas a la administración del transporte, manteniendo las frecuencias sin alterar.

Las terminales de SUBE en Bs.As. mostraron mensajes, en la campaña presidencial, sobre el valor que tendrían el boleto una vez eliminado el subsidio nacional.

Se trata de estimaciones extraoficiales, que en cualquier caso se irán ajustando en función de las precisiones que se espera conocer de parte del gobierno nacional. Sabido es que el aporte del Estado provincial, de sólo 20 millones de pesos en el último año, no alcanza para cubrir el costo de un servicio que al municipio le insumirá no menos de 6.000 millones de pesos en el presupuesto 2024.

Ese aporte alcanza para reducir el costo final del boleto, que si no contara con ningún tipo de aporte estatal, valdría alrededor de 700 pesos, lo que el usuario no llega a erogar a partir de aquel esfuerzo estatal.

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